Lluvia, la lluvia arrulla ¿Cierto?
O tal vez te hará llorar al ver escurrir las pequeñas gotas de esta en tu ventana...Despertar, comer, hacer necesidades, trabajar, dormir. Que patética rutina.
Mikasa despertó, su cara estaba llena de sus cabellos enredados.
—Debería cortarlos —dijo Mikasa quitando sus largos cabellos de su cara.
23 de diciembre, un día normal, era invierno. El frío era impresionante. Todo mundo estaba loco, pronto sería navidad.
Mikasa se levantó, toda despeinada, con pijama y con lagañas en los ojos, decidió irse a sentar en el sofá.
Buscar algún programa de televisión que le fuera interesante, sería más difícil de lo que creyó. Todas eran películas de navidad que ya había visto cuando era pequeña.Decidió apagar su televisión y agarrar un libro para empezar a leerlo.
Mikasa tiene el hábito de leer, no le resulta pesado, pero hay veces donde sólo quiere estar acostada sin hacer nada, pero eso no hace que se sienta mejor. Da igual, después de todo es joven, disfrutar su juventud es algo que debería emocionarle, solo tiene 19 años, ¡vamos! Es una gran edad, las salidas a fiestas aumentan, sexo, alcohol, o solo quedarte en tu casa viendo programación infantil mientras tomas un poco de té. Algo patético diría yo.—Ahg, que día tan más mierda —decía Mikasa mientras estaba acostada de cabeza, teniendo sus pies en el respaldo del sofá y su cabeza colgando. —¿Debería bañarme? —se preguntaba a sí misma. —Nah, me bañé antier —decía mientras se levantaba del sofá.
Decidió cambiarse y lavarse la cara, iría a comprar un poco de despensa que le hacía falta.
Llegó al supermercado. Mikasa compró, sopas, carnes, y botanas, también producto necesarios como toallas femeninas y tampones.
La cajera empezó a cobrar cuando de repente alguien le jaló un poco de su pantalón.
—Disculpe señorita —habló una niña pequeña.
—¿Sí? —Mikasa se dirigió a la niña.
—Usted es muy bonita —dijo la niña con una sonrisa sincera.
—Eres muy amable, pero no creo que eso sea verdad —dijo Mikasa con vergüenza.
—Es verdad, usted es muy linda —dijo la niña asintiendo con la cabeza.
Mikasa agradeció de nuevo las palabras de la pequeña niña.
La niña se fue, dejando a Mikasa con una pequeña sonrisa que apenas y se podía divisar por sus pequeños y hermoso labios.
—Son $300 pesos —dijo la cajera sacando a Mikasa de sus pensamientos.
—¿Disculpe? —dijo Mikasa confundida, pues no estaba poniendo atención.
—Son $300 pesos en total de su compra —dijo la cajera de manera amable.
—Ah sí, disculpe —dijo Mikasa disculpándose por no poner atención.
Mikasa pagó y se dirigió de nuevo a su casa.Una vez que llegó, dejó las cosas en el comedor.
Agarró su celular para ver si tenía algún mensaje.Ninguno.
Lo apagó y decidió ir a su habitación de nuevo.
Se acostó en su cama y vio el techo. Era blanco y aburrido, tenía ciertas manchas de humedad en las esquinas. Pero aún así, algo le resultaba llamativo de aquel techo simple y triste.
Lo miró hasta dormirse, para después despertar a las 3:00am para ponerse a pensar si lo que estaba haciendo con su vida era correcto. De nuevo agarró su teléfono, sólo tenía una notificación y eran de las noticias de su país. Volvió a dejarlo de lado, ahora miraba la pared al lado de su cama. La miraba con atención mientras temblaba de frío. Era diciembre y hacía más frío de lo normal. Pero no se tapaba, no buscaba ninguna fuente de calor. Creía que podría superar el frío sin necesidad de cosas externas.
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𝐑𝐚𝐢𝐧| 𝐄𝐫𝐞𝐦𝐢𝐤𝐚 𝐀𝐔
Romansaʟʟᴜᴠɪᴀ | "¿Qué significa la lluvia para ti?" Es una pregunta interesante si te pones a pensarlo. Las personas suelen tener diferentes ideas o percepciones de las cosas, cada quien le da un significado según lo entienda o lo persiva, incluso lo relac...