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Clasif. ®

La noche del sábado Lauren estaba casi lista para ir por Camila. Frente a la peinadora, abrió uno de los cajones donde yacían los pares de gemelos que usaba como accesorios en sus camisas, tras colocarse el reloj Tecnosports en la muñeca izquierda, se dió un último vistazo en el espejo de cuerpo entero, no sin antes haberse peinado el cabello. Ella no usaba maquillaje por causa de su padre, pero esa era una historia que prefería no recordar en aquel momento. 

En su mente sólo había cupo para una cosa o mejor dicho, alguien más interesante: Camila Cabello.

El tiempo restante del día anterior y parte del siguiente a su cita, Lauren se la pasó reviviendo el encuentro con Camila. Algo en ello la abrumaba puesto que, nunca antes una mujer había ocupado sus enteros pensamientos. Y como ahora, Lauren soñaba despierta con su imagen, ansiosa por volver a verla.

Camila Cabello era, a primera vista una mujer muy atractiva. 

Su perfil; inigualable a otras mujeres, de nariz pequeña y mentónperfectamente contorneado. Las largas pestañas ocultaban sus bellos ojos marrones, su piel olivo pedía a gritos ser tocada y su cabello castaño ondulado y brillante, caía sublimente sobre sus finos y tonificados hombros; fue inevitable para Lauren y su mente sádica imaginar lo que le gustaría hacer con aquella melena de leona. Según su criterio, Camila tenia la estatura perfecta, entonces su ingenio perverso fantaseó con besar las piernas de Camila a medida que esparcía cera caliente comestible sobre la piel de camino a su coño.

Lauren sonrió, percibiendo el leve palpito en su pulso.

En el momento en que la vio atendiendo la caja registradora, Lauren la observó desde la distancia, tratándo de afirmar lo que sus ojos veían fuera real (cosas como esas no sucedían todos los días; es decir; haber parado precisamente en ese centro comercial y, entrar justo a la librería de Camila; aquello no pudo ser mera casualidad; causalidad tal vez o destino quizás), de repente había sentido un impulso incontrolable de acercarse y disculparse con ella sin saber bien el por qué.

Esa mañana; todo, absolutamente todo en Camila había captado su atención. Era abrumante la sensación de apego percibida en ese instante que; Lauren se sintió igual a un desafortunado marinero siendo arrastrado al fondo del mar por el canto celestial de una hermosa sirena, o como un perdido vagando en el desierto alucinando con un oasis dónde saciar su afán de vida; cualquiera de los casos acabaría en calamidad.

No obstante y a pesar del presagio, esa noche soñó con té de chocolate.

—Buenas noches, señora Jauregui.—saludó su chófer abriéndole la puerta del auto.

Con asentamiento de cabeza, Lauren devolvió.

—Buenas noches, Jeremy.

A medida que salían a la avenida Collins, Simpson quiso saber.

—¿A dónde, señora?

—A la residencia L 'Atelier, ¿la conoce?

Con un gesto de cabeza, Jeremy explicó.

—Es nuevo en la ciudad, lo pondré en el GPS.—tras escribir el nombre, instantáneamente la dirección apareció en la pantalla adherida al tablero, entonces Jerremy informó—, está a quince minutos.

Lauren asintió, obligándose a calmar su ímpetu. Lauren había quedado en recogerla en casa para ir a cenar fuera; a un muy elegante y costoso restaurante supuso Camila, puesto que le recalcó varias veces usara ropa formal. 

Quince minutos más tarde, Jeremy detuvo el auto frente al edificio de Camila.

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Desnuda Tú Alma (Camren G!P)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora