Un Pequeño Click.

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Xiao Zhan siguió al par de hombres por el largo y solitario corredor del museo, observaba sus espaldas mientras éstos dos caminaban y platicaban de forma despreocupada. Aquella parecía una gran oportunidad para darse a la fuga pues ambos hombres parecían haberse olvidado de su presencia allí, solo sería cuestión de escabullirse lentamente.

Podía fácilmente darse la vuelta y salir corriendo de allí, no por nada había sido el mejor de los atletas en sus tiempos de universitario, una vez que sus largas piernas se pusieran en fusion ni el corredor más ágil del mundo lo alcanzaría pero había otro punto al que había que tomar en cuenta, podía ser el más rápido del mundo, pero nunca sería más rápido que una bala.

Podía ser el gran e incomparable maestro Xiao, incluso podía ser el más veloz, pero no era inmortal si a aquel oficial le daba por sacar su arma al momento de su huida el famoso maestro Xiao terminaría siendo conocido por morir de forma trágica en un patético intento de fuga.

- Aquí estamos.- Yibo los guiaba.- Aquí se encuentran las pinturas.

- ¡Wah!.- Zhan pasó a su lado.- Estas pinturas son...- De quedó observando las pinturas que estaban frente a él.

- ¿Obras de arte?.- Darren arqueo una ceja.

- Un maldito plagio.- Zhan soltó de repente.- ¿A que estúpido engañaron con este trabajo tan pobre?.- Se giró hacia ellos.- Imagino que caíste a la primera ¿Cierto guapo?.- Le sonrió a Yibo.

- Puede que sea invidente, pero no soy estúpido.- Arqueo una ceja.

- No lo dije por eso, yo...- Se sintió avergonzado.

- Uno de nuestros inversionistas fue quien las compró.- Caminó hacia Zhan.- Supuestamente un experto lo ayudó a validar la autenticidad de las pinturas pero es obvio que dicho experto también era parte de la red de falsificadores.

- ¿Como supiste que eran falsas a simple vista?.- Darren se acercó.

- Por favor.- Sonrió con arrogancia.- Soy el maestro Xi...- Hizo una pausa al ver a Yibo.- Soy el maestro Li. ¿Como no voy a reconocer un trabajo tan pobre?

- ¿En verdad eres tan talentoso?.- Yibo se giró hacia Zhan.- Eso es sorprendente.

- Claro que es talentoso.- Darren sonrió con malicia.- Es obvio que iba a reconocer un plagio, dicen que entre delincuentes se conocen.

- ¡Tú!...- Zhan se agitó.

- ¿Delincuente?.- Yibo se mostró confundido.

- Se me olvidó decirte que el maestro...Li aquí presente es un talentoso falsificador, el Rembrandt que quiso venderme lo demuestra.

- ¿Así que tu también falsicas?

- No...no...no.- Zhan agitó sus manos y luego observó a Darren quien lo veía de forma furtiva.- Bueno...si. Pero eso no quiere decir que estuviera estafando a personas.

-.....

- Bueno, lo hice unas pocas veces pero...

- No tienes que darme explicaciones.- Yibo se dio la vuelta.- Si mi primo te trajo es porque confía en tu trabajo y yo confío en él.- Se alejó.

- Mierda.- Zhan chasqueo la lengua.- Oye oficial Wang ¿Tenías que exponerme con el chico guapo?.

- Nunca le he mentido a mi primo.- Sonrió.- No pienso hacerlo ahora.- Se alejó.

- Ya me las vas a pagar.- Se mordió el labio con enojo.

.........

El par de elegantes hombres que se paseaban por el museo mientras observaban las antigüedades divisaron al trío de jóvenes que pasaba frente a ellos.

The Red Eyes LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora