No se alejó, Mikasa no se alejó. Claramente se encontraba sorprendida, pero no se alejó.
Los labios de Eren se movieron lentamente, acariciando el labio inferior de Mikasa. Fue entonces cuando ella cerró los ojos y empezó a besar también a Eren.
Mikasa no sabía como besar, pero la manera tan lenta y cariñosa en como Eren movía sus labios hacían que siguieran una hermosa melodía, como si la hubieran ensayado por demasiado tiempo al punto de saberla de memoria.
Mikasa puso sus manos en la nuca de Eren, acariciado su cabello mojado. Eren acarició con cariño la cintura de Mikasa, para después con una de sus manos, dirigirse hacia la mejilla de Mikasa y dejar su mano en ella. Con una mano en la cintura de ella y otra en su mejilla, era como si fueran uno mismo.
Fue entonces cuando decidieron separarse lentamente.
Mikasa tenía una mirada avergonzada, mientras que Eren tenía una hermosa sonrisa en sus labios que antes fueron probados por Mikasa.
Sus miradas decían todo, pero a la vez nada. La lluvia era lo único que se podía escuchar en ese lugar.
Fue entonces cuando Mikasa, sin saber que hacer exactamente, puso su cabeza en el pecho de Eren. Él rápidamente volvió a agarrar su cintura y reposar su mentón en la cabellera de Mikasa, ellos siguieron con su baile hasta que la lluvia cesó.
Ninguno decía nada. El silencio siempre era su manera de estar conectados. Muchas veces Eren solía hablar demasiado, pero Mikasa no sabía como seguir la conversación. Ella nunca había tenido la necesidad de seguir una conversación como la sentía con Eren.
Eren rápidamente se separó de Mikasa y la agarró de la mano para ir al carro.
Ambos estaban empapados y no querían enfermarse. Pasaron tanto tiempo ahí que podían ver como iba a amanecer.
Eren abrió la puerta trasera del carro para que Mikasa entrara.
—Mojaré tu carro —explicaba Mikasa.
—No importa —dijo con una sonrisa.
Eren sacó de su cajuela una cobija que llevaba.
—Sé lo que piensas —dijo Eren al ver la expresión de Mikasa por la cobija—. Suelo llevar una cobija porque a veces me peleaba con Zeke y dormía en mi carro —dijo con una risa—. Eso era antes de que se mudara, pero sigo teniendo la costumbre de llevar una.
Eren se acercó a Mikasa con la cobija y se la puso en los hombros para que pudiera obtener calor.
—Entra —le dijo Eren, amablemente.
Mikasa hizo caso y entró a la parte trasera del carro. Eren imitó su acción y pudo ver como él temblaba.
Mikasa abrió la cobija dando a entender que ambos se calentaran.
Pero no se calentarían con la cobija encima, tendrían que ponérsela como capa.
Eren no estaba seguro de acercarse, pues no quería que Mikasa se sintiera incómoda.
—Tápate —dijo Mikasa aún con los brazos abierto.
Eren se acercó lentamente y cuando estuvo justo enfrente de ella, Mikasa lo abrazó calentándolo con la cobija.
Eso tomó por sorpresa a Eren, pero no pudo evitar sonreír.
Ambos se estaban calentando mientras se abrazaban.
Eren frotaba la cobija por encima de los brazos de Mikasa para calentarla.
—Lamento que por mi culpa estés mojada —dijo Eren mientras ponían un mechón travieso detrás de la oreja de Mikasa.
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𝐑𝐚𝐢𝐧| 𝐄𝐫𝐞𝐦𝐢𝐤𝐚 𝐀𝐔
Romanceʟʟᴜᴠɪᴀ | "¿Qué significa la lluvia para ti?" Es una pregunta interesante si te pones a pensarlo. Las personas suelen tener diferentes ideas o percepciones de las cosas, cada quien le da un significado según lo entienda o lo persiva, incluso lo relac...