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Clasif. ®

Ansiedad, vulnerabilidad, curiosidad y deseo; una serie de emociones se apoderaron de Camila en ese momento. La decoración de aquella habitación resultaba ser una perfecta cubierta para encubrir la verdad disfrazada en ella. Fue una escena parecida a la de Caperucita Roja encontrando a su falsa abuela acostada en la cama; claro, ella no imaginaba lo que descubriría después.

Sin embargo, el temor y el reproche no eran motivos para retroceder; Camila debía enfrentar lo que ella misma había causado.

Apartando lentamente las manos de las manillas, Camila descendió los dos únicos escalones que separaban el armario de la habitación. El piso era de madera lijada del mismo color ébano que las paredes del armario y las estanterías.

Varas de madera, arneses, pinzas, cuerdas, correas, látigos, fustas, collares, mordazas y, un sin fin de objetos que Camila no reconocía, yacían colgados en las repisas y anaqueles. Moviendo la vista hacia otro lado, ella divisó una cantidad numerosa de juguetes sexuales con fines de estimulación vaginal y anal de los cuales solo uno se le hizo familiar, un dildo o los también llamados vibradores.

 Moviendo la vista hacia otro lado, ella divisó una cantidad numerosa de juguetes sexuales con fines de estimulación vaginal y anal de los cuales solo uno se le hizo familiar, un dildo o los también llamados vibradores

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Adentrándose un poco más, Camila se halló frente a uno de los estantes menos intimidante del armario. En cada compartimiento estaban apilados envases y frascos de cremas corporales y en la parte inferior, yacían auriculares, plumas, antifaces y finas telas de ceda. Cogiendo uno de los frascos y tras destaparlo, Camila lo llevó hasta su nariz para oler la intensa fragancia a chocolate que le encendió el pulso sin razón.

—No deberías hacer eso. Al menos que quieres aumentar tu libido.

Lauren, que había permanecido detrás de ella contemplándola en silencio y analizando su conducta, le quitó la crema erótica de las manos y la colocó de vuelta en su lugar.

—¿Para qué sirve?

—Ya te lo dije, es un estimulante sensorial. Su función es liberar feromonas que aumentan tu apetito sexual.

—Eso suena interesante.–admitió Camila.

Camila parecía estar asimilando la situación de la manera más razonable. Sin embargo, a pesar de su extraordinaria capacidad de serenidad ante lo desconocido, Lauren podía notar la leve incomodidad qué, sumado al atisbo de inseguridad en sus movimientos y actitudes, ponían (de cierto modo) en duda sus palabras y, Lauren, una vez más, debía comprobar la infalibilidad en éstas.

Mirándola directo a los ojos, Lauren le preguntó.

—Entonces ¿es demasiado para ti?—y sin darle tiempo a Camila, añadió—, porque si quieres irte...ahora es cuando.

Camila apartó la vista, volviéndose de nuevo para seguir escudriñando el lugar. Algo en él, lo hacía especial y macabro la misma vez, había una delgada línea entre ambas definiciones que mantenían el equilibrio entre el mudo real y la fantasía. Estando ahí, junto a Lauren, algo inexplicable despertaba dentro de su interior, Camila no tenía la respuesta, pero si sabía una cosa, ella tenía que conocer el secreto que Lauren escondía.

Desnuda Tú Alma (Camren G!P)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora