-¿Lo conoces? -preguntó el Rey Andreus observando la cara pálida de Alysa.
-No... -respondió desconcertada.
-Estas cosas pasan todo el tiempo. Todo lo que nos de información acerca del Sur es útil y necesario. -dijo seriamente- Alysa... La guerra comenzará dentro de muy poco tiempo. Necesito información de Redem, ¿podrías brindármela?
-Lo que usted necesite -respondió decidida aunque algo inquieta.
-¿Qué armamento tienen? -preguntó intrigado.
-Soldados, ballesteros...
-¿Y brujos?.
-No hay ejército mágico... -decidió omitir el detalle de la sangre dóthica de Nicodelo.
-Nuestro ejército mágico lo es todo. Te preguntarás por qué nuestro imperio tiene tantas ganas de acabar con el Sur. La respuesta es sencilla, y no es colonizar...
-¿Por qué?.
-Vengar nuestro imperio de la traición de Nicodelo de Denkra -confesó.
Los ojos de Alysa se abrieron rápidamente.
-¿Nicodelo de Denkra? ¿Cuál traición? Desconozco del asunto.
-Él comandaba nuestro primer ejército Alysa. Nuestros mejores brujos estaban con él, la guerra hubiese sido ganada si no fuera por él. Nos traicionó, acabó con gran parte del pueblo... De nuestros antepasados -comenzó a dirigirse hacia su trono.
-Entonces Nicodelo era de aquí, del Oeste...
-Mató al Rey de Aquios antes de que la ciudad desapareciera... Reclamó el poder y él proclamó el trono. Pero hoy nuestro ejército está más que preparado, ¿y quién mas que tú para entrenarlo, Alysa?.
-Lo siento, pero no creo estar a la altura de entrenar un ejército completo, podría ayudar en la batalla con mis poderes.
-Enséñales lo que tienes, Alysa. Tu potencial -dijo decidido y miró brevemente hacia su habitación.
-Debería pensarlo... -respondió confundida.
-Está bien... Piensa en tu legado. -dijo mirando hacia Adara, quien venía desde la habitación con una pequeña sonrisa.
-Alysa -asintió con la cabeza brevemente y ella le respondió con el mismo gesto para posteriormente retirarse con una sonrisa forzada.
«Adriano...», pensó nerviosa. «Dónde lo tendrán. Necesito saber como está...»
Caminando por el pueblo lentamente, se dirigía hacia la cabaña, cuando comenzó a escuchar a lo lejos los gritos de un hombre. Acrecentó su paso hacia el lugar de orígen de los mismos.
Llegó a la prisión de Denkra y cruzó la entrada.
-¡Ya no más! ¡No hablaré!.
La cara de Alysa se transformó en un gesto de profundo terror durante unos segundos al escuchar la voz de Adriano mientras se acercaba rápidamente a la celda de la cuál provenían los gritos.
-¡No diré nada, me matarán primero, ni una palabra saldrá de mi boca! -gritó agonizando.
-¿Qué hacen? -preguntó paralizada.
-¿Qué más bruja? ¡Obtener información! -dijo uno de los soldados mientras le hacía heridas en las piernas lentamente con su espada, a la par que otro le golpeaba fuertemente la cabeza.
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Saga de Hechicería: La Sangre Mágica
FantasyAlysa siente en lo más profundo que debe encontrar el camino hacia el verdadero propósito para el cuál fue elegida, ordenar cada pieza para lograr la redención de la humanidad con un solo objetivo: unificar la sangre mágica para siempre. Pero el pa...