Alges: La Alfa

Capítulo 36

—No— dijo Cole. Esperaba algo de él, pero esa palabra no me pasó por la mente ni un segundo.

— ¿Qué?

—No, no, no— lanzó los papeles al suelo y se acuclilló con ambos brazos sobre su cabeza.

— ¿No? ¿Qué significa eso?— una ola de terror me tomó por sorpresa. Es ‘no’ lo espera de mí, yo era la que nunca mencionaba niños, ¡él siempre lo hacía!

— ¿Esto es porque no quieres que me vaya, no es así?— subió la vista y no sabía que era la emoción en sus ojos.

—No, esto es porque no sé cuándo te voy a volver a ver, no sé si tan siquiera lo voy a hacer, y tú tenías que saberlo. Te quiero con nosotros, sí, pero esto no es para que te quedes. Ya hiciste tu juramento y no lo puedes romper.

— ¡Por qué no lo dijiste antes!— Se puso de pie, sus ojos negros. Ahora lo entendía: era ira. No se sentía mal ni triste, no, él se atrevía a estar enojado.

— ¡Porque no lo sabía! ¡Me enteré ayer!

— ¡Porque ayer te dieron los resultados, pero no me dijiste que sospechabas que estabas embarazada! ¡Por Dios Isobelle! ¡Cómo me puedes hacer esto!— mi boca casi llega al suelo.

— ¿Disculpa?— rugí— ¿Cómo te puedo hacer esto a ti? ¡El niño no se creó solo!

— ¡No me vengas a culpar a mí!

— ¡No estoy culpando a nadie, tú me estas culpando a mí!

— ¡Porque es tu culpa!

— ¡Yo no te obligué!

— ¿Y yo sí?

— ¡No estoy diciendo eso!

— ¡Claro que lo haces!

— ¡El niño lo hicimos los dos!

— ¡Y me quieres echar toda la carga a mí!

— ¿Carga?— el volumen de mi voz bajó completamente. Cole se congeló en su lugar mirándome—. ¿Eso es este bebé para ti? ¿Una maldita carga?— y en ese momento sentí una furia como nunca antes la había sentido. Como si hubieran lanzado un fósforo en mi garganta llena de combustible.

—Belle…

— ¡No me llames Belle como si fuera una niña! ¡Siento mucho que este bebé sea una carga para ti, Cole! ¡Pero no te preocupes, ninguno de los dos te necesitamos!

—Isobelle. Yo no lo…

— ¡Lárgate!— lo empujé con todas mis fuerzas mientras el trataba de agarrar mis manos.