˚˖𓍢ִ໋🦢˚ 𝐋𝐞𝐭'𝐬 𝐃𝐚𝐧𝐜𝐞 ♬ | 𝐍𝐢-𝐤𝐢 ✔

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Un día menos para el evento significaba más presión y expectativas. La tensión en la sala de práctica era palpable, aumentando con cada pequeño error. Todos querían ofrecer una presentación impecable; no había espacio para equivocaciones.

En ese momento, el grupo disfrutaba de un breve descanso. La mayoría estaban tirados en el suelo, agotados, respirando con dificultad después de una jornada intensa. El silencio reinaba en el lugar, roto solo por los jadeos de quienes intentaban recuperar el aliento.

La práctica de ese día había sido extenuante. Sus cuerpos estaban al límite tras horas de repeticiones interminables de la coreografía, esforzándose por alcanzar la perfección.

—Eso es todo por hoy. Buen trabajo. —el entrenador Ji-pyeong los felicitó, luciendo satisfecho con los resultados—. Escuché que planean ir a la piscina esta noche. Espero que les ayude a relajar la tensión de sus músculos.

—Eso intentaremos. —respondió Sungmin con una ligera sonrisa, antes de girarse hacia sus compañeros—. Deberíamos apurarnos, la reservación es en una hora.

Sus palabras fueron suficientes para que todos se levantaran rápidamente, recogiendo sus cosas con renovada energía. Antes de salir, se despidieron del entrenador, agradeciendo el cierre de un día tan agotador, pero productivo.

[...]

Los chicos se encontraban en la piscina del hotel que habían reservado, relajados y listos para disfrutar. Sin embargo, aún esperaban a las dos miembros que faltaban por llegar.

Kahyo y Ni-ki, no perdieron el tiempo. Apenas cruzaron la puerta, se lanzaron al agua sin intención alguna de esperar a nadie para comenzar a divertirse.

—Haneul, ¿qué pasó con Eun-young? —preguntó Sungmin al ver a la pelirroja entrar sola.

Ni-ki, quien estaba sumergido en el agua, emergió al escuchar el nombre de Eun-young. Sacó la cabeza, buscando a la castaña con la mirada sin éxito. Decidió nadar hasta el borde, apoyando los brazos en el borde de la piscina para escuchar mejor la conversación.

—Le presté un traje de baño... —respondió Haneul con un toque de inquietud—, pero no se sentía cómoda con él.

—Voy a buscarla. —intervino Ni-ki, ya preparándose para salir del agua.

—No...

El ceño del chico se frunció al escuchar la negativa de su hyung. No podía entender cómo pretendían divertirse sin ella.

—Ella vendrá, estaba emocionada por esto. —Seungmin lo miró con seguridad, intentando tranquilizarlo—. ¿Confías en mí?

Ni-ki dudó por un momento, sus ojos mostraban incertidumbre. Sin embargo, finalmente asintió con un leve movimiento de cabeza, lo que le valió una sonrisa de aprobación por parte del mayor.

Antes de que pudiera insistir más, Kahyo lo llamó desde el agua, desafiándolo a una carrera para ver quién podía llegar más rápido de una esquina de la piscina a la otra. Sungmin comprendió que esa era la mejor forma de distraer al rubio y lo dejó ir. Ni-ki, aunque no completamente convencido, aceptó el reto y se lanzó nuevamente al agua, mientras su mente seguía divagando en la llegada de Eun-young.

—Soy buen nadador. —recalcó Kahyo, alzando un poco la barbilla con confianza.

—Soy bueno en muchas cosas. —respondió Ni-ki con aires de superioridad, provocando una risa ligera en el menor.

—Entonces, ¿estás seguro de que ganarás?

—No veo por qué no.