Es ella (Parte 2/2)

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Todo está sucediendo muy rápido, cómo voy a explicarle a Charlie que "la chica de sus sueños" está en camino para sacarnos de aquí

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Todo está sucediendo muy rápido, cómo voy a explicarle a Charlie que "la chica de sus sueños" está en camino para sacarnos de aquí. Debí decirle cuando tenía oportunidad—Tierra llamando a Natalie —con eso regresé en mí, despegué la frente de la puerta y me giré para encarar a mi mejor amigo—. ¿Estás bien? Te estabas pegando en la frente con la puerta —asentí dejándome caer al piso. El chico frente a mí frunció su entrecejo. Se sentó a mi lado y observó mis movimientos. Pasé ambas manos por mi cara—Si quieres..., cuando salgamos de aquí..., podríamos terminar lo que comenzamos —sabía a lo que se refería, pero no podía ni siquiera emocionarme por esa idea.

—No entiendes Charlie, todo está perdido —él pasó su brazo alrededor de mis hombros, no entendía de verdad, pensaba que estaba en crisis por que estamos encerrados aquí por casi más de una hora. Pero en realidad estoy en crisis porque Camila y él van a verse las caras—. Tengo miedo que tú...

Escuché como la puerta principal se abría, a lo lejos, también se escuchaba la voz de la chica maldecir—¿Natalie? ¿Amigo de Natalie? —sus pasos cada vez eran más fuertes. No quería, ya no quería salir de aquí, estaba bien si me quedaba aquí para siempre con Charlie.

—¡Por aquí! —Gritó el chico. Le di una mirada asesina y él solo sonrió algo incómodo. No, no, no, por favor no abras la puerta Camila. Mis manos estaban sudando y mi estómago estaba revuelto. Caminé de lado a lado buscando alguna alternativa para no colgarme del techo ahora mismo—. Ya casi salimos de aquí, Natalie —mi mejor amigo me tomó por los hombros intentando calmarme, pero yo no podía.

—Bien chicos, los sacaré de ahí —habló Camila al otro lado de la puerta. Escuché la perilla girar. Me recargué en ella y cuando se abrió caí al frío suelo de la cocina—. ¡Natalie! —la chica se agachó y colocó su palma de la mano en mi frente, Charlie también se agachó para poder revisar que estaba bien. Aún no se veían las caras, que iba a hacer yo, de todos modos lo van a hacer.

—Ohh... —Charlie se quedó perplejo cuando pudo observar quien era, ambos se sonrieron y olvidaron completamente que yo estaba tendida en el suelo—. Me llamo Charlie —ella tendió su mano esperando a que él la estrechara, pero como mi mejor amigo es un romántico de primera la tomó y depositó un beso en ella. Rodeé los ojos. Que rabia me estaba dando esta escena.

—Camila —ella continuó mientras le daba una mirada seductora, típico de cualquier mujer cuando te gusta alguien.

—No se besen frente a mí —ambos me miraron y recordaron que estaba tirada en el suelo con dolor de espalda. Charlie se encargó de ayudarme a levantar—. Estoy bien —me agarré de la barra y me sostuve ahí. Me sentía débil, con ganas de vomitar, con el estómago revuelto y muy mareada. Podía observar como ellos estaban hablando pero no podía escuchar nada, solo un pitido y poco a poco los veía más borrosos. Ambos voltearon conmigo algo confundidos—. Estoy bien —fue lo único que dije antes de perder la conciencia y desmayarme.

Me desperté un poco adolorida, estaba en mi habitación. Camila y Charlie estaban mirándome a un lado de mi cama—¿Te sientes mejor? —preguntó mi mejor amigo. Asentí soltando un suspiro.

—Pediré comida, necesitas comer —la chica se apresuró a tomar su teléfono y pedir algo de comer. Ella salió de la habitación y Charlie detrás. Ay no, al menos puedo admitir que estoy un poco celosa, que digo, ¿un poco? Estoy muy celosa. Me hierve la sangre al saber que se conocen y se gustan.

Pasaron como 5 minutos y pude escuchar como estaban riendo. Me levanté de la cama para espiar en el umbral me recargué observando sus movimientos, ellos reían a carcajadas, hasta que se tomaron de las manos, abrí mis ojos, oh no, sobre mi cadáver. Caminé hasta donde estaban ellos e hice el mayor ruido posible al bajar las escaleras para que se dieran cuenta de mi presencia. Charlie deshizo el agarre de sus manos y volteó hacia mí. Sonreí mirando a ambos—Lo siento chicos, no sé qué me pasó —el chico con el que me había besado en el armario estaba coqueteando con otra mujer en mis narices, tal vez le había ocultado el hecho que sabía quien era la chica a la que estaba buscando, pero no se justifica que me haga eso.

—¿Puedo hablar contigo, Natalie? —Charlie se levantó y se quedó frente a mí, asentí, un tanto nerviosa. Me hizo una seña con la cabeza para que nos adentremos a mi habitación. Él cerró la puerta cuando estábamos dentro—. Tú sabías que la chica a quien estaba buscando era conocida tuya y no me dijiste —era una afirmación un tanto obvia del porque yo no le había dicho nada, quiero decir, sí lo iba a hacer pero pasó lo que tenía que pasar y acepté que me gustaba Charlie—. Natalie, ¿por qué no me dijiste? —se acercó un poco más a mí. Estaba molesto, su tono de voz era más hostil con cada oración que decía, no quería intervenir, sabía que diría alguna tontería y se molestaría más—. Es que no entiendo como eres... —ya basta, me enojé, así que lo interrumpí.

—Lo hice por que me gustas, Charlie. Y creí que después de lo que sucedió ahí adentro te habías dado cuenta —se mantuvo callado, se sentó al borde de la cama y me miró negando—. Y sí, lo sé, soy egoísta por solo pensar en mí, por solo quererte para mí —él hizo una mueca—. Pero no puedes hacerme esto, coqueteas con ella como si tú y yo no hubiésemos hecho nada.

—¿Pero tú si puedes? ¿Qué es lo que harías si aparece David justo ahora? Claramente correrías a sus brazos Natalie —tenía razón, no dejaba de pensar en mí.

—La chica que tanto esperaste está afuera de esta habitación, es ella —sin decir nada se levantó y salió de la habitación. Me quedé triste parada en el mismo lugar, solo pensando en lo que había sucedido, no debí haberlo besado. La puerta se volvió a abrir, observé a Charlie de nuevo asomarse. Fruncí mi entrecejo.

—Hablaré con ella —y antes de que pudiera preguntar algo, volvió a salir sin explicación. ¿Qué me quiso dar a entender con eso? No estaba entendiendo nada, estoy toda confundida. No sé qué pensar ya.

Volví a la cocina, pero ellos ya no estaban, me senté en un banco de la barra. Miré una bolsa, ahí estaba mi comida. Sabía que esto pasaría, solo debí haber dicho la verdad. En el plato donde estaba mi comida había una nota que decía: "Tuvimos un inconveniente, nos vemos luego". Lo que menos quería era verlos a los dos juntos, genial, tendré que soportar esa idea.

—¿Qué haces comiendo sola? —pegué un salto en mi asiento, estaba tan sumida en mis pensamientos que ni siquiera escuché cuando David entró. Él sonrió caminando hacia mí, tragué saliva ignorando las náuseas que me estaban dando. ¿Qué haré? Eres una perra desgraciada, Natalie, también eres una adulta hecha y derecha, habla con la verdad. Le dediqué una sonrisa también.

—Ah... Tu sabes..., comiendo..., comida —rió mientras depositaba un beso en mi frente. Que sucia y tonta me siento ahora mismo. Rasqué mi cabeza un tanto incómoda, no sabía cómo decirle esto o cómo es que iba a reaccionar—. David, tengo algo que decirte —se sentó frente a mí y asintió—. Emm... No sé..., cómo... —estaba muy nerviosa, no quería perderlo, pero lo que hice es imperdonable—. Me..., yo me besé con Charlie —su cara se tornó seria, sin ninguna expresión, solo estaba ahí mirándome. Ay no, qué hice.

—¿Estás bromeando? —ojalá lo estuviera haciendo, no pensé bien todo. No debí hacerlo, fui mala persona—. No puedo... —se levantó de su asiento y caminó hasta la salida. No puedo dejarlo ir así como así.

—¡David, por favor! No te vayas, solo fue un estúpido beso —alcancé sus pasos y lo tomé del brazo. Se giró para tomar mi mano y mirarme a los ojos. Estaba realmente dolido y yo no podía hacer nada, solo aceptar que me equivoqué—. Perdoname, cometí un error, es que...

—Natalie, te perdono si eso es lo que tanto te preocupa. Pero necesito que me dejes procesar todo esto —soltó mi mano y salió. Él no se merecía esto, me sentía la peor persona del mundo. Soy una estúpida.

Comencé a llorar lamentándome por mí misma, no había nada que hacer, lo perdí de la peor manera posible. Me sentía tan sola, necesito un abrazo y que me digan que todo estará bien, que cualquiera comete errores. Probablemente esté hecha un desastre, probablemente hice un desastre.

Un amor cliché  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora