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La habitación de Lauren en su domicilio de Londres no era tan diferente a la de Miami, las sabanas y cortinas de un color azul oscuro que hacían juego con las paredes, el suelo y el mobiliario en tonos caoba. Otra cosa que se hizo familiar para Camila fue la foto de Christopher Jauregui en una de las mesas de noche al costado de la cama de Lauren. El chico sonreía orgulloso mientras montaba una motocicleta y alzaba un trofeo por sobre su cabeza.

En apariencia era bastante similar a su hermana; misma piel blanca y estatura, de buen físico, sus labios carnosos y cejas gruesas mientras que sus ojos color miel resultaba ser lo único que los distinguía. Sin embargo, ambos transmitían con su expresión segura y cálida cierta alegría disfrazada. Camila deseaba tanto saber de él, pero tampoco quería agobiar a Lauren con preguntas incómodas...no ahora que empezaba a mostrar sus sentimientos.

―Su bebida, señorita Cabello.

Rose apareció en la habitación captando rápidamente de atención de Camila que dándose la vuelta sonrió.

―Te he dicho que puedes tutearme―acercándose a ella para coger el vaso con jugo que ésta le ofrecía―, gracias―repuso y tras deparar en la palidez y el silencio de la mujer, Camila preguntó―; Rose... ¿se siente bien?

La cogió de los hombros para mirar sus ojos que parecían distraídos y de apariencia aturdida. Rose negó con la cabeza encontrándose a Camila que la miraba expectante, entonces fue cuando la castaña vio la clara muestra de incertidumbre en los ojos azules.

Con el pulso acelerado, Camila empezó.

―Rose, ¿qué le pasa? hable, por favor.―le quitó la bandeja de las manos para dejarla sobre la cama.

Rose volvía a negar, pero ésta vez susurró.

―La señora Jauregui...

―¿Lauren? ¿qué pasa con ella? ―se apresuró a preguntar Camila percibiendo de repente como su pecho era oprimido por la angustia.

Rose la miró directo a los ojos.

―Tiene que ayudarla, Camila...―tragó saliva para luego de añadir―, antes de que se haga daño.

Camila se enderezó de hombros arrugando la frente y sin entender lo que Rose trataba de decirle. No obstante, aquellas palabras comenzaron a remar al borde de sus nervios.

―¿De qué está hablando? ¿dónde está Lauren?―exigió saber con evidente temor.

Pero en lugar de responder, Rose tomándola del brazo decidió mostrarle lo que sucedía con su novia. En el transcurso de la segunda planta al garaje, Rose le dio un breve resumen sobre lo que probablemente estaría aconteciendo con su jefa y su Horrocrux personal ahí dentro.

―¿Cuándo fue la última vez que esto pasó?―Camila cuestionó acelerando el paso con dirección al garaje.

―Antes de viajar a Estados Unidos.―alcanzó a decir Rose antes de abrir la puerta.

Ambas mujeres se detuvieron en el umbral observando con horror y tristeza la sorpresiva escena. Lauren golpeaba sin cesar lo poco que quedaba intacto de la motocicleta de su hermano. Rose apartó la mirada para ver a la mujer que apretaba su mano con fuerza, Camila lloraba con una mano en la boca y otra en el pecho. Aquello, testimonio de su sincera preocupación hacia la mujer que amaba.

Se expresión daba muestra indiscutible de lo importante que era el bienestar de Lauren para ella. Camila le susurró algo y antes de tomar conciencia de la situación Rose se halló fuera dejando a la pareja a solas...tal vez y si tenía razón, solo Camila podía ayudar a Lauren Jauregui.

Desnuda Tú Alma (Camren G!P)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora