El significado de protegerte con mi vida

Capítulo 25: Hanguang-Jun

Wei Wuxian acababa de salir de los Túmulos y estaba agotado. Toda su determinación anterior seguía ahí, pero su cuerpo se había rendido a pesar de sus esfuerzos. Había querido dirigirse directamente a Meishan para empezar a buscar a sus hermanos allí, con la esperanza de que hubieran llegado al menos hasta allí. Tal vez estuvieran aún con su abuela, sin saber que sus padres estaban vivos y prisioneros en las mazmorras de Ciudad Sin Noche.

El ánimo de Wei Wuxian decayó de repente al recordar que no sabía cuánto tiempo había pasado atrapado en los Túmulos. Bien podría ser que el tío Jiang y la señora Yu ya no estuvieran vivos. Su corazón volvió a ser atravesado por la culpa; debería haber sido más rápido. Siempre llegaba demasiado tarde y lo odiaba. No, cuando encontrara a sus hermanos, no debería decirles nada y comprobar primero si el tío Jiang y la señora Yu estaban realmente vivos, odiaría darles falsas esperanzas, eso los arruinaría.

Sus ojos se cerraban a su pesar y todo su cuerpo se volvía insoportablemente pesado, quería dormir una semana antes de hacer nada. Sin embargo, sabía que no podía hacerlo, no hasta que se asegurara de cumplir su promesa; tal vez había sido el último deseo del tío Jiang y de la señora Yu, por lo que él sabía.

Se recompuso y se dirigió hacia la ciudad que veía a lo lejos, seguramente allí podría conseguir comida y refugio para la noche, y podría recabar información sobre el tiempo que llevaba desaparecido y cómo había progresado la guerra hasta el momento, pues estaba seguro de que el incendio de los Recesos de las Nubes y el ataque a Muelle del Loto eran sólo el principio. Ya temía lo que iba a saber.

Cuando pisó la concurrida calle, vaciló ligeramente, no acostumbrado al ambiente ajetreado y a la multitud después de un período tan largo de soledad y aislamiento. La cabeza empezó a dolerle aún más. Tenía que volver a salir de la calle, cuanto antes, probablemente debería encontrar una zona menos animada. Pero antes, todavía tenía que hacer algunas preguntas y entender qué había pasado en su ausencia y cuánto tiempo había pasado.

Apretó los dientes y empezó a preguntar a los tenderos de los alrededores. Parecían contentos de compartir sus cotilleos y se enteró de la guerra que había estallado y de las fuerzas aliadas que se unieron para combatir a la secta Qishan Wen y a su líder. No podía preguntar directamente por Jiang Yanli y Jiang Cheng, estaba seguro de que los mercaderes que estaban tan lejos no los conocerían, pero se alegró mucho de saber que la secta Yunmeng Jiang volvía a ser una de las más poderosas. Eso debía significar que al menos uno de sus hermanos estaba bien.

Antes de poder saber más, sintió que ya había tenido suficiente. Necesitaba un poco de descanso y luego continuaría. Se dio la vuelta y quiso salir de la ciudad cuando, de repente, se quedó congelado en su sitio al creer oír una voz familiar que decía su nombre. Se quedó parado, convencido de que si Jiang Cheng le estaba llamando de verdad y no era sólo una ilusión de su mente cansada, su hermano seguramente no se rendiría hasta que le escuchara.

"¡Wei Wuxian!"

Ahí estaba de nuevo y Wei Wuxian apenas pudo contener las lágrimas cuando se dio la vuelta y sus ojos divisaron inmediatamente la figura vestida de púrpura. Se quedó en su sitio, todavía atónito por el hecho de que su hermano estuviera aquí, sano y salvo y tan vivo. Incluso llevaba la túnica de la secta Yunmeng Jiang, así que los Wen ya no debían estar tras él. Seguramente Jiang Cheng no sería tan estúpido como para pintar una diana en su propia espalda, esa era la especialidad de Wei Wuxian.

Antes de que pudiera hacer nada, sintió que su hermano lo alcanzaba en un abrazo que le rompía los huesos, justo en medio de la concurrida calle en la que aún se encontraban. Al principio no reaccionó, todavía demasiado fuera de sí y sorprendido, pero al cabo de un segundo lo devolvió con todo el vigor que su cuerpo podía reunir. No quería que Jiang Cheng empezara a sospechar nada sobre su núcleo dorado desaparecido.