𝐑𝐚𝐢𝐧| 𝐄𝐫𝐞𝐦𝐢𝐤𝐚 𝐀𝐔

Contraste

N/A: Uno de mis cantantes favoritos es Kevin Kaarl. No se sorprendan si uso algunas de sus canciones en este fic. Principalmente la canción de "toda esta cuidad" siento que es una canción que quedaría a la perfección con la relación que tendrán Eren y Mikasa en este fic. Pero eso lo verán más adelante <3)

Mikasa fue a la cafetería donde trabajaba para poder beber algo ahí.

Una vez que entró se encontró a Marco.

—Hola Mikasa —dijo Marco amablemente.

—Hola Marco —dijo Mikasa de la misma manera.

—Hoy no trabajas.

—Lo sé, quiero tomar algo —dijo Mikasa con una pequeña sonrisa que apenas y se podía ver.

—Claro, ¿qué te doy? —dijo Marco sonríente.

—Mmm, Una malteada de fresa está bien —dijo Mikasa y Marco asintió yendo hacia la cocina.

Mikasa empezó a visualizar un poco el lugar. Apesar de trabajar ahí, nunca se había dado el tiempo de observar con detenimiento el lugar.

Se escuchó como alguien entró, pero Mikasa no le dio tanta importancia.

Volteó un poco y vio a la persona que había entrado.

Era un hombre con cabello largo. Lo llevaba suelto, era alto y su espalda era ancha ya que sólo lo veía de espaldas.

Mikasa estaba en la esquina de la cafetería mientras que el hombre estaba en una mesa junto a una ventana.

Contraste.
Contraste era lo que había en ellos.

Ella estaba en una esquina fría y algo oscura.
Pero él estaba en la ventana, con los rayos de sol cubriendo su cuerpo, viendo aquel cielo.

Mikasa llegó a sentir envidia de aquel hombre.

—Aquí tienes, Mikasa —dijo Marco entregándole su malteada.

—Gracias.

Marco se dirigió al hombre a tomar su pedido.

Algo en Mikasa no le permitía dejar de ver a aquel hombre.

Vio como Marco se fue a la cocina a traer el pedido de aquel hombre.

Mikasa acabó su malteada y decidió pararse.

—Marco, ya me voy —dijo mientras dejaba el dinero en la mesa.

—Ok, Mikasa. Cuidate —dijo Marco.

Una vez que estuvo cerca de la puerta, pudo verlo, a aquel hombre.

Se sorprendió al ver que era aquel chico que se había encontrado en navidad.
Otra vez, sintió una punzada en el pecho.

Mikasa salió sin decir nada del lugar y se dirigió al supermercado. Pues necesitaba comprar algunas cosas.

(...)

Eren se encontraba en la cafetería tomando un café con leche, con una rebanada de pastel. Necesitaba conseguir un trabajo.