Yang Jungwon, un chico de 23 años, para los demás resultaba ser casi un ángel, su bondad y su cálida sonrisa podía ser cegador, sin embargo su corazón siempre había sido cerrado al amor, lo único que amaba con todo su ser, Jake Shim, su mejor amigo...
Había pasado un gran mes junto a Ni-Ki, la compañía del japonés había Sido reconfortante, aún cuando el mayor confesó sus sentimientos por él, todo había sido muy tranquilo y divertido, agradecía que el mayor lo cuidara tanto, que lo quisiera de la forma en la que lo hacía, se sentía muy importante, pero no quería jugar con el corazón de Ni-Ki, él lo adoraba, y en el pasado si este se hubiera confesado lo habría aceptado, pero el presente era diferente y no creía en el sacar un clavo con otro, además Ni-Ki no merecía eso, el chico era genial y merecía a alguien que lo amara como si solo él existiera en el mundo. Ahora estaban a punto de volver, debía volver a esa casa y tratar de encontrar las cartas de Sunghoon, debía hablar con Jake y tenía que enfrentar la situación con Sunghoon, tenía que decidir todo, al menos ya se sentía más relajado para poder escuchar concientemente.
El japonés iba a su lado, Jungwon estaba tan distraído que no se había percatado que Ni-Ki lo estaba viendo.
- ¿En qué piensas pequeño?- Vio como el menor pareció pensarlo un poco - Sabes que me puedes decir lo que sea.
- No me ha escrito - Hizo una pausa, no quería sonar triste, pero que Sunghoon dejara de escribirle le daba miedo - Desde lo que pasó cada día me ha escrito, pero dejó de hacerlo hace tres días.
- Tal vez está esperando que lo hagas tú - Tomó su mano para reconfortar a su amigo - No está mal que lo hagas cariño, que estén enojados no quiere decir que no te preocupes por él.
-¿Debería hacerlo?
- Hazlo, así estarás más tranquilo ¿No? - Lo vio con una sonrisa que tranquilizaba al menor.
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- Piénsalo Sunghoon, es una buena oportunidad y tú ya cuentas con experiencia en la zona - Soobin decía aquello antes de retirarse de la oficina del más alto.
- Gracias Soobin, lo pensaré.
Justo cuando el CEO de la empresa salía por la puerta su mejor amigo entraba por ella, saludando a Soobin para dirigirse hacia Sunghoon quien tenía un aspecto preocupado. Jay llevaba prácticamente 22 días trabajando en la empresa Yang, cuando Jungwon decidió tomar su descanso necesitaban a alguien que ocupará su lugar, así que Sunghoon decidió contratar a Jay como su mano derecha, lo cual no molestó a Soobin, de todas formas el chico contaba con la experiencia, estudios necesarios, además de aportar excelentes ideas y tener conocimiento en varios idiomas.
- ¿Por qué mi mejor amigo tiene esa cara larga? Digo, no es como desde que se fue Jungwon no la traigas, pero hoy estás peor.
- Buenos días para ti también Jay - Saludaba con una sonrisa al chico que se preocupaba por él. - Tenemos una oferta en New York, sería un gran negocio para la empresa.
- ¿Y qué te preocupa? Podemos ir, cerrar el trato y devolvernos.
- No es tan fácil, quieren que nos quedemos un tiempo allá, tener un contacto que una ambas empresas aquí y allá. - Los ojos de Sunghoon lucían preocupados, en sus planes no estaba irse, no de nuevo.
