Capítulo 24

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“¿Me puedes decir que rayos se metió en tu cabeza que te convirtió en un suicida?” Dije. “Ningún cazador sería tan estúpido como para venir aquí.”

“Vengo en son de paz.” Dijo guardando el cuchillo en un bolso que llevaba alrededor de su torso.

“¿Qué quieres?” Dije confundida.

Venir aquí, hablarme a mí y luego guardar el cuchillo…tiene problemas mentales. Iba a contestar justo cuando Cole rugió detrás de él.

‘Déjalo’ Dije en mi mente. ‘Quiero saber que quiere.’

‘Iso-’ Trató de decir, pero yo negué con la cabeza.

‘Tiene que ser algo importante si se atrevió a venir aquí, déjalo hablar.’ Dije y volví a mirar a Trevor.

“Así que son alges…” Dijo mirando a Cole que mostraba sus colmillos. “Interesante.”

“Habla antes de que lo deje arrancarte la cabeza.” Dije arreglando mi postura, no iba a demostrar que se me quería salir el corazón por la boca de lo fuerte que estaba latiendo.

“¿Esa es la forma de tratar a tu tío?” Respondió.

Mi cara formó mi expresión de ‘de-que-demonios-estas-hablando’ mientras él se empezaba a reír. Problemas mentales, definitivamente.

“Soy el hermano de Kraven.” Dijo y yo entendí.

El idiota piensa que soy la hija de Kraven y Zeva, así se deben estar explicando los cazadores el hecho de que yo sea alfa. Mire a Cole, que estaba en su forma de lobo aún, y el mantenía sus dientes fuera, listo para atacar en cualquier minuto.

“No soy la hija de Kraven.” Dije rodando los ojos y el soltó una carcajada.

“¿Quién es tu madre?” Preguntó calmándose.

“Zerabella Vlad.” Dije y Cole gruñó bajo. 

‘No le digas nada de ti.’ Dijo en mi mente.

“Por eso digo, ¿Esa es la forma de tratar a tu tío?” Dijo.

“Señor, no tengo tíos, mis padres ambos fueron hijos únicos.” Dije ya enojándome, ¿Qué le pasa?

El me miro confundido antes de subir ambas cejas como si estuviese sorprendido. Volvió a abrir el bolso y yo tomé la oportunidad para tomarlo por el cuello. Con lo que no contaba era con que me empujara con tanta fuerza que terminé contra la puerta del auto, rompiendo el cristal en el proceso. 

“Auch.” Dije mientras escuchaba los rugidos de Cole.

Se había lanzado sobre Trevor, pero estaba en el suelo paralizado por el cuchillo contra su espalda. 

“Cómo…Eres un lobo.” Murmuré confundida.

Trevor me lanzó un libro, golpeándome en la cabeza por lo impresionada que estaba mirando sus colmillos. ¿Es el líder de los cazadores y es un lobo?

“Cariño, he matado más alfas de lo que puedo contar, tu padre y tu verdadero padre incluidos. ¿No crees que me debes un respeto? Si estás viva es porque a mí me conviene.” Dijo.

“¿De qué hablas?” Dije levantándome del suelo lentamente.

“De que tu vida es más mentira que una película de Disney. Te mintieron haciéndote pensar que eras humana, te mintieron tus dos alges, te mintieron tus amigos, pero la mentira más grande fue la de tu madre. Tú no eres la hija de Mateo, por una razón el alfa de la manada Vlad iba a ser tu hermanito, porque por más que el hombre te quería tú no llevabas su sangre de alfa. La sangre que corre por tus venas es la de Kraven Emelay, no la de Mateo Vlad.” Dijo y yo me quedé quieta.

Lo único que sentía era mi respiración mientras sus dientes se escondían: sus dientes eran igual que los míos, no se deformaba, solo se alargaban sus colmillos.

“¡Estas mintiendo!” Grité mientras sentía mis ojos cambiar.

“Todo está escrito en ese diario, no tengo por qué mentir, aunque es mejor que lo sepas. Así te das cuenta que no te quiero matar.” Contestó.

“¡Me disparaste y mataste a tu propio hermano!” Dije y Cole se logró escapar. “Además de que estas mintiendo.” 

Cole quedo frente a mí y Trevor negó con la cabeza.

“Lee eso y pregúntale a tu madre o a tu abuelo, Cameron.” Dijo dando pasos hacia atrás. “Vine a decirte eso y ya me voy, pero oirás pronto de mí, Sobrina.”

Un auto apareció de la nada y el entró en menos de un segundo.

‘¿Lo seguimos?’ Dijo la voz de Troy en mi cabeza.

‘No, déjenlo, pronto lo vamos a usar para llegar al resto de los cazadores.’ Dije aguantando el diario en mis manos.

“Seguramente estaba mintiendo.” Dijo la voz de Cole y yo me viré inmediatamente.

“¡Cole!” Grité.

“¿Qué? Ya te deberías acostumbrar.” Dijo y yo negué con la cabeza.

Oye, por lo menos ya no me pongo nerviosa ni tartamudeo.

“Cúbrete.” Dije. “Y eso de ‘seguramente estaba mintiendo’ te quedo de mas, obviamente estaba mintiendo. Mi padre es Mateo, de eso estoy segura.” 

Lancé el libro hacia el asiento del pasajero y respiré hondo. No tengo por qué dudar de mis padres, nos parecemos y son alges, no hay forma de que yo no sea su hija. Ahora ese idiota se las va a ver conmigo. Es un traidor a su sangre y a su raza. Es astuto, eso tengo que dárselo, pero no va a jugar con mi cabeza.

“¿No le vas a dar importancia a lo que dijo?” Dijo Cole después de un rato.

Me volteé, sabiendo que ya estaba vestido, y moví la cabeza de lado a lado.

“Claro que no, no  tengo por qué creerle a un cazador que me disparó en vez de a las personas que me dieron la vida.” Respondí. 

“Como digas.” Dijo mirándome raro, pero luego puso su vista en el auto y su cara cambio a una de puro horror, haciéndome morir de la risa. “¡Mi bebé!”

Alges: La AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora