El significado de protegerte con mi vida

Capítulo 94: Vuelta a la normalidad

Wei Wuxian había quedado casi aplastado en el abrazo de su hermano. Estaba confundido. No era porque no le gustara el abrazo o porque nunca lo hubiera esperado, sabía que Jiang Cheng era un viejo y una blando bajo toda su ira y su ceño fruncido. Sabía que su hermano se preocupaba y que debía de haberse asustado mucho cuando Wei Wuxian le había pedido que lo dejara en el palacio de la Ciudad Sin Noche.

Ninguna de esas cosas era increíble o inusual. También había esperado una buena reprimenda, pero eso probablemente vendría después.

Lo que le había sorprendido era sentir los brazos de Jiang Cheng alrededor de su torso y cómo le aplastaban incómodamente, con demasiada fuerza que su débil y cansado cuerpo no podía soportar. Sentía que sus costillas se frotaban contra su piel, tratando de intercambiar sus lugares y realmente le dolía. En realidad, todo su cuerpo le dolía ahora que se concentraba en él. También era pesado y difícil de mover.

Una vez más, aquí estaba, sintiendo algo mientras estaba muerto. En este punto, estaba empezando a cuestionar su propia muerte. ¿Era posible que, por algún tipo de milagro, se hubiera salvado y que todavía estuviera vivo? Si lo estaba, no se quejaría, al menos podría despedirse como es debido de sus hermanos antes de que Madame Yu lo echara de nuevo a la calle por inútil. Ella siempre le prometía eso si no protegía a su familia.

Sacudió ligeramente la cabeza y se rio junto a sus hermanos. No quería pensar en esto ahora mismo. Seguro que al menos le permitían un momento agradable con ellos. Ellos también parecían contentos de verle. Con suerte, tenía suficiente tiempo para complacerlos un poco.

Todas sus preocupaciones desaparecieron en un instante cuando notó que Jiang Yanli sostenía una cesta que conocía muy bien. Su corazón se derritió de gratitud. Su Shijie preparó su sopa especial para él.

Fiel a su predicción, Jiang Yanli levantó la cesta con una enorme y gentil sonrisa: "A-Xian, debes tener hambre. Te he preparado sopa".

Wei Wuxian ni siquiera sabía de dónde había sacado las fuerzas para sentarse por sí mismo una vez que se liberó del abrazo de Jiang Cheng. Pero ahí estaba, doblando las piernas bajo él y sonriendo como un idiota mientras observaba a su hermana levantar la tapa de la cesta. El conocido aroma de la sopa de costillas de cerdo de raíz de loto de Jiang Yanli llenó su nariz y se dio cuenta de que tenía hambre. Otra cosa que no debía sentir estando muerto, supuso.

Su hermana terminó de verter la sopa en un cuenco y se sentó a un lado de la cama, de cara a su hermano. Mientras tanto, Jiang Cheng se levantó y retrocedió dos pasos para dejarles más espacio. Wei Wuxian esperaba que le entregaran el cuenco para poder saborear ya la sopa de olor celestial, su estómago gruñía ahora, instándole a que se diera prisa en llenarlo.

Sin embargo, Jiang Yanli tomó una cuchara ella misma, sopló un poco sobre ella y luego la sostuvo de una manera que sugería que estaba a punto de alimentarlo como a un bebé. Wei Wuxian no quería entristecerla rechazando su atención. Tampoco sería demasiado embarazoso, puesto que Jiang Cheng ya le había visto en situaciones más incómodas. Y Lan Zhan -Wei Wuxian miró en dirección al Segundo Jade- estaba sentado con los ojos fijos delante de él, aparentemente dando a los tres hermanos algo de privacidad mientras sus dedos seguían tocando las cuerdas.

Wei Wuxian se inclinó hacia delante y bebió la sopa de la cuchara que sostenía Jiang Yanli. Un sabor familiar que dudaba que volviera a probar explotó en su boca y sus ojos se volvieron borrosos por las lágrimas.

"Shijie", susurró todo emocionado, "esta es la mejor sopa que he probado...".

Su voz se quebró hacia el final de la declaración. No le importó ni un poco, incluso cuando las lágrimas finalmente se derramaron de sus ojos y apenas pudo ver a su hermana. Sin embargo, pudo escuchar que Jiang Yanli no estaba mejor que él, ella también estaba llorando. Quería consolarla, pero en ese momento estaba muy ocupado consigo mismo.

Por el rabillo del ojo, vio una mancha o púrpura, Jiang Cheng se acercó a la cama. Cogió el cuenco de las manos de Jiang Yanli y lo empujó -más suavemente de lo normal- hacia las de Wei Wuxian.

"Come tú solo. Te han dado de comer demasiadas veces en las últimas tres semanas".

Su hermano se burló, pero no había calor detrás de sus palabras, sólo algo parecido a la preocupación y el alivio. Wei Wuxian no pudo evitar las lágrimas mientras empezaba a palear la sopa mientras intentaba ocultar su horror. No podía creer que ya hubieran pasado tres semanas. Espera, ¿tres semanas desde qué exactamente? ¿Desde el momento en que murió controlando el hierro Yin? ¿O desde que fue rescatado y traído aquí? Inconsciente pero vivo; dondequiera que estuviera ese "aquí". Si su familia y Lan Zhan estaban aquí, ya no tenía nada que desear.

"A-Xian, más despacio". Oyó que Jiang Yanli le reprendía suavemente. Por fin pudo volver a centrarse en ella y vio que también había dejado de llorar ya y que ahora le dedicaba su mejor sonrisa de hermana mayor. "Te dolerá el estómago. Hay suficiente si quieres más".

Las lágrimas de Wei Wuxian volvieron a romperse y apenas pudo sentirlo cuando su hermano le puso la mano en el hombro y su hermana le secó las lágrimas con un pañuelo.

"Estoy realmente en casa, ¿no?", se preguntó más a sí mismo que a los demás en la habitación.

Sin embargo, recibió una respuesta: "Por supuesto, A-Xian, y no volverás a ir a ninguna parte. Estamos felices de tenerte de nuevo con nosotros, sano y salvo".

Esto sólo hizo que Wei Wuxian llorara con más fuerza mientras sus hermanos lo abrazaban al mismo tiempo. Todo esto parecía demasiado real para ser sólo un sueño -aunque hubiera sido un sueño encantador-, debía ser la realidad. Wei Wuxian no podía explicarlo de otra manera. Había sido rescatado y ahora podía reunirse con sus hermanos y vivir este momento perfecto. No quería que terminara nunca.

Tenía tantas preguntas y tantas cosas que decir, pero permaneció en silencio. No quería arruinar el reencuentro con sus hermanos. Ya habría tiempo para conversaciones más intensas cuando todos se calmaran. También quedaban por conocer al tío Jiang y a la señora Yu. Sin embargo, Wei Wuxian no quería pensar en ninguna de esas cosas ahora mismo. Se sentía seguro y cuidado en los brazos de sus hermanos y se derritió aún más en el abrazo, levantando los brazos para devolverlo.