Desnuda Tú Alma (Camren G!P)©

One Shot

"Benditas las mujeres que besan con el alma desnuda, aman con el cuerpo caliente y se entregan mucho antes de hacer el amor."

Viaje de Vuelta

―Aquí tiene.―dijo el sobrecargo entregándole los pasaportes por encima del mostrador―. Disfrute del crucero, Sra Jauregui.

―Gracias, estoy segura de que así será.

Camila sonrío, haciéndose a un lado para contemplar la hermosa vista frente a ella. El lugar era enorme, abismal y, lleno de personas sonrientes e ilusionadas; por un momento se dejó contagiar por la emoción, pero al darse cuenta de que se encontraba sola en el vestíbulo, comenzó a buscar entre la multitud a su esposa la cuál encontró a varios metros de distancia en medio de una animada conversación con sus colegas de trabajo, Dinah y Ally se habían sumando a las vacaciones en el crucero.

A sus treinta y ocho años (diez después desde que se habían conocido) Lauren seguía luciendo igual de atractiva y tan espectacular que era capaz de quitarle la respiración a cualquiera. Ella permaneció observándola por un momento, Lauren no solía sonreír mucho frente otras personas que no fuesen sus hijo y Camila, de modo que verla suavizar los austeros rasgos de su cara merecía su completa atención.

Camila se acercó hasta ellas, saludando a cada una de ellas.

―Hola.―repitió Lauren, recibiéndola con una sonrisa.

―Debiste hacerme caso respecto a tu corte de cabello.―recordó Camila apartándole un rebelde mechón negro de la frente, riendo por lo bajo al ver que éste volvía de inmediato al mismo lugar.

Ahora tenía las sienes entrecanadas, era pálida y tonificada por naturaleza, e irradiaba pasión y vitalidad. Camila sabía con certeza que aunque pasasen mil años, ella jamás dejaría de amarla.

―Siempre lo puedes cortar tú. ―repuso Lauren, que hacía un par de años había adoptado llevar el cabello corto.

Ambas sabían a qué se refería.

De pronto las piernas de Camila se volvieron de gelatina. Dejó escapar una risita avergonzada, como si en lugar de una pareja que llevaba una década unida fuesen recién casadas en plena luna de miel.

―Te has sonrojado, cariño.―observó Lauren.

―Calla―devolvió la morena poniéndose de puntitas para besarla―. Sólo estaba pensando en el hecho de estar aquí, lejos de nuestra vida normal hace que tenga la sensación de que es nuestra primera vez juntas―entonces bajando la voz añadió―: Y en que no paro de pensar en las maravillas que harás conmigo después.

Los ojos de Lauren se volvieron de un verde tan oscuro que parecían negros a pesar lo brillante del sol de ese día. Su deseo por ella siempre la sorprendía como lo hacía el hecho de que siguiera causando el mismo efecto sobre ella cada día desde que estaban juntas.

―Quizás deberíamos dejar la excursión para más tarde e ir a descansar un poco en los camarotes.―propuso Dinah muy consciente de la conversión de la pareja.

Lo cierto era que, ella también estaba ansiosa de conocer esas cosas maravillosas que Ally era capaz de hacer igual de bien. Su corazón se aceleraba con la añoranza de las extremadamente experimentadas manos de su amante.

―Me parece una magnífica idea.―Lauren estuvo de acuerdo sin dejar de mirar a Camila.

―De acuerdo, nos vemos a la hora de la cena en la cubierta, en aquel restaurante con nombre de ataque al corazón.