Ventaja de estar ebria

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—¿Estás grabado esto? —reí frente a la cámara del celular de Trevor. Nos encontrábamos delante a mi casa así que apunté a esta y dije hacia el teléfono:—. Aquí vive una ridícula —es cierto, es la misma ridícula que está viendo esto. Cerré los ojos y negué acercándome hasta los maceteros—. ¿Qué se supone que es esto? ¿Un huevo? —reí al ver que los maceteros eran cuadrados, Natalie borracha ni siquiera puede diferenciar entre un círculo y un cuadrado.

—Mi amor —David se acercó a mí con una botella de cerveza en su mano, rodeó mi cintura con la otra y me acercó a él—, vamos a casarnos.

Trevor cambió a la cámara frontal mostrando su rostro y cabello celeste—¡Tenemos boda! —caminó un poco más cerca de nosotros—. ¿Puedo ser el padrino? —ambos asentimos sonrientes.

...

—Dile a la cámara lo qué vas a tatuarte —miré a mi compañero de borrachera, Trevor acercó el celular al tatuador.

—Bueno, yo pensaba en algo para demostrar lo enamorada que estoy de David —di un trago a la cerveza que compartía con todos y proseguí—, su inicial en un corazón no es mala idea —mi yo borracha es una estúpida de verdad—. También me vendrían bien unas perforaciones en la nariz —es lo único que mi yo sobria quería hacer.

...

Ahora todos estábamos sentados en el suelo de un callejón junto a un vagabundo mientras cantábamos una canción infantil a todo pulmón. Pasé mi mano por el hombro de David sonriéndole—Eres perfecto, no puedo creer que seas familia de la perra de Gabriela —colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja para después poner su mano en mi mejilla.

—Tu eres más que perfecta Natalie —nuestro alrededor estaba en silencio mientras nuestros acompañantes estaban viéndonos con una cara de ternura.

—¡Vivan los novios! —gritó el vagabundo parándose del suelo y subiéndose al carrito del supermercado que le habíamos regalado. Él señor comenzó a llorar—. Yo tenía una novia, no me sé su nombre, pero la recuerdo porque le picó una cobra —al parecer en ese momento fue conmovedor ya que lo seguimos en su llanto.

Los demás videos son de la cara de Trevor intentando voltear la cámara frontal a la trasera, pero estaba muy ebrio como para hacerlo. Chasqueó la lengua con frustración—Eh, ayúdame —el chico a un lado de él tomó el teléfono frunciendo el ceño.

—Trevor —se escuchó mi voz llamando al chico—, hay que llamarle a un taxi para este hombre, no está muy cuerdo que digamos —en ese momento no era quién para decir eso.

—Ya mismo.

...

Tecleé algo en mi teléfono y después lo coloqué en mi oreja—Marcus —ay no, que no haya dicho nada ridículo—, habla tu peor pesadilla —porqué soy así—. Escúchame maldito patán de mierda —tenía claro que si se lo merecía—, te odio con toda mi alma y si te vuelvo a ver cerca de mí, te arrancaré las bolas con mis propias manos, las cocinaré y te las daré de comer —colgué al terminar la última oración, era exactamente lo que quería decirle desde que me terminó por mensaje.

Todos mis acompañantes aplaudieron mientras soltaban algunos silbidos y otros ruidos escandalosos—Ahora temo por mis pelotas —dijo David para que nosotros termináramos soltando unas carcajadas.

—No puede ser Natalie —rió Trevor con la cámara selfie en mi teléfono—, llamaste a las pizzas —detuve el video justamente donde la cámara pasaba por mi cara de frustración y le tome captura de pantalla. Esto va para Charlie, cuando me cuente algo que me ponga así.

...

—Salgan de la tienda —el guardia de seguridad del supermercado nos estaba echando ya que había caído encima de las donas que antes nos íbamos a robar.

—Señor, nosotros simplemente queríamos robar... —dejé de hablar al momento que me percaté de eso—, comprar unas donas —toda nuestra bola de compañeros iba detrás del guardia, hasta que llegamos afuera.

—No quiero que entren borrachos a la tienda —al parecer fui la única que se ofendió con su comentario, hice una cara de disgusto total y di un paso enfrente de todos.

—Si estuviera ebria, pudiera hacer esto: —entonces, algo raro y épico sucedió, comencé a cantar de una manera hermosa, parecía que tenía años de práctica, pero no, jamás me he metido a clases de canto y si intento cantar alguna canción parece que un perro fue atropellado.

—Muy impresionante, pero salgan de aquí antes de que llame a la policía —el de seguridad interrumpió mi melodiosa voz con dichas palabras. Él se metió de nuevo al establecimiento, así que aproveché y hurté aquel carrito del supermercado.

***

Charlie y yo nos miramos perplejos por lo que habíamos visto. Gracias a que Trevor se puso en contacto conmigo, me había mandado todos los videos en donde salíamos David y yo, así que decidí enseñarle a mi mejor amigo—¿Qué demonios Natalie?, te ibas a casar con David —rodé los ojos.

—Charlie, estaba cantando —me giré hacia él para poder tomarlo de los hombros y sacudirlo—, ¡Cantando! —todos los años hay un concurso de canto en un bar cerca de aquí, siempre participo y obviamente siempre pierdo, pero no este año—. Vamos al bar, tengo que anotarme en el concurso —guardé mi celular en el bolsillo de mi pantalón—, esta vez ganaré y humillaré a todos.

—¿Qué? La única manera de que cantes bien es que te pongas ebria —asentí, ese se suponía que era el plan. Emborracharme para subir a ese escenario y cantar como nunca. Iba a sacar provecho de esto, una ventaja de estar ebria—. Si te descubren te descalificarán.

—Podrías entrar tú también, tú cantas maravilloso —arrugó la nariz negando—, vamos será divertido, haremos un dueto —se encogió de hombros mientras sonreía.

—Con una condición —fruncí el ceño—, que cantes por ti misma, yo te ayudaré —hice una mueca mirándolo directamente a los ojos. Suspiré dándome por vencida.

—Bien —se levantó de su asiento para estrecharme en sus brazos—, tienes que enseñarme bien, el premio de este año es un viaje con todo incluido a Cancún —le sonreí cuando se separó de mí. Cada vez que lo veía por mi mente solo pasaba el recuerdo de aquel día en el que me besó y quiero creer que solo está demasiado confundido por lo que pasó con Gabriela. Me miró por unos instantes más para pasar su mano por mi mejilla acariciando esa parte.

—Regresé con Gabriela —¿qué rayos acaba de decir? 


Un amor cliché  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora