/Encantador de Omega/2

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Midoriya caminaba detrás de Iida, sus turnos en el hospital habían terminado. El alfa dijo que conocía a un especialista en alfas puros, pero que este se había retirado sin explicación alguna. Tenya había tenido un contacto estrecho con ese alfa durante toda su niñez, de echo vivían uno junto al otro. Pero desafortunadamente el padre del chico consiguió un mejor trabajo y tenía que irse de ese vecindario. Poco tiempo después, se enteró que la razón principal de su mudanza había sido porqué el padre del alfa tenia comportamientos muy agresivos que lo llevaban a conflictos y disputas con sus vecinos.

Recientemente hace un mes, volvió a encontrárselo en una reunión del comité de salud.

-Su nombre es Shoto Todoroki. - dijo el alfa. -Su padre era el alfa puro, y su madre era la beta que realizaba investigaciones. -

-Y que sucedió. - pregunto Izuku.

-Su madre se fue sin dejar ningún rastro. - dijo. - Y Shoto fue quien sigue la investigación con los pocos archivos que dejo su madre. -

-Oh. - dijo sorprendido.

Caminaron unas cuadras más para finalmente llegar a una residencia con una entrada de aspecto muy antiguo, un típico diseño japonés. Izuku miro la enorme casa, realmente eran gente de dinero.

Iida extendió su brazo para tocar la puerta pero fue detenido por una voz. -¿Iida? -

Tenya se volteó y se encontró con su amigo, pero el rencuentro fue interrumpido por aroma que comenzaba a desprender el omega. Era miedo.

Corre.

Izuki miro aterrorizado a ese alfa puro frente a él. A sus pulmones llegaban escasos rastros de aire, sentía como sudaba frio y como sus piernas temblaba. Un enorme cartel de peligro podía ver por encima de su cabeza.

CORRE

Fue lo último que escucho antes de caer inconsciente y dejar al mando su lado animal.

...

Katsuki se encontraba arrodillado sobre esos almohadones mientras que la mujer frente al él comenzaba a servir té. Su madre estaba junto a él, de igual manera esperaba ansiosa a la persona que buscaban.

Habían llegado a la casa de los Todoroki hace unos momentos, y con la sola mención de Rei los dejaron entrar sin ninguna explicación.

La mujer frente a ellos era una alfa de cabello blanco, dejando en exclusividad un pequeño mechón de cabello pelirrojo. Se veía algo serie y pensativa mientras realizaba dicha acción.

-Estoy segura de que la señora Mitsuki me recuerda. - dijo la alfa con una leve sonrisa.

-Claro que te recuerdo, eras un niña muy pequeña y tímida. - dijo con una sonrisa.

La alfa también rio de ello. Recordando como ante la llegada de otro alfa puro ella se escondió por temor detrás de su madre. Pero era de esperarse, después de todo es la reacción común de toda familia de alfa puro que siente en sus territorios la presencia de otro alfa puro.

En la antigüedad los alfas puros eran tan despiadados que cuando encontraban descendientes de otros alfas puros estos asesinaban a sus hijos, para luego llevárselos muertos al padre. De esta manera iniciar un conflicto en lo que ellos solo veían una solución, pelear.

-Usted fue una de los pocos alfas puro a los que mi madre le tuvo afecto. - bebió un poco de té. -Pero lamentablemente no sé nada de mi madre. - continuo. -Puedo entender su desesperación por hallar una solución para el omega de su hijo, pero mi madre era la única con respuestas. -

Katsuki sintió como sus esperanzas caían poco a poco. Necesitaba una solución, el tiempo pasaba y su hijo crecía día a día en el vientre de su omega.

-Pero porque tu madre desapareció, ella debió dejar algo de todo lo que investigo. - dijo Mistsuki ante el decaimiento de su hijo.

-Lamentablemente mi padre destruyo todo cuando ella se fue. Lo siento mucho. - dijo.

-¡Algo debe haber! - grito Katsuki.

-Katsuki. -

-NO ME VOY A CALLAR, MAMÁ. NECESITO ENCONTRAR UNA SOLUCION. - grito. - ALGO ESCONDES. POR FAVOR, NO ME QUITEN A MI OMEGA. - llevo su mano a su pecho donde apretujo su ropa. -Yo no puedo perderlo a él, ni siquiera a mi cachorro. - suspiro entre lágrimas. - Algo debe haber, por favor. Te ruego que me ayudes. - dijo llorando entre maldiciones.

La alfa no se había inmutado en ningún momento. Pero si se había sentido muy conmocionada ante un alfa que pedía y rogaba por la vida de su familia. Era algo que no se podía ver en los alfas puros debido a su tosquedad.

-Realmente entiendo tu dolor, pero no puedo ayudarlos con el paradero de mi madre. - dijo con tristeza. - Pero yo estuve presente en las investigaciones que descubría. - Continuo.-La verdadera historia cuenta que los alfas puros siempre se entrelazaban con omegas, llegando a parir incluso una camada de ocho cachorros- se puso de pie y tomo un folio del librero. - Pero durante el parto y vivencia de la manada jamás se desarrollaron como humanos. -

-¿Qué? -

-Ellos daban a luz a su cachorro usando el cien por ciento de lado animal. - saco una página en específico. - Ellos tenían a sus bebes siendo lobos. - mostro la imagen de un gran can de pelaje blanco. Que no solo era bendecido por la luz de la luna llena, si no también por los cachorro que lo rodeaban.