-Shoto, debes ayudarme por favor. – rogaba y seguía a su hermano que la ignoraba completamente mientras recogía sus cosas. Él estaba decidido de llevarse las cosas que su madre había dejado en esa casa. Sabía al respecto de que su hermana estaba iniciando la investigación, pero no podía dejar que ella se ponga en peligro, no quería perderla a ella. Su vida era insignificante a comparación del único rastro que dejo su madre en ella.
-Deja todo esto en el olvido. – tomo las ultimas carpetas y la metió a la caja, podía sentir la mirada de su hermana sobre su espalda. Ella estaba igual de preocupada que él, el futuro era incierto y la investigación peligrosa. –Céntrate en la florería que tanto búscate tener. – dejo las cosas sobre el suelo y camino hacia ella, su pena y anhelo de libertad para su familia no podía demostrarse claramente en sus ojos. – Visita a nuestro padre si quieres, pero no te metas en este conflicto. Yo tomare cargos en el asunto y seguiré adelante por nuestra madre. – Tomo sus delicadas manos y le dio un cálido apretón antes unos ojos aguados que amenazaban comenzar a derramar lágrimas. No sabía si volvería, no sabía si llevaría el mismo destino que esa mujer, pero de ser así él debía despedirse adecuadamente. – Cuídate. –
Sin más tomo la caja y salió de la casa rápidamente, siendo seguido por una mirada triste y desesperante de su hermana. No tuvo palabras para detenerlo, no tuvo el valor para no dejarlo ir porque sabía que no había otro objetivo en sus ojos más que la búsqueda de la verdad y justicia para su progenitora.
...
-Hola, ya llegue. – Uraraka entro de manera cansada a la casa, dejo las llaves sobre la mesa y camino a su habitación donde se derrumbó sobre esas suaves mantas. Su cuerpo no daba para más, sentía sus piernas hormiguear de tanto trabajo. Había acepto tener un poco más de trabajo para no colocarle tanto peso a su querido amigo embarazado, pero Izuku hacia mucho.
No entendía cómo es posible que él haga tanto en un solo un día y luego anduviera muy normal, sin ningún rastro de cansancio. Se quitó sus zapatillas con sus mismos pies para luego caer simplemente dormida sobre la cama con su ropa de trabajo.
Fue cuestión de segundos para caer fácilmente en un sueño profundo, su cuerpo se rindió al cansancio rápidamente al haber entrado a su hogar y haber sido rodeada por el aroma de Mina y Eri. El aroma de hogar.
Un aroma de calma y felicidad.
Dulce y refrescante.
Un aroma.
-Picante..- susurro en inconciencia luego de dejarse vencer. Su agotamiento fue tan pesado en ella que ni siquiera recordó quitarse la mochila. Estaba tan cansada que ni siquiera noto la sombra difusa que se había formado junto a esa ventana abierta al aire frio de esa noche. Donde la oscuridad rodeaba todo en esa habitación vacía donde dormía cada noche la cachorra de ojos jades. Quien recibía visitas de un visitante peculiar y misterioso.
Un visitante que tuvo la atención en una joven castaña que ahora dormía profundamente en el cuarto del al lado.
...
-Kirishima ¿Te sucede algo? – el rubio había llegado a la habitación donde verían películas esta noche, pero si hay algo que pudo notar en el alfa apenas entro por esa puerta era que actuaba de manera extraña. Más pensativo de lo usual. Por momentos pensó que era debido su trabajo, pero esa mirada era diferente. No era un estresado hombre pensativo que llegaba a casa a descansar, es más como una mirada de misterio. Algo indescifrable para él.
-No ocurre nada, solo pensaba que tengo que hacer mañana. – dijo extendiendo su mano para recibir las palomitas, Denki asintió no muy convencido con esa respuesta. Luego de sentarse junto a él y comenzar a ver la película decidió centrarse en la televisión y olvidar la situación, pero la actitud de alfa no cambio en todo el transcurso de la noche llegando al punto de comenzar a molestarlo con su aroma.
El omega se volteó y miro como el pelirrojo seguía mirando a la televisión, pero sabía que no estaba prestando la más mínima atención.
-Kiri, habla conmigo. – el alfa se sorprendió por el comentario y miro al omega junto a él, Denki tomo sus manos y lo miro detenidamente con esos ojos dorados. Sabía que quería respuestas, sabía que la noche de película ya estaba siendo dejada de lado por sus problemas internos.
El alfa suspiro y miro al chico frente a él. No sabía como pero de alguna manera había logrado conquistar a ese chico bonito, fue una grata sorpresa saber que el omega que lo ignoro por meses le había aceptado una cita. Para luego llegar a la situación de ambos vivir juntos y enamorados de manera muy complacientes para ambos. Se deseaban, se querían y protegían mutuamente. Pero necesitaba confianza en sus vidas, siempre la tuvieron pero con el transcurso de los meses parece ser que hay algo que no le da el suficiente valor como para hablar claramente con su omega.
Y no sabía si era exactamente miedo a la incertidumbre de como valla a reaccionar él. O vergüenza a lo que valla a pensar Denki de él, no quería que su omega lo dejara por sus actos.
Pero no podía mentirle a ese lindo chico. No podía ocultarle un secreto tan oscuro y tal vez desbastador para ambos. Un secreto que parecía haber roto los muros del pasado para volver y darle una bofetada en la cara por estúpido. Por insensible e ignorante.
Se odiaba mucho, no había otro sentimiento más que odio hacia sí mismo. La había arruinado, la había fregado a lo grande.
Pero fue así que lleno de miedo y vergüenza había tomado las manos de su pareja, lo miro detenidamente con sus ojos rojos al chico rubio frente a él para tomar valor y decir con rastros de tristeza. – Tengo un hijo con otro omega. –
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/Encantador de Omega/2
FanfictionLuego de su excitante encuentro entre omega y alfa, ambos comenzaron a salir para luego finalmente formalizar sus relación. Llevaban dos años de relación, todo era perfecto. Hasta que ocurrió la desgracia. #Segunda temporada de Encantador de alfa. ...