Capitulo 14

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Renata dormía sobre las piernas de Julia mientras lo miraba a la expectativa de lo que le había dicho, no habían dejado de recibir llamadas de Cavalier en todo el día y no parecía que lo que le haya dicho sea bueno. Se sienta en el sillón junto a ellas apoyando su cabeza en el hombro de la castaña, no sabía que era realmente Cavalier, pero un licántropo era imposible, jamás se había comportado como uno ni había mostrado las señales que AMINEL decía tenían.

—¿Que dijo?

—No lo deje hablar –las palabras salían automáticas, mientras su vista y mente estaban en cualquier otro lugar—, necesito aire.

Julia asintió sabiendo que había más que no quería decir, lo vio juntar su teléfono yéndose hacia el patio trasero, no podía pensar con claridad por años estuvo obsesionado con el trabajo de AMINEL, conocía todo lo que decían de cada especie que sacaban de circulación. Licántropos una especie fascinante que tenía la capacidad de cambiar de forma, jamás había entendido como una persona podía cambiar de apariencia, ahora resultaba que conocía a uno. Uno que no conocía y al que múltiples veces se encargó de ayudar cuando claramente podía manejarse solo.

Toma su teléfono mirando la galería de fotos donde estaba Cavalier, no notaba nada extraño sus dientes y ojos decían era la prueba más notoria, pero salía normal tenía que ser una broma de aquel pesado que siempre lo molestaba, debía haber otra razón una que lo alejara de la verdad, una que involucraba a su primo ¿Encubría al vampiro que tanto buscaban? Tal vez la novia de Rough era eso, una víctima para mantener controlada el hambre de ellos, una esclava que mantenían viva y tenía que ayudarla.

Siempre tuvo la necesidad de tener los números de emergencia en marcación rápida y las notificaciones de AMINEL activas, así era como se enteraba de todo lo que ocurría. No entendía como lo había ignorado, siempre le parecieron algo extraños sus primos en especial Shetland, por algo se decía que los vampiros eran una de las especies más difíciles de rastrear.

No solo temía por la vida de aquella rubia si no por la propia vida de Cavalier, se había mostrado sin emociones sorprendido y Rough, él simplemente actuaba como si fuera una rutina llevándola al piso superior para esconderla. No tuvieron que pensar demasiado antes de irse, estar en una mesa con aquella criatura hubiera sido más peligroso que vagar solo en medio del bosque. Su teléfono comienza a sonar recibiendo la llamada de su madre, toma una profunda respiración para calmarse antes de atender.

—Hola mama.

—Marcos ¿Dónde estás? —escucha su queja—. Se supone estamos en toque de queda.

—En casa de Julia, con ella y Renata.

—Bien ven a casa no quiero que estés afuera y andes solo tan tarde.

—Bien ya salgo para casa.

Finaliza la llamada y vuelve dentro encontrando a las dos en la misma posición, se lamentaba por Julia cuyas piernas estarían entumecidas por soportar el peso de Renata, se despidió y salió de la casa. La calle estaba desierta no había ni una persona, ni automóvil salvo las sirenas de las patrullas y el aviso del toque de queda, por un momento se debatió en desviarse y visitar a Cavalier, pero la sola idea de volver a verlo le helaba la sangre.

Había sonado confiado como si en verdad lo creyera, con qué cara lo volvería a ver ni siquiera sabía que debía hacer, por un lado, avisar lo que vio sonaba correcto, pero por el otro necesitaba una explicación, no sentía correcto traicionarlo. ¿Estaría acaso dispuesto a arriesgar su vida? ¿Qué tan peligroso sería volver a verlo? ¿Sería capaz de deshacerse de él por el simple hecho de haber visto de más? ¿Qué peligro corrían ellos? Eran preguntas que rondaban su cabeza y no lo dejaban pensar, quería respuestas, pero no estaba listo para estar cara a cara.

Luna Nueva [Eclipse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora