Yang Jungwon, un chico de 23 años, para los demás resultaba ser casi un ángel, su bondad y su cálida sonrisa podía ser cegador, sin embargo su corazón siempre había sido cerrado al amor, lo único que amaba con todo su ser, Jake Shim, su mejor amigo...
El rubio de ojos zorrunos observaba todo muy impactado, esto tenía que ser una broma, tenían que salir ya y decir que era una broma, veía a Jungwon con los ojitos tristes, aún más que los de el otro día, observaba a Sunghoon quien intentaba hablar soltando la mano de Jake, que no decía nada, no veía a nadie, tenía su vista en el suelo, parecía tan perdido en sus pensamientos, ¿Por qué esto tenía que ser así? Él había ayudado a Sunghoon a conquistar a Jungwon, él había aconsejado a Jake sobre los problemas de la relación con su novio, sentía que había hecho mal, ahora las dos personas que más quería estaban heridas, por el mismo chico, sin pensar en la tragedia que sería eso cuando llegara el japonés y vea a sus amigos en ese estado. Los pensamientos de Sunoo fueron interrumpidos al escuchar la voz de Sunghoon.
- Wonnie... Déjame explicarte por favor
- ¡Sunoo, Quédate con Jake! No lo dejes solo por favor ¿Si? - El chico de hermosos hoyuelos le pidió aquello, pudo ver en sus ojitos que ya se estaban nublando por las lágrimas que querían salir ¿Cómo lo iba a dejar ir solo así?
- Wonnie, espe- sin más solo vio a su amigo salir tan rápido de ahí, quería seguirlo pero no podía dejar a Jake que solo no decía nada, no reaccionaba, cuando de pronto vio como Sunghoon se fue detrás de Jungwon dejando a un solo Jake con él. - Jakey ven, siéntate conmigo ¿Si? Solo respira un poco.
En la cabeza de Jake todos los puntos se comenzaban a unir, Su relación iba mal si, pero empeoró después de que Jungwon conoció al chico que resultó ser su primer amor, cada que ellos dos salían Sunghoon no le contestaba, no entendía porqué las cosas tenían que pasar de esa forma, sentía que su mundo se venía abajo, era el chico con el que había soñado compartir una vida, sin darse cuenta de sus ojos pequeñas lágrimas comenzaron a bajar, le dolía el corazón, le dolía la traición, le dolía el dolor que esto le causaría a su mejor amigo, le dolía pensar que lo podía perder para siempre, solo le dolía el alma en ese momento.
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No quería escuchar ni una sola palabra, no quería saber nada más de Sunghoon, no sabía cómo volvería a ver a Jake a los ojos, el corazón de su mejor amigo en este momento debía estar roto y él no podía estar ahí para consolarlo, porque se sentía el causante de ese dolor, además de todo eso su pequeño corazón dolía mucho, dolía demasiado pensar en lo que había pasado, como se acabó todo en un segundo, no quería estar más ahí, no había traído su auto.
- Ni-Ki, ¿Dónde estás? - Apenas le salía la voz, lo que hizo que el japonés se preocupara inmediatamente.
- Estoy a menos de 5 minutos ¿Que pasa? ¿Por qué lloras?
- Solo ven rápido por favor - Colgó la llamada después de decir eso, no aguantaba más, las lágrimas salían de sus ojitos como un manantial, no podía cesar el agua salada que salía sin permiso.
- Jungwon, por favor, solo escúchame, déjame explicarte todo - Sunghoon lo había alcanzado, llegó de la misma forma, de los ojos oscuros del mayor salían pequeñas lágrimas, tenía miedo de perderlo de nuevo, no quería que se fuera de su lado, no sin escucharlo primero.
