EL término headcanon se utiliza cuando un personaje o grupo de personajes no siguen la linea temporal o personalidad de una serie o personaje. Es decir, son historias que los fans empiezan a tomar como ciertas, pero no lo son.
En este libro, coloca...
-¿Takano-san?-El castaño tocó con su dedo el cabello del mayor.
Onodera, editor del departamento Esmeralda, trataba de despertar al editor en jefe. Este, luego de haber pasado toda la tarde en reuniones, había terminado cayendo dormido en su escritorio con los audífonos puestos.
-Deberías dejarlo descansar.-Dijo Mino con su típica sonrisa.
-Sí, tienes razón.-Onodera miro preocupado al mayor antes de alejarse de su escritorio para volver al suyo propio.
-Le dejare esto aquí y me alejare lentamente.-Kisa dejo su manuscrito al lado del pelinegro. Antes de irse como quería, algo llamo su atención. Río en su mente, pensando en hacer una pequeña travesura.
Se acercó lentamente por detrás del pelinegro, bajo la atenta mirada confundida de Onodera. Luego, Kisa se inclinó sobre el cuerpo dormido y pasó sus manos por la cintura de Takano. El joven editor castaño abrió la boca sorprendiendo ante lo que veía, al tiempo que medio se levantaba de la silla. Kisa hizo algo por debajo del escritorio que Ritsu no alcanzó a ver y eso lo puso aún más nervioso.
-Yei.-El editor con cara de bebé se alejó rápidamente, cargando algo en sus manos y sonriendo triunfante.
-¿Qu-qué hiciste?-El pequeño castaño se levantó de la silla y se colocó al lado del mayor. Había estado algo incómodo con la cercanía del otro editor con Takano.
-Su celular.-Kisa sacó la lengua y mostró el objetivo de su misión suicida.
-¡Kisa-san!-El menor le recriminó su acción, pero Kisa solo le tapó la boca y lo callo para que no despertara al jefe.
-¿Qué están haciendo?-Pregunto Hatori. Él y Mino los habían estado observando desde hace rato.
-Tengo el celular de Takano-san.-Contó el mayor como si fuera de sus mejores hazañas.
-Deberías dejarlo quieto. Si se entera, te matará.-Dijo Hatori con tranquilidad.
-Ay, por favor.-Kisa rodó los ojos.-Estoy seguro de que ustedes también quieren saber qué hay adentro.-
-Kisa-san, no creo que sea buena idea.-Dijo Onodera, mirándolo algo preocupado.
-Cállense.-Kisa los ignoro y encendió el celular.-Pero mira esto...-El editor sonrió apenas mirar la pantalla. Los otros tres se colocaron alrededor para ver también.
-¡Ah!-Onodera le quitó el celular de las manos al mayor al ver el fondo de pantalla que tenía el editor en jefe. Era él, durmiendo tranquilamente.-Cielos...-Suspiró, sintiendo sus mejillas calientes.
-¿Onodera?-Los otros tres editores lo miraban confundido. Kisa estaba especialmente sonriente.
-¡No es nada!-Grito el menor, completamente avergonzando.-Ya saben co-como es Takano-san.-Trató de excusarse.
-Aja.-Los editores se miraron entre sí, dándole a entender que no le creían nada.
-Si pones la contraseña, no diremos más nada sobre esto.-Dijo Kisa, sonriendo con una expresión picaresca.
-¡¿Y yo por qué sabría su contraseña?!-Exclamo el menor, avergonzado. Takano se quejó un poco y todos se quedaron paralizados por un momento. El pelinegro se volteó para seguir durmiendo y todos suspiraron de alivio.
-Inténtalo.-Dijo Kisa, confiado en que daría para desbloquear el celular.
-Ah...-El menor respiro, tratando de calmarse. Introdujo unos cuantos números en el aparato y luego de haberlo bloqueado dos veces, decidió poner ese conjunto de números en específico que aún no había probado. Y desgraciadamente... se desbloqueó.-Este hombre...-Su ceja se movía con un intenso tick nervioso.-Ya, lo desbloquee.-Onodera les mostró lo que consiguió, pero no dejó que Kisa se lo quitara.
-¿Cuál era la clave?-Pregunto Mino.
-Solo adivine, ni siquiera sé qué números en específico introduje.-Respondió el pequeño, con un leve sonrojo en las mejillas y desviando la mirada.
-Es tu fecha de cumpleaños, ¿verdad?-Dijo Hatori, con toda la ironía del mundo.
-¡¿Qu-...?!-La cara del menor enrojeció furiosamente, pensó que lo había ocultado bien.
-Ya, ya, no desesperes.-Kisa le palmeo el hombro al pequeño editor.-Guardaremos tu secreto.-Le guiño el ojo y alzó el pulgar, los demás editores asintieron.-Ahora sí.-El editor frotó sus manos y sonrió maquiavélicamente.-Veamos sus imágenes.-
Onodera alargó su boca en una mueca pero hizo lo que el mayor le dijo. Entro a la galería y nada más entro, se salió de nuevo. Demasiado para sus nervios.
Kisa río al ver como la expresión del menor cambiaba a una de un completo y tonto enamorado.-Con eso me basta.-Mino y Hatori concordaron.-Busca en sus mensajes.-
-No.-Onodera negó efusivamente, quería mantener cierto límite de acoso. Aunque ya se había sobrepasado.
-Bien, bien.-Kisa rodó los ojos.
-¿Qué tal su música?-Sugirió Mino.-De la música de una persona se pueden aprender muchas cosas.-
Onodera asintió y abrió la app de música que se encontraba en el celular. No conocía ninguna así que solo reprodujo la primera de todas. Todos se juntaron para escuchar mejor.
Que brilla más cada día porque estoy tan solo a un paso de ganarme la alegría.
Porque el corazón levanta una tormenta enfurecida desde aquel momento en que te vi...
Yo... yo no me doy por vencido. Yo quiero un mundo contigo.
Juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro...-
La canción no había terminado pero el celular cayó...
Cayó junto a Onodera que se desmayó de la vergüenza.
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La verdad, hay muuuuuchas más canciones que me recuerdan a Takano-san, pero esta es súper linda y seguro le llego al corazón a Onodera 💖 XD
