Desde el inicio los licántropos se caracterizaron por ser una especie de fuertes tradiciones y costumbres difíciles de romper, era así que cuando uno rompía con ellas o no las seguía corría dos destinos: castigo o muerte. Todo dependía de la gravedad, el poder, los contactos y la pertenencia, si eran libres podían hacer de sus vidas lo que quieran, de ser domésticos recibían un castigo y los salvajes la muerte delante de todos era el precio a pagar por la ofensa.
A lo largo de su vida había sido varias personas, distintos lugares, con diferentes humanos y personalidades cada una más lejana a quien era, estaba cansado de tener que aparentar ser alguien distinto cada que se mudaba, cada que se veía con un lobo ajeno. Así fue que decidió rebelarse ante los deseos de su padre y hacer lo que quería con un nuevo apellido, pero siempre el mismo nombre, tradición que le costaba seguir rodeado de humanos ignorantes, para ellos su nombre era sagrado, para los otros no tenían importancia poniéndose apodos donde algunos eran difícil de responder y hasta ridículos ya que no sonaban a su nombre.
Veía a los humanos pasear a sus perros, estar con sus gatos o el animal que consideraban mascota llamarlo de tantas formas que así se sentía, un perro siendo llamado por un silbido, una voz aguda o un apodo ridículo, para que se molestaban en ponerle nombre a algo si luego lo terminaban llamando como ellos quisieran. No los entendía, llevaba su vida rodeado de ellos y no comprendía el actuar de esa especie tan similar y distinta a la vez, se burlaban de ellos mismos, no se respetaban y sus estilos de vida eran todos iguales, no tenían propósito, ni buscaban un cambio solo destruían y mataban por miedo a una falsa supervivencia que ellos mismos se encargaban de crear.
No comprendían que la existencia de ellos era necesaria para el ecosistema, ser seres inferiores era por un propósito que no requerían estar en la cima de la cadena alimenticia para sobrevivir, no, nadie estaba en la cima porque de alguna forma siempre alguien mata al fuerte ese era el ciclo, se renovaba una y otra vez. Los ciclopes eran vulnerables, pero tenían una forma extraña de vivir siendo solitarios y aun así su peculiaridad no era algo que él supiera, sus secretos nadie los conocía ni siquiera AMINEL había podido descubrir que les hacía especial.
Estar rodeado de tantas especies le enseño a distinguir a los humanos puros de los que aparentaban normalidad ante los ojos ajenos, por eso le parecía extraño ver un ciclope viviendo entre humanos. Aquella especie se caracterizaba por poseer solo un ojo en algún área del rostro y aquel ciclope tenía el ojo izquierdo ocultando el lado derecho con un parche ocultando la falta del derecho. Sentía curiosidad, lo seguía manteniéndose cerca intentando proteger el secreto de aquel ciclope a espalda de todos, la curiosidad por su apariencia humana le asombraba había visto ciclopes en donde en vez de boca tenían su ojo, en la mejilla, con ausencia de nariz, y ese ciclope tenía la perfecta apariencia humana.
Cargando sobre su hombro la mochila decide acercarse al joven de un ojo apoyándose en la pared a su lado como si esperara a alguien, podía distinguir su olor al bosque y esencia de vainilla intentando tapar aquel olor tan particular que ellos cargaban. Quería descubrir que hacía en aquel lugar tan peligroso para él sin interactuar con nadie para mantener su secreto. Observa a los alumnos pasar ida y vuelta donde la discreción era parte de su vida entre humanos por lo que el hecho de que ambos estuvieran juntos no parecía importarle a muchos, su cabeza picaba por lo que se rasca incomodo ocasionando la primer mirada directa de aquella criatura.
—Caballero donde te habías metido —la humana se abalanza contra su cuello captando la atención del lobo que le corresponde cuando lo besa.
Su padre siempre le dijo que necesitaba mantenerse discreto, que nadie descubriera su secreto, aun así no podía estar solo viviendo con una especie tan social que siempre necesitaba relacionarse. Fue así como los primeros días se aseguro de estudiar los grupos que componían las masas de estudiantes decidiendo con quien pasar su tiempo, esta vez fue diferente, él no busco a nadie, lo encontraron.
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Luna Nueva [Eclipse]
WerewolfSu existencia ya no resultaba ser un secreto vivían entre nosotros, tomaban nuestras costumbres y adoptaban nuestra apariencia. Eran criados para sobrevivir en un mundo donde su existencia era temida, las personas ocupaban cada vez más terreno nat...