Luna Nueva [Eclipse]

Capitulo 8

Shetland sentía la suave respiración de aquella loba que apenas tenía fuerzas para moverse, quería hablar con su hermano, pero este parecía muy feliz de volver a ver a Cavalier despierto que no notaba lo que realmente ocurría. Al entrar a la casa frena en seco antes de chocar con su hermano que ayudaba a caminar a su primo sin que se clave vidrio en sus pies. Le resultaba irónico, las veces que llevo a una humana o loba en brazos era porque se divertía, jamás imagino estar sosteniendo a la loba que debía alejar de su primo.

Se quedo en medio de la cocina sin saber que hacer mientras su hermano ayudaba a su primo a sentarse en uno de los asientos de la cocina, quería tener la habilidad de sus hermanas de decirle cosas con la mirada, podían ser gemelos, pero Shetland no sabía comunicarse con su hermano mediante señas y en ese momento lo necesitaba. Su hermano se gira y suspira llamando la atención de Cavalier, ninguno de los dos parecía muy contento de verlo como un idiota parado en el medio del lugar.

—¿Eres una estatua? —pregunta su hermano, este niega—. Entonces qué haces parado como una.

Humedece sus labios y clava la mirada en su hermano, quería suplicarle y decirle que tenía que decirle algo de Terranova, pero no podía, su hermano lo veía como si fuera un idiota.

—¿A dónde la llevo? —pregunto recuperando su voz

—Lle... llévala a mi cu... cuarto —tartamudeo Cavalier con la voz rasposa.

—Cavalier no creo que sea...

—Déjate de idioteces —lo interrumpe Cavalier mientras comienza a toser al sentir su garganta seca, Rough le alcanza un vaso de agua y este bebe sin apartar la mirada de su primo—, llévala y cura sus heridas.

Su primo sonaba furioso, no le gustaba que cuestionaran sus decisiones, dio un paso atrás y salió de la cocina, no quería discutir con él, en especial cuando sabía cosas de las que este no tenía idea. Bajo las escaleras mientras Terranova se movía en sus brazos, podía estar débil, pero sin duda era fuerte y testaruda, la recuesta en el sillón que estaba en la sala de juegos de Cavalier mientras busca todo lo que necesitaba para curar sus heridas.

Deja la caja con todo lo necesario en el sillón mientas se sienta en el piso, saca la camisa de su hermano que estaba cubierta de sangre, camisa que no podrá volver a usar por más que quisiera; su mordida no había sido limpia estaba morada y sus colmillos se habían clavado tan profundo que aun la sangre salía de la herida, sin contar sus garras que también lastimaron gran parte de su brazo. Al aplicar alcohol sus manos se cierran y una mueca de dolor se instala en su rostro, sus ojos apenas eran una rendija verde mientras su respiración era pausada, su primo le había pedido que la curara, no que sea gentil al hacerlo.

—Soy un monstruo —susurro Terranova desorientada.

—Opino lo mismo pero mi primo dice y obedezco —dijo Shetland sin darle importancia mientras aplicaba presión en la herida.

Un gruñido sale de los labios de Terranova, pero no se inmuta continuando con su tarea, toma la venda y comienza a vendar su brazo, la sangre continuaba saliendo, pero en menor cantidad, ajusta la venda y se concentra en su otra mano. Cavalier había sido más delicado sus colmillos apenas perforaron la piel, lo único que se veía mal era el corte que se había hecho, el mismo gesto que hizo con su brazo lo repitió, su mano se intentaba cerrar, aunque a penas la movía y su rostro se contrajo ante el dolor que le suponía el alcohol, vendo su mano e intento disminuir el movimiento de sus dedos.

—¿Por qué tuviste que aparecer? —pregunto mirando el rostro de Terranova una vez termino.

Podía decir que aquella loba era hermosa para ser quien suponía, su piel era blanca, aunque gran parte de su rostro estuviera cubierto por una máscara negra, su primo no había llegado a hablarle mucho de ella solo había dicho que lo observaba y si no fuera la loba de sus pesadillas sin duda los tres estarían flechados por aquella singular belleza. Tomo unas toallas húmeda que su tío solía dejar en el botiquín y comenzó a deshacerse de la máscara que cubría su rostro, al ser una mezcla entre hollín y alguna pintura que usaban su trabajo se dificultaba al ser difuminado terminando con su cara completamente gris.