Un amor cliché [COMPLETA]

Mi tatuaje con la "d" de David

Tallé mi pelo con shampoo mientras tarareaba una canción. Ayer David me había llamado y me invitó a salir, obviamente acepté. No sé si me vi muy desesperada cuando le dije que sí.

"—Me preguntaba —soltó un suspiro, estaba nervioso, se le escuchaba un poco en su voz—, ¿si mañana quieres salir conmigo? —ustedes ya saben mi respuesta, era totalmente evidente.

—¡Sí! —aclaré mi garganta. -Viéndolo bien eso fue demasiado-—, quiero decir, revisaré mi agenda. Oh, genial sí puedo."

Coloqué la toalla alrededor de mí, sonreí. David me había dicho que iríamos a un restaurante que estaba frente a la "playa de la concha". La verdad no me arrepiento de haberme mudado a San Sebastián de nuevo.

Busqué algo apropiado para ponerme, encontré un vestido negro, no estaba largo por lo que iba bien para la ocasión. No sabía que más ponerme, así que opté por eso.

—Hola —di un pequeño brinco del susto que me metió mi mejor amigo. Me giré y le dediqué una sonrisa. Charlie tenía las llaves de mi casa, él podía entrar y salir cuando quisiera.

—Hola —tomé un short de mi cajón para meterlo en una pequeña mochila. Era obvio que David y yo terminaríamos dándonos un baño en el agua—. Adivina quién tiene una cita —me miró entusiasmado sentándose en la cama.

—¿Vas a salir con David? —asentí— Me robó la idea. Mañana yo quería llevarte a la playa —fruncí el entrecejo, ni siquiera le había dicho que iría a la playa—. Vi tu bikini en la bolsa —respondió como si hubiese leído mi mente. Rodeé los ojos, me senté junto a él dedicando una sonrisa.

—Sólo vamos a cenar —su cara perversa hizo que yo soltara una carcajada—, no de esa forma, Charlie pervertido —comencé a maquillarme. Al cabo de un rato, el chico a mi lado me arrebató la brocha con la que me colocaba el rubor—. ¡Oye!

—No necesitas todo ese maquillaje para verte linda, Natalie —le sonreí. Si es cursi conmigo, no quiero imaginar como lo es con su novia.

—Eso me halaga mucho —tendí mi mano—, pero necesito eso —intenté quitárselo, pero lo apartó de inmediato—. ¡Charlie! —crucé mis brazos como si fuera una niña pequeña— Bien, puedo hacerlo con los dedos —volvió a mirarme como si lo hubiera dicho con doble sentido, le di un leve empujón. Antes de que agarrara mi bolsa de cosméticos él la tomó también.

—Quitamela —me retó. Levanté la ceja y seguido de eso me lancé sobre él quitándole la bolsa. Movió la brocha de lado a lado delante de mí cara. Lo empujé e hice que se tambaleara, tomó mi mano justo antes de caer al suelo. Caí encima de él, ambos reímos.

Charlie me miraba con detenimiento, como si me estudiara, con descaro bajo su mirada a mis labios. Esto parecía una escena romántica perfecta, bueno, yo estaba arriba de él, mientras Charlie sostenía mi cintura y veía mis labios, parecía que quería comérselos—La tengo —mostré la brocha delante de nosotros. Se la quité mientras él estaba distraído.