Al día siguiente desperté al medio día totalmente sedienta. Me levanté de la cama con la ropa del día anterior todavía puesta, mal olor bucal y corporal, de la apariencia ni hablar. Habíamos regresado cerca de las 4:30 de la madruga, caímos rendidos en mi habitación. Como pude me salí sin pisar o lastimar a nadie, bajé las escaleras con extrema pereza hasta llegar a la cocina para servirme un vaso de agua que me tomé enseguida.
Tenía muchísima sed y me serví otro vaso, luego otro y finalmente el último. Tendría que comprar un suero para recuperarme, ya con energía subí a mi habitación y cuidadosamente elegí la ropa que usaría para hoy.
Decidí bajar al primer piso para bañarme ahí, por cuestiones de seguridad quería que el baño de arriba y el del cuarto de Paula estuvieran libres. Ya saben, por si alguien quería vomitar o hacer sus necesidades. Después de 15 minutos ya estaba totalmente fresca, desmaquillada y recién bañada. Con toda la actitud de comenzar el día con el outfit más cómodo que encontré:
Supuse que seguían durmiendo por lo que, decidí hacer chilaquiles para desayunar , una vez que terminé todos empezaron a despertar.
- Hola, ¿Te ayudo con algo? - pregunto una delicada y dulce voz. Era Lucía, que a pesar de haberse desvelado se veía intacta.
-No no, ya terminé. ¿Quieres desayunar? - pregunté con amabilidad mientras me servía.
-Claro, si quieres yo me sirvo. Me incomodaría que tú lo hicieras- respondió segura de si. Me sorprendí y ella al ver mi reacción explicó - Que yo sea tu invitada no significa que eres mi sirvienta, yo puedo hacer las cosas por mi misma y haces demasiado dejándome quedar aquí
- No sé que decir.. - dije riendo
-No importa, no pasa nada. ¿Esto tiene chile? - preguntó señalando la comida
-Si... Por?
-Ah no, nada.. -respondió apenada, sentí una pizca de culpabilidad.
-¿No te gusta? - pregunté nerviosa de su respuesta. Sentiría muy feo que ella tuviera que comer algo que no le gustaba
-No no, es que más bien, no consumo el chile- contestó riendo- no estoy acostumbrada
-Ouhh, lo lamento, no lo sabía. -expliqué rápido, aúnque claro, ella ya sabía eso. -Es que lo hice así por la cruda que estos pendejos se deben de estar cargando. Conozco a mi prima y en estos momentos no se va a soportar así misma- mencioné.
-Ah, no te apures por eso, a Arthur no le pega cruda y como te habrás dado cuenta ayer. Yo no bebo- comentó sirviéndose la comida.
-A mi tampoco me pega cruda- respondí sonriendo.
- Es que somos la verga, por eso- dijo una voz masculina en un tono muy alegre. El chico estaba en la entrada de la cocina mirándonos con una amplia sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Encantos Ocultos
Romance****** -Dios, pero que chico tan guapo! Mira! - dijo la chica sobre excitada mientras golpeaba a su acompañante que no paraba soltar carcajadas. -Tienes toda la razón, es sumamente guapo- afirmó mirando la fotografía un poco sucia dentro del frasco...