El significado de protegerte con mi vida

Capítulo 127: Incómodo

Cuando a Wei Wuxian se le acabaron las lágrimas y sus violentos sollozos se convirtieron en jadeos y luego en suaves hipos ocasionales, se quedó pegado a Lan Zhan. Ahora que estaba lo suficientemente calmado y sereno como para comprender la situación en la que se encontraba, empezó a sentirse avergonzado por haberse derrumbado así delante de su alma gemela.

Sin embargo, a Lan Zhan no parecía importarle demasiado. Incluso le acariciaba suavemente la espalda y le tarareaba al oído su canción de amor. Wei Wuxian se calmó aún más en su abrazo y dejó que el sonido relajante y el olor a sándalo lo llevaran a un estado de relajación. En este tipo de espacio mental, sintió que podía olvidar toda su miseria. Tampoco quería recordar que debería estar agradecido en lugar de sentirse miserable. Ahora mismo, sólo se contentaba con estar así junto a Lan Zhan.

Y entonces, cuando pensó que estaba a punto de dormirse, su boca se movió casi a pesar de sí mismo. "Lan Zhan...", murmuró, todo adormecido por el cansancio. Se detuvo un segundo, sin estar seguro de cómo quería continuar y qué quería decir.

"Estoy aquí, Wei Ying", Lan Zhan dejó de tararear sólo el tiempo que le llevó susurrar esas palabras al oído de Wei Wuxian. Luego reanudó su actividad anterior y el rumor de su pecho contra su cara y la otra oreja hizo que Wei Wuxian se sonrojara aún más por alguna razón.

Lan Zhan era realmente demasiado bueno con él; sabía que no lo merecía, pero aun así anhelaba descaradamente este tipo de cercanía con su alma gemela. Más aún cuando se sentía así de crudo y vulnerable por dentro. Quería devolver esa amabilidad y confianza de alguna manera.

"Lan Zhan...", susurró de nuevo, esta vez en voz más baja.

"Mn", le respondió en voz baja, seguido de la repetición de su canción especial, la misma que Wei Wuxian siempre ansiaba escuchar cuando estaba en su punto más bajo. Como ahora mismo.

Se armó de valor y despegó su rostro del pecho de Lan Zhan. Sin embargo, no le miró; tenía miedo de la reacción de su alma gemela a sus palabras. ¿Pensaría Lan Zhan que estaba siendo desagradecido? ¿O simplemente le diría que se quedaría a su lado pasara lo que pasara? Ahora Wei Wuxian estaba ansioso por descubrir la verdad. No dudaba de Lan Zhan, en absoluto, sólo dudaba de sí mismo.

"Lan Zhan", a la tercera fue la vencida. Iba a decir lo que exactamente tenía en mente. Sabía que si no hablaba ahora mismo, le llevaría mucho tiempo volver a armarse de valor. Sin embargo, necesitaba decirlo en voz alta. Sin embargo, le faltaban las palabras correctas -un estado inusual para él pero al que se estaba acostumbrando poco a poco, hacía mucho tiempo que no podía decir lo que pensaba libremente sin tener en cuenta las consecuencias- y en realidad tenía miedo de dejar salir su voz.

Sin embargo, respiró hondo y admitió: "Me siento incómodo".

Bendito sea Lan Zhan por no haber malinterpretado la situación y por haberle acercado a sí mismo, continuando con las palmaditas en la espalda. Wei Wuxian se sintió como un niño que necesita ser calmado, aunque no se quejó.

Cuando la pausa después de su confesión coja y mal hecha se hizo demasiado larga, Lan Zhan le incitó suavemente: "¿Incómodo?"

Esto fue todo lo que necesitó para romper otro dique dentro del alma de Wei Wuxian y ya no pudo detener el torrente de palabras que salía de su boca: "Sabes, Lan Zhan, me siento tan fuera de lugar aquí últimamente. Quiero decir, el Muelle del Loto es mi hogar y me encanta estar aquí, quiero a mi familia y a los discípulos y a la gente del pueblo. Y los muelles y los campos de entrenamiento y el campo de tiro con arco y el mercado ruidoso... Pero no se siente lo mismo que antes".

"No sé cómo describirlo exactamente. Es como si fuera y no fuera mi casa al mismo tiempo. Me siento como un extraño aquí; todo lo que he conocido es ahora diferente, ya no puedo hacer las cosas que me gustaban. Todo el mundo vigila cada uno de mis pasos. No me malinterpretes, me alegro de que intenten protegerme, sé que tienen buenas intenciones, pero me siento un poco... incómodo".

"Es como si me tuvieran lástima, ¿sabes? No es que lo digan en voz alta o me dejen verlo, en realidad. Pero me doy cuenta. Me doy cuenta cuando sus ojos se posan en mi espalda después de esconder sus espadas con culpa y oigo los susurros cuando me voy. Tienen buenas intenciones, son todos tan dulces. Pero es demasiado. No es que me haya vuelto completamente indefenso y además lisiado. No soy tan frágil como para romperme cuando veo a alguien llevar una espada alrededor, ¿sabes?"

"Soy una persona terrible, ¿no?"

Wei Wuxian pudo sentir que todas sus emociones se apoderaban de él de nuevo y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos a pesar de sus mejores esfuerzos. Así que las dejó salir y continuó: "Debería estar agradecido, debería estar feliz de tener por fin una buena familia que me acepta tal como soy y quiere protegerme. Y, sin embargo, aquí estoy, gimiendo y llorando, haciendo una rabieta como si fuera un niño mimado que no entiende lo que es la gratitud. Realmente soy un hermano e hijo horrible, ¿no es así? Debería ser feliz con lo que tengo y sin embargo... yo... sólo quiero... debería... ya no sé qué hacer..."

Sus sollozos eran ahora tan fuertes de nuevo que tenía que agarrar para respirar continuamente y no podía hablar más. Bendito sea su Lan Zhan por leer la situación una vez más y tararear la canción en su oído mientras acariciaba suavemente su cabello esta vez. Wei Wuxian se acurrucó imposiblemente cerca de él y escondió su cara en su hombro. Le devolvió el abrazo con la misma fuerza y siguió sollozando.

No sabía si el Segundo Jade había entendido la última parte de su discurso cuando pedía desesperadamente que le dijeran qué debía hacer ahora. No sabía si quería que le regañaran por ser así de irracional y egoísta o si quería que le dijeran que no era su culpa y que sus sentimientos eran suyos y no tenía que avergonzarse de ellos.

Lo único que quería escuchar era lo que debía hacer para que cada respiración no le doliera así. Se sentía asfixiado sólo de pensar en volver a poner un pie fuera de su habitación. Sabía que tendría que enfrentarse a los ojos compasivos de los discípulos y al cuidado y amor abrumadores de su familia. Todo le parecía tan duro ahora como nunca lo había sido en el pasado.

Estaba completamente perdido, aferrado a su alma gemela porque Lan Zhan era la única persona en todo el mundo que nunca le mentiría y que no fingiría cuidar de él, tanto su cuidado como su amor serían siempre genuinos y nunca forzados. Se amaban y esa era la única verdad de la que Wei Wuxian podía estar seguro ahora mismo. Todo lo demás se estaba volviendo difícil de descifrar y difícil de vivir. Con Lan Zhan a su lado, por fin podía respirar profundamente y sentirse libre por un segundo.