Headcanons.➖Sekai-Ichi Hatsukoi.➖

Solo por ti.

-Eres de lo peor...-Takano suspiró por enésima vez ese noche, viendo cómo su subordinado entraba en una especie de coma tipo bella durmiente inducido por el placer luego de haberse satisfecho solo.

El pelinegro se echó para atrás el cabello, secándose algunas gotas de sudor que paseaban por su frente*. Definitivamente debía mantenerse más atento para evitar que Onodera se las volviera a aplicar. O sea, era divertido si los dos se dormían luego de haberse corrido, el menor se abrazaba a él sin importarle lo pegajosos o sudados que estaban y Takano podía dormir sintiéndose como todo un campeón.

¡Pero no cuando estaba tan despierto en cierta parte luego de ver cómo su amante se desparramaba sobre él y luego se dormía! Era el descaro hecho persona.

Takano no tuvo otra opción que terminar masturbándose mientras miraba a Ritsu de lado*. Pasó sus manos por entre su pecho para acariciar los rosados pezones de su subordinado, acercándose más para metérselos en la boca. El castaño soltaba uno que otro quejido pero el cansancio no se lo quitaba nadie y no iba a hacer ni el amague de despertar. El pelinegro se acercó aún más al menor, sintiendo la inexplicable necesidad de frotar su miembro entre sus muslos para poder correrse rápidamente. Y eso hizo.

No era su estilo atacar a alguien mientras dormía pero mientras no lo penetrara pensaba que no habría problemas. Takano alzó una de las piernas de Onodera para poder acomodarse entre sus muslos y comenzar a moverse lentamente, no sin dejar de chupar y morder los erectos pezones de su amante.

-Hah... tan suave.-El editor en jefe lamió el cuello de Onodera justo cuando terminaba soltando todo su semen entre sus piernas.

Takano se sentó sobre la cama para normalizar su respiración y se sacudió el cabello, por fin algo satisfecho. No había como el interior de Onodera pero sus muslos podrían hacerle competencia a cualquier culo o vagina con las que él hubiera tenido sexo. Joder, que el castaño lo excitaba como una puta pastilla de viagra. Solo de verlo se le ponía tan dura que dolía*.

Acercó su mano a la mesa de noche al lado de su cama y sacó un paquete de pañuelos para comenzar a limpiarse el pecho y parte de las piernas. Boto los pañuelos por el suelo, pensando en que limpiaría su habitación más tarde cuando se levantara. Apoyo su mano a un lado de Onodera, quien estaba tan dormido que el pelinegro comenzaba a considerar el no ponerle tanto trabajo. Pasó su mano alrededor de su mejilla en una suave caricia y sonrió al ver como el menor apoyaba—inconscientemente—el rostro hacia su mano.

Saco unos cuantos pañuelos para limpiar lentamente el cuerpo de su amante, disfrutando del leve roce que daban sus dedos por la suave piel del castaño. Onodera se avergonzaría al día siguiente al darse cuenta pero a él poco le importaba eso.

Alzó las piernas del menor y pasó el trapo por entre sus muslos, limpiando el desorden que había provocado hace poco. Pasó sus manos por el cuerpo de su subordinado al terminar, convenciéndose a sí mismo de que lo hacía solo para comprobar que no le faltara alguna parte y no porque le gustaba esa sensación de tenerlo solo para él.

Tiro los pañuelos lejos de la cama y los arropo a los dos luego de encender el aire acondicionado. Se abrazó al calentito cuerpo de Onodera, quien le devolvió el gesto lentamente, aún suspirando suavemente sobre su pecho.

Takano sonrió y se dispuso a dormir.

No solo estamos celebrando el cumpleaños del uke más precioso sino también el mío—aunque cumplo tres días antes de Onodera, pero no quería publicarlos el jueves—, así que aquí les dejo a mi husbando favorito, bien pervertido y caliente como solo él sabe.

*Quiero ser ese sudor 🥵

*Ay no, pobre hombre, qué sacrificio.

*Cuando escribo de noche, siempre ando hot y termino escribiendo estas vainas, Dios mío 😇

Cambio y fuera mis amigos. Aquí Todoroki19.