˚˖𓍢ִ໋🦢˚ 𝐋𝐞𝐭'𝐬 𝐃𝐚𝐧𝐜𝐞 ♬ | 𝐍𝐢-𝐤𝐢 ✔

21

—¿Y qué dijo? —preguntó Heeseung, intrigado, mientras escuchaba la anécdota que Jake le contaba sobre su fin de semana.

—Dijo que estaba delirando. Me tocó la frente y dijo que estaba hirviendo.

—¿Y lo estabas?

—Sí, pero yo hablaba en serio. Ella pensó que estaba bromeando y no respondió a mi pregunta. —Jake suspiró, visiblemente desanimado.

—Vaya... qué mal. Pero, Jake, no puedes forzarla a elegir. ¿Y si no prefiere a ninguno de los dos? Apenas los está conociendo a ambos.

Jake asintió lentamente, reconociendo la lógica en las palabras de su amigo. Sabía que Heeseung tenía razón, pero no podía evitar aferrarse a la ligera esperanza de que ella lo eligiera a él.

—Mira, ahí viene —dijo Heeseung, señalando hacia la entrada del instituto.

Jake volteó rápidamente, encontrándose con Eun-young acercándose hacia ellos con una sonrisa radiante.

—¡Hola! —saludó la castaña con entusiasmo.

—Hola, Eunni —respondió Heeseung con una leve inclinación de cabeza.

—Hola. ¿Cómo estás? ¿Ya cenaste? Bueno, quiero decir, ¿desayunaste algo antes de venir? —preguntó Jake, lanzando una avalancha de palabras. Su tono nervioso y la rapidez de su habla lo delataban; no era común verlo así.

Heeseung y Eun-young intercambiaron una mirada cargada de confusión, ambos preguntándose qué le sucedía al australiano.

—Estoy bien, gracias por preguntar. Comí una manzana con un vaso de leche antes de venir, supongo que me alcanzará hasta la hora de la cafetería. ¿Y tú? ¿Cómo estás?

—¡Estoy bien! Excelente, de lo mejor.

—¿Y yo estoy pintado o qué? —reprochó Heeseung con un tono exagerado, cruzando los brazos.

Eun-young se llevó una mano a la nuca, sonriendo apenada. —Perdón, Heeseung. ¿Cómo estás? ¿Hiciste algo interesante este fin de semana?

—Estoy bien, gracias por preguntar —respondió, fingiendo indignación. Luego sonrió ligeramente—. Salí de fiesta con el equipo de fútbol. Nuestro capitán no pudo venir, por desgracia. ¿Y ustedes? ¿Qué hicieron?

Jake y Eun-young intercambiaron una mirada que decía más de lo que estaban dispuestos a admitir en voz alta.

«—¿Eun-young? —Jake la observó con detenimiento, sus ojos fijos en el rostro de la chica—. Quiero besarte.»

Ese recuerdo repentino invadió la mente de la castaña, y sus mejillas se encendieron de inmediato en un profundo carmesí. Jake, al notar su reacción, frunció ligeramente el ceño, aunque no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa divertida al verla tan apenada.

—El fin de semana hablé con Konon —comentó Jake de repente, retomando la conversación como si nada, a pesar de que ya había mencionado ese detalle a Heeseung.

—Yo... me quedé en casa. El clima era horrible —respondió Eun-young rápidamente, desviando la mirada.

Ambos parecían haber llegado a un acuerdo tácito: dejar aquel incómodo episodio de lado y pretender que no había sucedido.

¡Ring!

—Voy a clases, nos vemos chicos —dijo la castaña con una sonrisa amigable mientras recogía sus cosas.

Jake le devolvió la sonrisa con calidez, mientras Heeseung se limitó a despedirse con un gesto de la mano, algo distraído. Eun-young caminó apresurada hacia su primera clase del día.