Cuenta Regresiva.

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- Gracias Daiana.- Yibo se encontraba al teléfono.- En verdad aprecio este favor. Pronto regresaré así que tus días tranquilos terminaron.- Bromeó.- Bueno, ahora debo irme, hasta luego.- Colgó.

- ¿Que haces?.- Zhan se aferró a su espalda.- Deberias de estar durmiendo, mañana salimos temprano.

- Estaba arreglando algunos detalles.

- ¿Que detalles?

- Ya lo sabrás cuando regresemos.- Sonrió.

- Tanto misterio.- Tarareo.- Nuestros padres ya tienen todo preparado para el viaje.

- En poco tiempo estaremos rumbo a China.

- ¿Yibo?

- ¿Si?

- ¿Crees que le gustare a tu abuelo?

- Bueno...- Hizo una pausa.

- Ese silencio acaba de ponerme nervioso.

- Mi abuelo es un tanto distante con las personas que no conoce pero puedo asegurar que una vez que sepa quien eres cambiará de parecer ya que en realidad es una gran persona.

- ¿Quiere decir que debo esforzarme para ganarme al abuelo Wang?

- Solo tienes que ser tu mismo.- Besó su mejilla.- No necesitas esforzarte o pretender ser otra persona, mucho menos demostrarle nada a nadie. Yo se quien eres, se cuanto me amas y eso es lo que importa.- Sonrió.- Así que no te preocupes por eso, todo va a salir bien.

- Gracias por esas palabras.- Recostó su mentón del hombro de Yibo.- Ahora me siento más tranquilo.

- Mejor vamos a la cama, debemos madrugar.

- ¿A la cama?...- Sonrió con picardia.- ¿Vamos a dormir o vamos a hacer otra cosa?

- A dormir...- Negó mientras sonreía.- Vamos a dormir.

- Aww, eres tan aburrido.- Hizo un puchero.

- Y tu eres tan desvergonzado.- Volvió a besar su mejilla.

El viaje de regreso a China ya estaba listo, tanto Wang como Xiao se alistaban no sólo para su regreso sino también para poner fin a aquella maldición que los había estado persiguiendo durante tanto tiempo.

La familia Wang recibía la noticia con gran regocijo, finalmente después de siglos el pintor divino había vuelto. La oportunidad de librarse de aquella pesada cadena que llevaron atada a su cuello por tanto tiempo finalmente había llegado.

Todos esperaban con emoción la llegada del joven pintor y depositaban su fe y confianza en que todo saldría bien. De nuevo, así como cuando todo empezó Wang y Xiao se unían para luchar contra el mal.

............

Cuando Brady volvió a abrir sus ojos la luz del día se mostraba tenue detrás de las claras cortinas. El joven occidental llevaba ya un buen rato dormido, la temperatura de su cuerpo y los dolores que antes lo aquejaban ya se habían dispersado, solo le quedaba una sensación rasposa en su garganta provocada por la sed y un ligero sudor.

Frotó sus pesados ojos unas cuantas veces, se sentía un tanto liviano y a la vez débil, no sabía por cuánto tiempo había dormido, solo sabía que esto al parecer le había ayudado en su recuperación.

Observó las medicinas sobre la pequeña mesa de noche luego paseó su mirada por la habitación, de repente a su mente llegaron imágenes borrosas de lo que allí había ocurrido. Llevó sus manos a su rostro y lo cubrió para luego soltar un pesado suspiro.

The Red Eyes LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora