Recuerdos.

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- ¿No puede pedirle esto a alguien mas?.- Darren se paseaba de un lado al otro mientras hablaba por su móvil.

- Lo siento oficial Wang pero usted es la persona indicada además es una orden directa.

- Justo ahora estoy en medio se algo importante, se me asignó el caso de las pinturas.

- Este caso es de mucha más importancia, el jefe de la embajada japonesa está pasando un mal momento debido al secuestro de su hija.

- Pero señor...

- Es una orden oficial Wang. Quiero que esta noche se reporte sin falta.

- Entendido, ahí estaré.- Colgó la llamada.- ¡Maldición!.- Lanzó el móvil al sofá.

La acción de Darren había sido accidentalmente presenciado por Zhan. Se había levantado temprano esa mañana en un intento de evitar tener algún encuentro incómodo con el oficial pero sus esfuerzos habían sido en vano.

A pesar de que el alcohol de alguna manera afectó sus sentidos la noche anterior Zhan recuerda cada cosa ocurrida. Nunca ha sido afectado por el alcohol al punto de olvidar las cosas, en realidad su tolerancia a este siempre ha sido muy alta.

Aquella mañana fue la primera vez que Zhan detestó su tolerancia al alcohol, hubiera querido olvidar todo lo que había ocurrido la noche pasada, desde el momento en que rompió en llanto ant Darren hasta las últimas palabras que le había dedicado.

Se sentía sumamente avergonzado, recordar el rostro perplejo del oficial mientras le decía que sus besos no habían sido lo suficientemente buenos lo llenaba de vergüenza. Gracias al alcohol y a la valentía que este podía ofrecer para decir algunas verdades había hablado de más.

- Buenos días.- Zhan se detuvo a pocos pasos de Darren.

- Buenos días.- Caminó hacia la cocina.

- Yo, yo me levanté un poco más temprano porque quería llegar antes al museo.- Rascó su nuca.- Aún me falta examinar algunas pinturas.

- Bien, te dejaré allí.- Colocó una taza sobre la mesa.- Primero toma tu café y come algunas tostadas.

- De acuerdo.- Tomó asiento.- Gracias por preparar el desayuno.

- Mnn.- Se sentó al otro extremo mientras revisaba su móvil.

- Oficial...

- Talu.

- ¿Perdón?

- Puedes llamarme Talu.- Levantó la mirada.- ¿Me querías decir algo?

- Bueno...- Hizo una pausa.- Solo quería agradecer por el desayuno.- Sonrió con nerviosismo.

- Ya lo hiciste antes.- Sonrió con suavidad.

El silencio se hizo presente en aquella mesa que compartían estas dos personas. Mientras uno trataba de buscar las palabras correctas para disculparse por lo que había ocurrido, el otro quería pretender que nada había sucedido.

Darren trató de mantenerse calmado, se mantuvo en completo silencio respecto a lo ocurrido la noche anterior. No quería disculparse, sentía que no había hecho nada malo, había besado a la persona que le atraía y este al menos por unos mitutos también le había correspondido. Si le preguntaban si se arrepentía por lo que había hecho la respuesta sería concisa...no.

.........

- Lo siento.- Yibo chocó contra un joven.

- ¿Está usted bien?.- El joven lo sostuvo del brazo.

The Red Eyes LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora