The Red Eyes Lover

El Destino Nunca Cambia.

- ¿Zhan?...¿Zhan?...

- ¿Ah?.- Salía de su estado de shock.

- Te hice una pregunta.

- ¿Cuál?.

- Zhan...- Soltó una carcajada.- ¿Estas bien?

- Si...no...si...- Sacudió la cabeza.- Espera...espera...- Llevó sus manos a su cabeza.- Dejame asimilar esto.

- ¿Que tienes que asimilar?.- Acarició su espalda.

- No puedo creer que estoy aquí...- Observó al sonriente hombrecillo calvo y de traje que los observaba.

- ¿Acaso no habías dicho que si? ¿Ahora estás dudando?

- ¿Dudando?.- Agrando sus oscuros ojos.- Jamás.

- ¿Entonces?

- Yibo...- Tomó sus manos.- ¿Estás seguro que quieres dar este paso? ¿Estás seguro que esta es la decisión correcta?

- De lo único que estoy seguro es de que quiero vivir lo que me queda de vida junto a ti.- Llevó sus manos a sus labios y las besó.- Te amo Zhan y porque te amo es porque estoy haciendo esto.- Se acercó a su oído y susurró.- Te lo dije anoche ¿No es así? Solo contigo quiero hacer este tipo de cosas.

- Yo también te amo.- Le susurró.- Y también quiero hacer este tipo de cosas solo contigo.

- Entonces...- Sonrió.- Si no te molesta la idea de estar atado a un pobre invidente por el tiempo que nos resta...¿Te convertirías en mi esposo?

- De ahora en adelante yo...Xiao Zhan...- Sonrió.- Seré tu bastón, tu apoyo, la mano que te sujete, te guíe y te acompañe. Los brazos que te darán calor y la vida que seria capaz de ser entregada por la tuya.- Sostuvo el rostro de Yibo y luego deposito un beso en sus labios.- Seré más que tú esposo...me convertiré en tu todo.

- Te amo...- Volvió a susurrar.

- Yo te amo más.- Susurró.

- Entonces...- El hombrecillo no dejaba de sonreír.- ¿Estamos listos?

- Estamos más que listos.- Entrelezaron sus dedos.

Había sido una decisión apresurada aún así ninguno de ellos la encontraba desacertada. Por tanto tiempo habían anhelado estar el uno junto al otro que cuando encontraron la oportunidad para estarlo simplemente la tomaron.

Allí estaban ellos tomados de la mano en la enorme oficina acompañados de una sonriente pareja la cual había acabado de contraer nupcias y que en un sorpresivo giro del destino se habían convertido en los testigos y padrinos de aquella unión.

A la pareja no le importaba su aquellos que los rodeaban pensaban que estaban locos o que los veían como un par de jóvenes tontos que no sabían que hacer. Solo les importaba una cosa, desde aquel momento y para siempre serian uno solo.

Zhan y Yibo se dieron el sí definitivo aquella mañana de julio, se juraron amor eterno y se hicieron promesas que estaban dispuestos a cumplir. Se habían convertido en esposos.

...........

- Vine a traerte algo de ropa.- Darren se detuvo al ver la habitación vacía.- Oye...- Caminó hacia el cuarto de baño y observó que estaba vacío.- ¿En verdad se marchó?.- Se detuvo frente a la cama.- ¿Se marchó así como si nada?.- Sonrió con enojo.- Bien...que tengas buen viaje.

Con un notable enojo y con pasos fuertes y largos Darren Wang caminaba hacia la salida de la habitación. Aquella mañana había salido por un momento a resolver algunos asuntos los cuales no le tomaron mucho tiempo pero al parecer para alguien había sido el tiempo suficiente que necesitaba para escapar.