Capitulo 18

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Me desperté temprano como de costumbre para poder hacer toda mi rutina matutina. Después de meditar, hacer yoga, y bañarme. Me di cuenta que Paula ya se había ido a la universidad, me puse la ropa y tomé mis cosas.

Entré a la cocina para preparar el desayuno, Sonreí al observar que en la estufa ya estaba el desayuno hecho. Paula preparó waffles :

-Perfecto, me voy a dar - dije mientras ponía los waffles en mi plato.

Los preparé con fruta y miel encima. Preparé agua para el café mientras daba las primeras mordidas de mi desayuno. Comencé a mirar a la nada mientras me perdía en mis pensamientos , solo una persona acudía a mi mente. Azael.

¿Le habrá gustado su tatuaje mucho? ¿Cuando lo volveré a ver? ¿Pensará en mi? ¿Soñará conmigo? ¿La habrá pasado bien cuando lo estaba tatuando? ¿Me extrañará? ¿Le parezco hermosa? ¿Que pensará sobre mi? ¿Sentirá lo mismo que yo siento?

Sacudí la cabeza tratando de alejar esa clase de preguntas que constantemente invadían a mi mente, una vez mi mente despejada recordé que había puesto el agua para el café. Preparé lentamente mi café mientras mi mente viajaba a otros los lugares.

-Me gustaría saber cual es el sabor de su boca- pensé mordiéndome el labio.

Terminé rápido mi desayuno, lavé los trastes aún pensando en Azael y en lo mucho que me gustaría tener otra conversación cálida con él. Existen tantas cosas que me gustaría saber de él , son tantos temas los que quisiera tocar con él. Si sigo corriendo me voy a estrellar y el putazo será muy doloroso y desconcertante.

Salí de la casa y me fuí conduciendo en mi motocicleta hasta la Universidad, estaba a 20 minutos de mi casa así que iba con muy buen tiempo. La puntualidad es algo que valoro muchísimo, siempre procuro estar presente antes de tiempo para evitar llegar tarde. Como dije, llegué temprano a la Universidad, estacioné mi motocicleta. Caminé por el pasillo semi desierto hasta el salón , desde donde yo estaba podía ver que el salón estaba vacío. Me equivoqué.

Al llegar a la puerta me dí cuenta de que no estaba tan vacío como se veía a simple vista. Una figura alta y familiar estaba sentada en el escritorio de profesores. Sus brazos tonificados se marcaban a través de la delgada tela de la camiseta negra.

- ¿Me equivoqué de salón? - pensé confundida.

Mi corazón se detuvo y todas las palabras se me atoraron en la garganta. La persona que estaba sentada era nada más y nada menos que Azael. Él igual que yo, estaba impresionado. Podría notarlo por la expresión de asombro. Yo aún seguía de pie en la puerta del salón, cuando mostró su hermosa sonrisa dejándome hechizada una vez más.

-Dios esa sonrisa, que me parta un rayo. O mejor él. - pensé

-Adelante, puedes tomar el lugar que quieras - contesto con amabilidad.

Caminé con las piernas temblándome, rezando para no caerme o tropezarme de los nervios. ¿Estoy viviendo a caso mi historia de Wattpad? ¿Será esta una señal de que él es mi ser amado?

-Que pase lo que tenga que pasar - pensé tranquilizando me.

Me senté justo en frente de su escritorio porque me gusta ver el mundo arder. Él bajo la cabeza sin ocultar la enorme sonrisa que tenía en el rostro. Un mechón de su oscura cabellera le cubria la mitad del rostro dándole una apariencia bastante ruda y sexy.

¿Cómo se sentirá tener su cabello entre mis dedos? ¿Cómo se sentirá tocar su marcada mandíbula, su barbilla y su rostro?

- Sabes... No he podido sacarte de mi mente, he pensado mucho en ti- soltó sin más. Mi corazón sufrió un mini infarto por la impresión volviéndome a la realidad.

Encantos OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora