Capitulo 23

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Shetland corre por el bosque siguiendo el rastro en búsqueda de su primo, Rough se encargaba de los humanos sin saber cómo reaccionar al cambio de Terranova, estaban agitados y saber lo que su primo había aceptado era suficiente para que se altere. Creía haberlo visto todo, saber cómo estaría, cuanto más se acercaba más le aterraba la tranquilidad que había en el lugar.

Tras aclarar los detalles del duelo en el claro de Terranova, el único lugar del bosque que no se derramaba sangre sería el auspiciante de aquel encuentro. Se detiene al ver a Cavalier con la vista perdida en la copa de los árboles, todo parecía a cámara lenta, su primo quitándose la camisa rota y volteando donde su rostro no parecía de ese mundo, lucia aterrado, por más lo ocultara no podía mentirle.

—Cavalier, que te sucede –pregunta acercándose despacio, temiendo lo atacara.

—Es Terranova, lo vi Shetland, lo que dijo de ser peligrosos –susurra mientras una lagrima se derrama por su rostro—, necesito de ella.

No entendía a que se refería, ambos lobos actuaban demasiado raro estando cerca, buscaban alejarse y a la vez estar juntos, ver a su primo llorar sin algún motivo en particular lo confundía más. Entendía a la loba, matar a una manada es algo impensable, pero no necesitaban esa destrucción ¿Qué les pasaba?

—Ella dijo que ustedes mataban una manada –dice apoyando una mano en su hombro.

—Está equivocada, no matamos, curamos –la seguridad de su primo le asusta haciendo que se aleje—. Nadie está preparado para esto, no quiero que pase y para eso necesito salir victorioso.

—¿Qué pasara si no vives?

—El pelirrojo acabara con lo que conocemos, matara a Terranova.

Ambos sabían que no decían toda la verdad, lo que debía ser una simple búsqueda se convirtió en una despedida, un adiós a lo que ellos conocían. Cavalier y Terranova no podían esconderlo más, la loba tenía secretos y Cavalier los revelaba poco a poco hasta dejarla sin ellos.

Terranova miraba su reflejo en el espejo roto que conformaba su antigua habitación, había pasado años lejos de aquel cuarto, ahora se encontraba con la realidad, estaba rota, como el espejo. Siempre siendo capaz de mostrar lo mejor, lo que otros quieren ver a pesar de los fragmentos y partes esparcidas por el lugar: rota, quebrada, sola... pero no abandonada. Todo parecía normal su rostro seguía igual, no entendía como cambiar podía ser tan fácil, sin ser capaz de diferenciar lo que le pasaba, todo era silencioso y no daba aviso, así como el parasito más peligroso. Tocan la puerta y Julia entra a su cuarto sentándose en su cama.

—Cav me dijo lo que paso ¿Cómo estás?

Se gira mirando a la humana, a diferencia de la colorida Julia no le temía ni se dejaba intimidar, no era suficiente su especie era la responsable de Pulí, la razón de AMINEL, el motivo de que su especie se esconda. Vuelve su atención al espejo y termina de recoger su pelo, ve a través del reflejo a Julia sacar debajo de la manta la caja de cartas de su madre obteniendo su atención.

—¿Qué haces con eso? —pregunta acercándose a la cama sacándoselo con brusquedad—. Acaso leíste algo —grita furiosa al ver la carta de sus cinco años fuera del sobre.

—No, fue Cavalier, no pregunte que decía, pero si es de tu madre deberías leerlo ¿Por qué no lo hiciste? —pregunta con calma viendo como Terranova sacaba una de las fotos.

—Porque esa carta fue suficiente para descubrir la mentira que era mi vida —dice sentándose a su lado y volver a guardar la carta—, no sé si quiera saber lo que paso.

—A veces vale la pena desenterrar secretos si te dan las respuestas que necesitas —ambas se giran a la puerta donde Cavalier las miraba—. Ya está todo coordinado.

Luna Nueva [Eclipse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora