Quería vomitar, había bebido bastante alcohol ya, pero aún estaba lo suficientemente consciente como para olvidarme del problema en el que estoy metida junto a Charlie. Hoy conocería a los padres de David en persona, no puedo, no es correcto, debería irme de aquí cuanto antes. Tomé mi bolso de la mesa en la que permanecía sentada, estaba dispuesta a llegar a la salida.
—Hija, ¿dónde habías estado?, llevó dos horas sin verte —mi madre se interpuso en mi camino evitando que llegara a la puerta del salón. Me tambaleé pero logré mantener el equilibrio, levanté mis cejas y abrí muy exageradamente mis ojos buscando enfocar bien la cara de mi mamá.
—He estado escondida en la barra, junto al barman —no era broma, me quedé aproximadamente una hora y media escondida debajo, hasta que decidí por fin salir para agarrar el suficiente valor de acoplarme aquí.
—No puede ser, ya estás borracha. Le diré a tu hermano que te ayude —fruncí mi entrecejo cuando vi que se fue de prisa. Ahora si, di unos pasos esta vez saliendo del lugar, sonreí al ver a Charlie afuera a unos metros de donde estaba yo, estaba hablando con Camila, me hallaba aproximandome a ellos hasta que vi como se abrazaban y se sonreían. Ya no sabía que estaba pasando, si eran los once vasos de margarita que llevaba o eran simplemente mis sentimientos haciéndome sentir extraña.
Ellos me miraron , simplemente me di la vuelta para regresar por donde antes había salido. En cuanto volví a entrar todo el salón dio muchas vueltas, me quedé paralizada mientras me agarraba de la puerta. Vi a mi lado, ahí se encontraba parada Gabriela mirándome con una sonrisa burlona—Acompáñame —tomó mi brazo para guiarme hasta una de las mesas, ahí estaba David y sus papás. Oh no, por favor no, estoy muy mal ahora.
—¡Natalie! —El chico con el que estoy comprometida se levantó de la silla en la que estaba para venir hasta mí—, al fin apareces. Tengo que presentarte oficialmente con mis padres.
—David, no puedo —me tropecé en cuanto Gabriela quitó su agarre de mi brazo, ahí el chico se dio cuenta que no estaba en mis cinco sentidos. Él pasó sus manos por su cara un tanto frustrado—. Lo siento, si era plan emborracharme, pero pensé que no tendría en tanto de qué preocuparme.
—Vamos, solo actúa normal —asentí no tan convencida, claramente me veía borracha e iba a ser difícil hacerme pasar por sobria. Di mi mejor sonrisa cuando nos acercamos completamente a la mesa, iba agarrada del brazo de David para evitar caer al suelo y hacer una escena.
Los padres de David y yo no nos conocíamos en persona pero si habíamos interactuado un poco, no lo suficiente para agarrar confianza, al menos no sería tan incómodo. Ambos familiares de David me dedicaron una sonrisa tan pronto me senté en la mesa—Pero que guapa estás, mucho gusto conocerte al fin —la madre de David fue la primera en romper el hielo. Juro que cuando intente verla, mire dos de ella, parpadeé repetidas veces, seguramente me veía ridícula.
—El... Ahhh... El gusto es mío —no estaba nerviosa, simplemente no podía concentrarme al ver todo mi alrededor doble, solté una risa en cuanto volteé a ver a Gabriela, estaba distorsionada me parecía divertido verla así—. ¡Oh! Me gusta mucho esta canción. ¿Quieren bailar suegritos? —no tenía ni idea de que canción era la que estaba sonando, solo quería saltarme de hacer alguna ridiculez. Me paré sin esperar respuesta de nadie y caminé hasta la pista de baile en la que había gente bailando, era la suficiente como para desaparecer de la vista de ellos o al menos eso creía yo.
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Un amor cliché [COMPLETA]
RomanceNatalie y Charlie han sido mejores amigos desde que eran unos adolescentes. Aunque hubo sentimientos el uno por el otro, jamás dejó que eso arruinara su amistad. Pero, ¿qué pasaría si esos sentimientos volvieran años después? ¿Sería extraño porque a...