Tras cruzar por la entrada de Redem, pudieron ver el pueblo como nunca antes, se encontraba repleto de cadáveres cada rincón del mismo. Aún quedaban personas tratando de escapar de los soldados. Algunas estaban siendo torturadas, otras eran sometidas por ellos. Y allí, a lo lejos, se encontraba Henry luchando contra dos soldados.
—Henry... —susurró Nicodelo atónito acercándose a él
Apuntó con la palma de su mano hacia el soldado denkrano pronunciando con odio —¡Mort pentru totdeauna! — El enemigo murió agonizantemente entre gritos. Nicodelo notó que su magia había regresado.
«Mi magia... la tengo nuevamente», pensó aliviado tratando de encontrar una explicación.
Adriano corrió rápidamente a defender algunas personas que estaban sometidas en el suelo, asesinando a los enemigos que las oprimían. Alysa miró el pueblo con una tristeza casi incontenible.
—Henry, ¿estás bien? —apoyó la mano en su hombro
—Señor... ha muerto gran parte del pueblo, hay un ejército mágico custodiando el trono... debe deshacerse de ellos —dijo agobiado
—¿Qué pasa? —preguntó
—Bruja, un ejército completo de magos dóthicos está en el trono —dijo seriamente— no demorarán mucho más en volver a salir, debemos acabar con ellos
Alysa observó a Henry brevemente pudiendo notar las grandes heridas en sus brazos y cara.
—Vindeca complet —pronunció apuntando con su mano hacia las heridas y ante la mirada de Henry las mismas cicatrizaron
A continuación miró a Nicodelo rápidamente
—Ahora que ya sin odio me tratas, ¿qué es lo mejor que podríamos hacer? —lo miró fijamente a los ojos suspirando
—No importa que tan fuerte seamos, nos matarían. Solo queda una opción y la conoces, de eso estoy seguro —sus ojos se abrieron grandes mirando hacia el castillo
—¿Cuál? —dijo desconcertada
—Tierra, aire, agua...
—¿Fuego...? —preguntó confundida
—Todo se perderá —se lamentó— por milenios lo que fue mi casa y la de mis antepasados... pero no hay otra opción. Redem volverá a ser lo que era, no tengo dudas de ello. —extendió su mano hacia ella— el elixir no durará mucho más
—Hagámoslo... —suspiró agitada y tomó la mano de Nicodelo para conectar la magia
Ambos se acercaron a la puerta del castillo, la abrieron y apuntaron cada uno con su mano libre hacia la entrada del mismo. Ella cerró sus ojos y se concentró, mientras que Nicodelo pronunció —Focul mistuie totul—.
Una gran tormenta de fuego entró hacia el castillo recorriendo cada rincón y consumiéndolo por completo de una forma aterradora. Se comenzaron a sentir gritos agonizantes hasta que al cabo de unos segundos amenguaron. Todos los hechiceros dentro del castillo habían muerto.
Adriano asesinó a gran parte de los soldados enemigos con la ayuda de Arkno, quien había entrenado brevemente en el ejército de Denkra y se sentía listo para luchar por su pueblo, pese a todos los acontecimientos del pasado y de ser brujo behárico. Henry quien rendía culto a muerte hacia Redem, seguía luchando para mantener el trono.
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Saga de Hechicería: La Sangre Mágica
FantasíaAlysa siente en lo más profundo que debe encontrar el camino hacia el verdadero propósito para el cuál fue elegida, ordenar cada pieza para lograr la redención de la humanidad con un solo objetivo: unificar la sangre mágica para siempre. Pero el pa...