Entre Tinta Y Cicatriz [Jenlisa]

19

Jennie pov. 

—Abre. — ordena Lisa. 

Giro la cabeza hacia ella, haciendo lo que me pide y me mete las uvas en la boca.

—Eres una mocosa. — Rosé pone los ojos en blanco hacia Lisa. —Lo ha hecho para que le prestes atención.

Lisa se encoge de hombros, sin importarle una mierda que le llamen la atención.

Lucho contra una sonrisa, es un poco adorable que haya hecho eso para que me centre en ella y no en lo que Rosé y yo estábamos hablando durante el almuerzo.

—De todos modos, creo que tenemos todo lo que necesitamos, todavía no puedo creer cuántos abrigos hemos reunido ya. — Se siente bien poder devolver algo, Healing Homes ha hecho mucho por mí. 

Quiero hacer algo a cambio por otra persona, me distraigo cuando el teléfono de Lisa suena, vibrando sobre la mesa. 

Mis ojos miran la pantalla y ven el nombre de Jamie. 

Mi corazón se desploma al verlo. ¿Por qué sigue contactándola? La idea de que siga hablando con ella me amarga el ánimo de inmediato. 

Toda la atención que había centrado en mí se dirige ahora a su teléfono.

—Ahora vuelvo. — dice antes de apartar el teléfono de la mesa y salir de la cafetería.

— ¿Qué fue eso?— pregunta Rosé ante la rápida salida de Lisa. 

Juro que me cuesta mucho no preguntarle quién es Jamie, pero me controlo, no quiero ponerla en esa situación, Lisa es su hermana y no quiero que se sienta incómoda.

El nombre ha rondado por mi mente desde que salió a relucir aquella noche y Lisa llegó paseando hasta tarde. 

Toda la familia estaba en vilo, lo he dejado pasar en su mayor parte, ya que Lisa ha dado un vuelco después. 

Sin embargo, nada dura, debería saberlo mejor que nadie.

Mi madre podía poner buena cara durante unas semanas, luego comenzaba a caer lentamente en la oscuridad de las drogas y los hombres que dejaba que la controlaran. 

¿Es eso lo que es? Lisa es demasiado inteligente para eso, pero el miedo todavía me persigue. 

Es lo que mis experiencias de vida me han enseñado.

—Parece que Jamie necesitaba su atención, y debe haber sido importante para ella dejarme. — Me encojo de hombros como si no fuera gran cosa. 

Sin embargo, no me pierdo la mirada que Rosé le lanza a Jisoo, ninguna de las dos dice nada.

—Me voy a la biblioteca antes de mi próxima clase. — Pego la mejor sonrisa que puedo mientras recojo mis cosas. —Nos vemos luego. 

Me voy rápidamente antes de que puedan decir algo, sin embargo, no me dirijo a mi próxima clase, sino que doy la vuelta para ver si puedo escuchar la conversación de Lisa, pero no la encuentro por ninguna parte. 

Odio estar haciendo esto, pero no puedo evitarlo.

Compruebo mi teléfono para ver si me ha enviado un mensaje, pero nada. 

Esto no es propio de ella, me dirijo al estacionamiento de la escuela para ver si tal vez fue a su coche, pero no está en el lugar donde lo estacionó esta mañana. 

Se ha ido. 

Jamie la llamó y me dejó en el comedor para ir a verla.

Paso el resto del almuerzo en la biblioteca, con cada segundo que pasa, se me ocurre un mal pensamiento tras otro. 

Me arrastro hasta la clase cuando lo único que quiero es largarme de aquí.

—Veo que Lisa vuelve a las andadas. — dice Megan, girándose en su asiento para mirar hacia mí. —Coqueteando con la señorita Coolie para salir de la escuela, incluso el personal se pone nervioso con ella, hay algo en una chica mala. — Deja escapar un suspiro soñador. 

—No podemos evitarlo, ¿verdad?

He visto las miradas que la chica de la recepción siempre le echa a Lisa, la mitad de las chicas de esta escuela no son tímidas a la hora de mostrarle su atención, pero nunca le había prestado mucha atención hasta hoy. 

Lisa siempre está tan concentrada en mí, hasta que no lo está. 

No es de extrañar que pueda escabullirse de las clases antes de tiempo y llegar tarde sin meterse en problemas si coquetea un poco para conseguirlo. 

Me revuelve el estómago que haga eso ahora que estamos juntas.

Mi teléfono vibra, por fin llega un mensaje de Lisa.

Lisa: Ha surgido algo, Rosé y Jisoo van a llevarte a casa. Nos vemos en casa, kitten.

Miro fijamente mi teléfono, cree que siempre voy a estar ahí. 

Para hacer lo que me dijo, respiro profundamente, intentando calmarme. 

Me siento mal al pensar que Lisa está con otra persona, tengo que salir de aquí y sé que no puedo volver a mi habitación en casa de los Manoban. 

El único lugar al que se me ocurre ir es Healing Homes.

Cojo mis cosas cuando el profesor empieza la clase y me escabullo rápidamente antes de que pueda decir nada. 

Cuando llego a la oficina y veo a la señorita Coolie sentada en su mostrador, no me atrevo a firmar la salida, así que hago algo que nunca he hecho en mi vida. 

Salgo de la escuela sin decir nada a nadie.