Capitulo 23

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En los días siguientes Azael se ha portado más interesado en mi. Más libre pero no sé si realmente es por que Juliet no ha estado en casa. Desde que le conté a Paula lo que la enfermera me había dicho, nos dedicamos a espiar a Juliet ,por si las moscas.

Necesitábamos saber sus horarios, seguirla, todo. Teníamos que tenerla muy bien vigilada. Así que le pedimos ayuda a Leslie, Arthur, Alondra y a su hermano Alejandro, solamente para distraerlo un poco de su dolor.

Yo sé que no es mi problema, es algo que no se puede controlar pero si puedo acompañarlo al menos. No somos amigos, pero puedo hacer algo por él, aunque sea poco. Su situación es difícil e injusta y desde luego que comparto su dolor. Esto es historia de todos los días, todos los días pasa esto, así como todos los días se abusa y se viola a las mujeres y a los infantes. ¿Es tan difícil respetarnos unos a los otros? ¿Realmente tenemos la necesidad de ser personas violentas? ¿Realmente nos molesta tanto aceptar que estamos podridos?

Éramos tantas personas cuidando a una sola persona y aun así se nos peló. No teníamos idea de en donde estaba. No sabíamos a donde se había ido. Nuestras habilidades de detectives fallaron esta vez.

-Al menos la vieja desgraciada no está. Eso puede decir que te puedes meter como la humedad en su relación - insistió por sexta vez en menos de 15 minutos

- No es momento para eso. No te voy a negar, si deseo eso, no la maldad claro esta. Lo deseo a él pero no. No esta bien. Entiendo el amarre y todo pero.. No es correcto - dije nerviosa

-Concéntrate en hacer hechizos y ya después en aclarar tus sentimientos. Estás en fase de negación, quieres hacerlo pero tu moral no te lo permite- dijo Paula con gesto serio.

No dije nada. Tenía toda la razón. Claro que quiero estar con él, ¿Han visto sus manos? Las deseo acariciando todo mi cuerpo. Y joder esa mirada, es puta mirada me vuelve loca. No soy sumisa pero si él me pide que me ponga de rodillas , lo hago totalmente gustosa.

Sacudí la cabeza para apartar los pensamientos de deseo, necesitaba concentrarme en lo que siguiente. Era una cálida tarde de miércoles, tenía la tarde libre. No había ido a trabajar, me dieron descanso esta semana. Así que tendría que trabajar el fin de semana, ambos días completos.

-¿Entonces? ¿Seguimos vigilando? - preguntó Paula con aburrimiento

-No, tengo unos hechizos por hacer, justo como mencionaste. ¿Te parece si más tarde festejamos con nuevos tatuajes? - pregunté emocionada.

Sus enormes ojos brillaron de alegría, sentí mi corazón llenarse de calidez. Era inevitable contagiarme de su reacción.

-Hasta la pregunta ofende mujer - respondió indignada

Subí a mi cuarto y acomodé el espacio para realizar un hechizo de rebote para que de le regrese todo lo que ha hecho e intentado hacer. No me tomó mucho tiempo hacerlo, todo salió muy bien. Al finalizar me sentía más tranquila, más cómoda, más libre y felíz.

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 -¿Listas? - preguntó el tatuador

-Siempre - contestó Paula de la forma más tranquila posible.

-No mames que nervios, y eso que a mi no me van a tatuar - dijo Leslie mientras se mordía las uñas

Todos soltamos risitas nerviosas. Encendieron las maquinas y entonces comenzó la magia. Después de realizar mi hechizo le pedí a unos amigos del trabajo que, nos tatuaran a Paula y a mi. Ambos accedieron. Saúl tatuaba a Paula, siempre que a mi me tatuaria Raúl.

Encantos OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora