Por la noche , al recostarme repase por milésima vez los hechos de esta tarde. Tenia un montón de emociones encontradas y sobre todo. No queria pensar en lo que paso con Juliet, en mi mente solo queria tener su esposo, despues de todo disfrute mucho lo del vibrador. Podía jurar que a partir de este día, ya no tendría vergüenza de nada. Podía hacer y deshacer sin ningún tipo de vergüenza, lo que hice con Azael esta tarde, realmente me ha quitado la pena.
Recordé una de las cosas que Azael me habia dicho. Entonces el rubor recorrió mis mejillas.
Flash back*
- Por favor cárgalo siempre contigo, ok? - dijo en un tono serio
- ¿Siempre? - pregunte confundida. Recuperando mi raciocino.
Es totalmente ridículo llevarlo conmigo siempre, ¿Para que? Si alguien esculca mi bolsa.. No quiero ni pensarlo. Además, no puedo usarlo en otros lugares. Dentro de lo razonable cierto.
- Si señorita Ferrer. Siempre - contesto firme. Sin apartar la vista de mis ojos - Uno nunca sabe las vueltas que da la vida, no sabes cuando puedas necesitarlo de nuevo- Respondió con coquetería
- Jamás saldré de casa sin el - susurre en su oído, erizándole la piel del cuello- Y tenga por seguro que, cuando olvide llevarlo conmigo se lo hare saber para que pueda castigarme - Acaricie sus labios con mi pulgar y con mi otra mano acariciaba desde la barbilla hasta su cuello.
Su reacción me divirtió bastante, sus hermosos ojos se abrieron mostrándose sorprendido. No lo voy a negar, siempre voy a disfrutar de cada una de sus reacciones. Tentarlo de esta manera me gusta bastante, me da mil años de vida y bueno, ¿Qué más puedo decir? No se como explicarlo, pero me gusta ponerlo nervioso. Me gusta sacarlo de quicio con mis comentarios imprudentes y dejarlo en blanco, para después abrir la boca con un comentario peor.
- ¿Cree que pueda caminar, señorita ?- pregunto divertido. Al principio no entendí su comentario- Sus piernas no dejan de temblar. -Sonrió con malicia- Si así termino con un vibrador ahora imagínese como terminara cuando pueda tenerla bailando en mi cama
-Si serás imbécil. Búrlate mientras puedas Azael, el poder lo tengo yo- pensé
-No espero menos de usted. - sonreí - Y espero que lo haga por que, se esta tardando mucho en darme lo que quiero profesor - respondí muy cerca de sus labios
-¿Y que es lo que quiere? - pregunto sin dejar de mirar mis labios. Bingo.
-Te tengo justo donde quiero, esto no lo veras venir. -pensé divertida
- Quiero sentarme en su cara , profesor Remington- respondí con seriedad. Sus pupilas se dilataron oscureciendo sus preciosos ojos.
Maldita sea Remington, tu mirada me pone de rodillas y eso que yo no tengo nada de sumisa. -pensé nerviosa
- ¿Qué? ¿Le comió la lengua el ratón, profe? - reí - Solo espero que la encuentre pronto y que la sepa usar tanto como yo
Espere unos segundos para ver su reacción, su rostro estaba serio y rojo. Muy rojo. Definitivamente habia perdido todo su autocontrol. Y para desatar el caos me acerqué mas. Le pase mi lengua por los labios y me retire lo mas rápido posible para no caer en la tentación.
Lo único que se escuchaba en la habitación eran nuestros corazones latiendo con fuerza, no por miedo a que nos vieran o por que estábamos nerviosos. Era nuestro deseo.
-Por cierto, me veo en la necesidad de decirle que yo también dejo las piernas temblando - respondí coqueta antes de cerrar la puerta a mis espaldas
Fin del flashback*
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Encantos Ocultos
Romance****** -Dios, pero que chico tan guapo! Mira! - dijo la chica sobre excitada mientras golpeaba a su acompañante que no paraba soltar carcajadas. -Tienes toda la razón, es sumamente guapo- afirmó mirando la fotografía un poco sucia dentro del frasco...