Headcanons.➖Sekai-Ichi Hatsukoi.➖

Un día muy loco.

Takano y Yokozawa se encontraban paseando juntos por el centro comercial. Ambos amigos habían quedado en salir y despejarse de las horribles responsabilidades que tenían como adultos, pasar un buen rato alejados de todo eso.

Luego de comprar cada uno lo que necesitaba, en el caso de Takano, una caja de sushi que usaría como excusa para infiltrarse en el departamento de su subordinado y en el caso de Yokozawa, un pastel de chocolate para Hiyori junto con una tonta paleta en forma de corazón para Kirishima. El oso de Marukawa no quería escuchar quejas de parte del mayor solo porque no le compro nada.

Yokozawa venía relatándole a Masamune como ese día había sido especialmente extraño, incluso para sus estándares. Aunque la mañana de trabajo se desarrollaba con total normalidad, de la nada, Iokawa había aparecido en el departamento de ventas con un vestido de novio y había gritado a todos que no se iría hasta que el peliazul le dijera que sí a su propuesta de matrimonio.

Para rematar, su compañero Henmi había saltado encima de los escritorios, arrancándose la ropa y mostrando que debajo tenía también un traje de novio, exigiéndole lo mismo a Yokozawa. El pobre Takafumi había entrado en pánico y casi le da un ataque al corazón, pero por suerte, Kirishima se encontraba entregando unos documentos al departamento de ventas y los echó a ambos del edificio con una expresión que asustó a cada una de las personas que se cruzaban por su camino.

Takano concordó con su amigo, contándole que había ocurrido algo similar en el departamento Esmeralda. Como ya habían entregado los manuscritos, el departamento estaba más tranquilo de lo usual y el editor en jefe estaba sentado en su escritorio mientras revisaba algunos de los storyboards que publicarían en la siguiente revista.

Cuando de repente, Haitani y Nao habían llegado corriendo hasta el lugar, cada uno con un diferente propuesta. Nao había llevado un gran ramillete de rosas rojas para Ritsu y un glamoroso anillo que Takano tuvo el placer de patear cuando lo estaba sacando. Poco después, Haitani arribó con su traje blanco y un estupido velo de novia finamente ubicado en su frente que hicieron enojar a Onodera nada mas de verlo con intenciones de acercarse al pelinegro.

Todos los trabajadores se sorprendieron al ver como el pequeño castaño empujaba rápidamente al molesto intruso hasta sacarlo de la editorial.

-Masamune, creo que tienes razón, este día no puede ser más extraño...-Ambos amigos caminaban en dirección al lugar donde el pelinegro había estacionado su auto. Yokozawa volteó la mirada y se arrepintió enseguida.-¡Ah...! Aquí vamos.-Cerro los ojos y sus hombros bajaron.

Un suave tarareo romántico comenzó a escucharse de la nada y Takano miró en la dirección donde se concentraba su amigo.-¡Ah, ¿pero qué?!-El pelinegro soltó la caja con sushi para colocarse ambas manos en las mejillas al ver lo que sus ojos presenciaban.

Ahí, enfrente de él, se encontraban una versión de Yokozawa y Onodera sentados en una banca, ambos abrazados mientras miraban con cariño al pequeño bebé que reposaba en los brazos del más joven. La incredibilidad de la situación solo podía ser superada con la extraña expresión que el editor en jefe colocó.

-¡Yokozawa, esto es terrible!-Takano señaló con ambas manos a la "feliz pareja", al tiempo que dirigía su mirada a su compañero, estando terriblemente enfadado.

-Lo sé, ¿verdad?-El peliazul se cruzó de brazos y sacó su mano solo para señalar una cosa de la pareja.-¿Mi futuro "yo" usando geta*?-Expreso, pareciéndole lo más inverosímil de todo lo que estaba presenciando.

-¡Tenías pensado robarme a Ritsu!-Exclamo Takano con enfado.-¡Se suponía que era TAKARITSU, no YOKORITSU!-El pelinegro hizo especial énfasis en ambos nombres, al tiempo que sacudía sus manos como si pudiera señalar las grandes diferencias que había entre el uno y el otro.-¡Come pasivos, destructor de hogares!-Le grito fuertemente a su compañero, haciendo que este se alejara un poco ante la evidente hostilidad.