Entre Tinta Y Cicatriz [Jenlisa]

08

Lisa pov.

Me siento en la oficina del Dr. Blake mientras habla con Eunji y Kael. 

Eunji tiene lágrimas corriendo por sus mejillas, el oficial que está a mi lado ya ha dejado claro que me van a arrestar.

— ¿No vas a decirnos por qué atacaste a Kai?— Kael presiona, ha tenido su atención en mí todo el tiempo.

—Se lo buscó. —es todo lo que digo. 

No tengo ni idea de si Jennie quiere que alguien sepa lo que pasó, así que mantengo la boca cerrada.

—Lisa ya dijo que agarró a Kai primero, Kai se abalanzó sobre ella en defensa propia y Lisa se soltó sobre él después. Kai confirmó la historia. — dice Dr. Blake. 

También puedo ver la decepción en su rostro, la verdad es que siempre me ha gustado nuestro director. 

Normalmente es justo.

—Arriba. — dice el policía, me pongo de pie, poniendo las manos en la espalda, Eunji empieza a llorar más fuerte. 

Se me revuelven el estómago al verla tan alterada, no se merece esto. 

Kael la atrae a su lado mientras el policía me pone las esposas.

—Mantén la boca cerrada y pronto bajaremos con un abogado.

Las palabras de Kael me sorprenden, estaba segura de que iba a dejarme aprender la lección por las malas.

El policía abre la puerta y me conduce afuera, veo a Jennie sentada en una de las sillas del despacho. 

Levanta la cabeza, cuando me ve, sus ojos se abren de par en par y se pone en pie al instante.

— ¿Qué está pasando?— Su tono es de pánico.

—Lisa ha agredido a Kai, no nos lo tomamos a la ligera. — le dice el Dr. Blake.

—Pero no lo entiendo. — Esas malditas lágrimas empiezan a resbalar por sus mejillas. 

Quiero ir hacia ella, quiero estrecharla entre mis brazos y consolarla. 

Pero ahora mismo eso no es posible con mis manos esposadas a la espalda.

—Está bien, cariño, lo solucionaremos. — le dice Eunji a Jennie.

—No tiene sentido, ella me salvó. Kai intentó...— se queda en blanco, pero lo intenta de nuevo. —Intentó...— De nuevo no le salen las palabras. 

La atención de todo el mundo se desvía hacia Jennie, incluso el policía ha dejado de caminar.

—No tenía ni idea de que formaras parte de todo esto. — dice Dr. Blake. — ¿Por qué no vienes a mi oficina y podemos hablar todos?— Jennie solo asiente, pero toda su atención está puesta en mí.

— ¿No se lo has dicho?— Su voz es un susurro.

—No sabía si querías que alguien lo supiera. — respondo, más lágrimas caen por sus mejillas.

—Quítale las esposas, pero no vayas a ninguna parte. — el Dr. Blake le indica al policía.

El policía me quita las esposas antes de que todos vuelvan a entrar en la oficina del Dr. Blake, excepto Kael. 

Se deja caer en el asiento junto al mío.

No tengo ni idea de lo que va a decir.

Mi mayor preocupación en este momento es Jennie, he estado trabajando para hacerle creer que no soy una bestia rabiosa, pero una vez más ha conseguido un espectáculo en primera fila. 

Puede que la haya salvado, pero eso no significa que ahora quiera tener algo conmigo. 

Es muy tímida, se asusta fácilmente. 

Alguien debe haberle puesto las manos encima en algún momento, Eunji aludió a eso antes.

Kai es un maldito depredador, estoy segura de que la vio el primer día, vio a mi kitten y quiso perseguirla. Sabía que sería una muerte fácil, me aferro al reposabrazos, mi rabia crece dentro de mí una vez más.

—Tienes tus golpes, no dejes que la ira te consuma, la asustará, y supongo que eso es lo último que quieres hacer.— Tomo aire, soltando mi agarre. —Yo no era un niño enojado, pero sí era un imbécil muchas veces. Frío y con ganas, tenía un propósito, ganar dinero. Nada más ni nadie más importaba. — Giro la cabeza hacia Kael.

Todavía puede ser un imbécil de vez en cuando, lo he visto en acción cuando se trata del trabajo, donde no es un imbécil es en casa. Me han impresionado todas las veces que lo he presionado y nunca me ha dejado tirada. 

Especialmente cuando vine por primera vez a quedarme con ellos, nunca flaqueó, nunca dejó que me llevara lo mejor de él. Lo respeto por eso, muestra la clase de hombre que es realmente.

— ¿Qué ha cambiado?— Pregunto.

Siempre he pensado que es una mierda que la gente pueda cambiar, lo cual es una mierda para mí. 

No quiero estar llena de rabia hasta el fin de los tiempos.

—Llegó Eunji, una mujer puede hacerte retroceder y ver lo que podrías estar perdiendo. Ella se convirtió en mi foco de atención.

—Obsesión. — le corrijo. 

Sonríe, sabiendo que tengo razón, el hombre está loco por su mujer.

—Me alegro de que hayas encontrado la tuya ahora, la necesitas.

— ¿Necesitar qué?— Digo, confundida. 

Antes de que pueda responder, la puerta del despacho del director se abre.

El policía sale caminando seguido por Eunji, que tiene su brazo alrededor de Jennie. Ella agacha la cabeza y no me mira a los ojos. 

Se me revuelven las tripas al pensar que no quiere tener nada que ver conmigo.

—Lisa, eres libre de irte. Kai será manejado.

—Gracias, Dr. Blake. — Kael extiende la mano, estrechándola.

—Vamos a casa, podemos hacer chocolate caliente. Eso siempre me hace sentir mejor. — dice Eunji con una cálida sonrisa en su rostro. 

Sus ojos aún están rojos por el llanto, ha llorado por mí, no puedo entenderlo.

— ¿Quieres venir conmigo?— Le pregunto a Jennie. 

Niega.

—Lo siento. — dice mientras pasa a mi lado, dándome un castigo peor que la cárcel.

La he perdido.