Con todo mi corazón.-Parte 2

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-Uhg...-Ritsu afianzó sus manos en las correderas de su bolso, apretándolo más contra su cuerpo. Luego trago saliva con fuerza y sus pasos se hicieron cada vez más rígidos.

-No tienes porqué estar nervioso.-Las palabras del otro adolescente solo consiguieron que sus nervios aumentaran aún más. Saga lo miraba de reojo.

-A-ah, sí...-Logró embozar una pequeña pero falsa sonrisa, el mayor suspiro al verlo y continuó con su camino hacia su casa.

El castaño había conseguido que sus padres le dieran permiso para quedarse a dormir en casa de Senpai... omitiendo cualquier detalle de su relación y simplificándola en el hecho de que solo eran amigos cercanos—excesivamente cercanos—. Traía en su bolso aquella chaqueta negra que su novio le había prestado el día en que los atrapó la lluvia y no sabía cómo devolverla, principalmente después de haberse encariñado con ella al estarla usando para dormir.

-¡No es tuyo, tienes que devolverlo!-El menor apretó los labios al tiempo que dirigía su mirada hacia el suelo.-Además de que no le he agradecido a Senpai como se debe...-Había pensado en hacer algo, pero la idea le parecía muy ridícula. De todos modos, no se le había ocurrido más nada y aunque traía todo lo que necesitaba en su bolso, no sabía si tendría la valentía de tomarse tantas libertades en una casa ajena.

-Oye...-De repente, una mano se junto con la suya, jalándolo hacia atrás.-¿A dónde vas? Ya llegamos.-El pelinegro lo miraba confundido, pues al momento de arribar a su casa, el menor había seguido caminando y mirando hacia la nada como si estuviera perdido en sus pensamientos.

-¡Ah, pe-perdón!-Enseguida que recobró el sentido, se alejó rápidamente del mayor, soltándole la mano. Saga alzó los hombros y se dirigió a abrir la puerta.-Con permiso...-Ritsu dejó sus zapatos en la entrada antes de seguir a su novio hacia arriba de las escaleras. Un pequeño gatito salió del cuarto del pelinegro apenas este abrió la puerta, siendo recibido con un abrazo por parte de su dueño.

-Yo también quiero un abrazo...-El castaño sabía que era estupido sentir celos de un gato, pero él también quería experimentar aquel abrazo tan tierno.

Saga se sentó en el suelo de su cuarto, apoyando su espalda en su cama y dejando a Sorata sobre sus piernas. El pelinegro alzó su mirada—una que a primera vista parecía vacía, pero no lo estaba—hacia el otro joven en el lugar, consiguiendo ponerlo nervioso con el simple hecho de prestarle atención.

-Ven acá.-Saga palmeó el pedazo del piso a su lado, indicándole que se sentara. A Ritsu pareció darle un mini ataque al corazón al verlo, poniéndose completamente rojo, desde sus mejillas hasta sus orejas.-¿No quieres?-El pelinegro ladeó la cabeza al tiempo que acariciaba un poco a su gatito.

Ritsu apretó los labios y respiró fuertemente.-Y-ya voy.-Sus pasos eran lentos y dudosos, pero de una u otra forma, logró sentarse al lado del mayor. Puso su mano en su pecho, pensando que poco a poco el nerviosismo se iría cuando de repente siente el leve peso de alguien en su hombro. Senpai se estaba apoyando en su hombro... ¡Senpai se estaba apoyando en su hombro!

-Quiero hacerlo*.-Masamune cerró los ojos y se permitió oler un poco al pequeño que acababa de ponerse más tieso de lo que estaba al llegar a su casa. El amor lo hacía sentir bien, Ritsu lo hacía sentir bien.

Saga decidió abrir los ojos de nuevo y alejarse un poco del castaño, mirándolo de reojo para saber sí tenía su aprobación. Los párpados cerrados, las mejillas sonrojadas y los constantes intentos de respirar por la boca de Ritsu le indicaron que sí, efectivamente tenía su permiso.

Dejo que su gato saliera del cuarto para luego cerrar la puerta con cerrojo. El menor mantenía la misma postura de antes, solo que ahora sus ojos estaban entrecerrados y no se atrevían a mirarlo. Se arrodilló enfrente suya para llamar su atención, consiguiendo que el castaño lo mirara de frente.

 Headcanons.➖Sekai-Ichi Hatsukoi.➖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora