The Red Eyes Lover

Estar a tu lado.

- ¿Sean?

- ¿Mnn?

- Me gustaría agradecerte...por este día.

- ¿Te divertiste?.- Rozó su hombro contra el hombro de Yibo.

- Desde que sucedió...- Hizo una pausa y se mordió el labio con suavidad.- Bueno, ha pasado un buen tiempo desde que me divertí de esta manera.

- Imagino que te limitaste al hacerlo, pensaste que por no poder ver aquello que te rodeaba realizar algunas cosas eran imposibles.

-......- Asintió cabizbajo.

- Pero hoy descubriste que no es así.- Sonrió.- No importa que tan oscuro se encuentra, no importa que esta oscuridad se haya cernido sobre tu eso no significa que tengas que dejar de vivir, que dejes de disfrutar de las cosas que la vida te ofrece.- Tomó su mano y con su pulgar la acarició.- Tus ojos no pueden ver...pero tu sigues vivo y esto último es lo que debes tener siempre presente.

- Mientras te escucho hablar no puedo dejar de preguntarme.- Giró su rostro hacia Zhan.- Hablas como si supieras que se siente estar en mi lugar.

- Eso...- Sonrió con suavidad.- Bueno...eso es porque lo he estado.

- ¿Que?.- Se sorprendió.

- Cuando era pequeño no podía ver.- Bajó la mirada.- Nací de esa manera pero un día...- Se quedó viendo a Yibo.- Un día...de repente todo cambió. Abrí mis ojos y pude no solo ver el mundo...pude ver más allá.

- Pero...¿Como recuperaste tu vista? ¿Por qué no me habías comentado esto?

- No es algo de lo que me gusta hablar.- Sonrió con tristeza.- De hecho...me gustaría no seguir hablando de ello...

- De acuerdo...

Ambos se quedaron en silencio sentados en la banqueta que se encontraba sobre aquella solitaria colina. Bajo un enorme cedro el par disfrutaba de la leve brisa y el aroma a vegetación en medio de la noche.

Habían pasado un agradable momento en aquel parque temático, juntos compartieron unas deliciosas hamburguesas y algunos que otros bocadillos, ese día Wang Yibo había dado un paso fuera de su caparazón y había derribado sus muros.

Se dejó guiar por aquel enérgico joven que se mostraba emocionado por complacerlo y hacerlo pasar un buen rato lo cual logró con éxito.

Desde que perdió su vista Yibo se ha aislado del mundo, limitándose a hacer algunas cosas se ha encerrado en una burbuja teniendo la creencia que en su condición realizar algunas cosas son más que innecesarias.

Ha aprendido a ser fuerte y a seguir adelante pero a su vez había perdido el interés de disfrutar de la vida. Ahora sentado en aquella banqueta junto a aquel joven a descubierto que todo ese tiempo ha tenido una idea errónea y que se había estado perdiendo de muchas cosas.

Yibo se sentía muy agradecido con Zhan.

- Lamento haber insistido en saber lo que te ocurrió.

- Ni tienes porque sentirte mal.- Zhan sonrió.- Quizás...algún día te cuente.

- Puedes estar seguro de que escucharé.

- Bueno...- Tomó su mano.- ¿Estas listo para regresar a casa?

- Si.

- Pero que lindo par.

Una sonriente anciana se encontraba de pie frente a ellos observándo como se tomaban de las manos.