Deje de doler

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Narrador omnisciente

Mikasa estaba algo nerviosa de camino a casa. Como antes se había mencionado, a Mikasa no le gusta que personas visiten su casa.

—¿Es por aquí? —preguntó Eren.

Mikasa asintió, mientras con sus manos iba dando las indicaciones.

No se sentía tan cómoda mostrando la dirección de su casa.

—Es aquí —dijo Mikasa haciendo que Eren se estacionara.

Mikasa y Eren bajaron del carro.

Estaban en la puerta de la entrada de la casa de Mikasa y ella no sabía qué hacer o decir.

—La fachada de tu casa es muy linda —dijo Eren.

—S-Sí —dijo Mikasa algo nerviosa—. Una amiga me había ayudado a pintarla tiempo atrás.

—Oh eso es genial, ¿cómo se llama?

—Hange —dijo con una pequeña sonrisa.

Eren pensaba que era genial que Mikasa tuviera una amiga, nunca supo si ella conocía a más personas.

—¿Vive cerca de aquí? —preguntó Eren.

Mikasa negó.

—Ella murió —dijo Mikasa mirando el piso.

—Oh, lo siento, no debí preguntar —dijo Eren lamentándose por preguntar.

—No te preocupes —dijo Mikasa con una pequeña sonrisa—. ¿Q-Quieres pasar? —preguntó Mikasa no tan segura.

—Me encantaría, pero quedé de llevar a mi Mamá al médico.

—Oh, entonces te veo luego —dijo Mikasa tranquila. Ella agradeció que Eren dijera que no.

—Descansa bien —dijo Eren abrazando a Mikasa.

—Igual tú —dijo Mikasa con una sonrisa.

Eren le entregó la bolsa con todas las cosas que compró en la farmacia.
Después se subió a su carro de nuevo y le dio una última sonrisa a Mikasa antes de irse.

Mikasa entró a su casa suspirando. No era que no quería a Eren en su casa, simplemente no quiere incomodarlo con el ambiente que trasmite su casa.

Respecto a lo de Hange, no es como que a Mikasa le guste hablar de ello ya que, de nuevo, siente que es su culpa.

—Otra vez —dijo observando su casa—. Otra vez sintiéndome así.

(...)

Eren llegó a su casa con una sabor amargo en la boca, era culpa. Se sentía culpable por la pregunta que hizo acerca de su amiga.

—¿Qué tienes, Eren? —preguntó Carla.

—¿Ah? Nada —dijo Eren.

—Vienes un poco serio —explicó Carla—. ¿Sucedió algo? ¿La pasate bien con Mikasa? —preguntó Carla.

—No, ma yo-... Espera —dijo Eren deteniendose por un momento—: ¿cómo sabes de Mikasa?

𝐑𝐚𝐢𝐧| 𝐄𝐫𝐞𝐦𝐢𝐤𝐚 𝐀𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora