Sola otra vez

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"En los días soleados salgo a caminar, acabo en una calle bordeada de árboles, volteo a ver los rayos del sol.
Te extraño más que a nada"

—Francis forever, Mitski









Narra Mikasa

Lo maté. Yo maté a mi padre, fui yo y nadie más, yo era la que debía ser castigada.

Puede que siempre quise que él muriera, pero yo tuve que matarlo y eso me dejó traumada. Ver toda la sangre por el cuarto, incluso en mi cara había gotas y él estaba ahí tirado.

—Lo maté —dije sorprendida. Nunca había hecho eso, y nunca había visto un cadáver frente a mi.

—Mikasa —Levi hablaba tranquilo, como si tratara de decirme que todo estaba bien.

—Yo lo maté —dije llorando. No era que me dolía que mi padre estuviera muerto, me dolía que tuve que ser yo la que se manchara las manos de su sucia sangre.

Fui violada alrededor de 50 veces durante 1 año. De la cual la mayoría Levi ni siquiera sabía.

Levi se acercó a mi y me quitó el arma con cuidado. Me abrazó y empecé a llorar.

—Todo estará bien —decía Levi mientras me abrazaba—. Estoy contigo. No te lastimaré.

Llorar en brazos de Levi era tan reconfortante, pero me sentía tan débil y expuesta.

Levi se encargó de deshacerse del cuerpo. La gente sospechaba de nosotros, pero nunca dijeron nada, simplemente nos veían con miedo y rechazo. Levi dejó la escuela y se encargó de mantenerme.

Un día, yo acababa de cumplir 16 años, Levi llevó a una linda chica castaña a la casa.

—Ella es Hange —dijo Levi—. Una amiga del trabajo.

Levi trabajaba en una casa limpiando, era la casa de los padres de Hange.

—Hola —respondí seria.

—Levi me ha hablado mucho de ti, Mikasa —dijo con una sonrisa.

Hange, Hange siempre fue tan amable conmigo. Levi solía decirme que era una persona muy ruidosa y curiosa, solía decir que le molestaba ese tipo de cosas. Pero, cada que hablaba de ella podía notar un brillo en sus ojos.

—Tu hermano es muy serio y amargado —dijo Hange molestando a Levi.

—Cierra la boca, cuatro ojos —dijo bufando, pero otra vez, podía ver que disfrutaba su compañía.

Mi corazón se sintió feliz por un momento. Pero también tenía miedo ¿Y si Levi me dejaba?

Aunque Hange era muy linda conmigo, en ese tiempo solo tenía a Levi conmigo y pensaba que ella me lo quitaría.

Un tiempo después, Levi me preguntó:

—¿No te cae bien Hange? —preguntó Levi.

—No es eso, es muy agradable —expliqué mientras evitaba mirarlo.

—¿Entonces qué pasa?

—No lo sé —dije abrazando mis piernas.

Levi sabía que cambié demasiado desde todo lo que pasó con nuestro padre, pero ahora no entendía que era lo que yo tenía. Pero era simple: no quería que me dejara sola.

Cada que Hange iba a buscarlo me encargaba de decirle que no estaba. Quería alejarla de él, quería que él no me dejara. Era egoísta, mi hermano tenía derecho a volver a hacer su vida, pero yo seguía arrastrándolo a la miseria.

𝐑𝐚𝐢𝐧| 𝐄𝐫𝐞𝐦𝐢𝐤𝐚 𝐀𝐔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora