"Mañana es miércoles, tenemos clases, no podemos faltar por que hoy no asistimos. Además de que nos conocemos desde hace que? Cinco días?" Dije mientras entraba a la habitación.
"Excusas, excusas, excusas." Dijo Cole rodando los ojos.
Entro en la habitación y puso los bultos con la ropa en el suelo. Yo miraba a mi alrededor.
El cuarto era de un azul obscuro con muchos dibujos en diferentes partes. La cama era normal y estaba a un lado, horizontalmente cuando entrabas. Al frente había un espejo y los lados unos armarios de madera. Me quede asombrada con los hermosos ojos obscuros frente a mi. Estaban dibujados y cubrían toda la pared que quedaba contraria a la puerta. Lo que me impacto no era que estaban dibujados, si no con el detalle que estaban hechos.
"Tu los dibujaste?" Susurré.
Sentí unas manos en mi cintura y luego me pego a su pecho. "Si...son tuyos."
Solté sus brazos y lo mire frente a frente. "Mios?" Pregunté incrédula.
"Siempre soñamos con algo de nuestro alge desde que llegamos a los quince," Dio un paso hacia mi, quedando solo a centímetros de mi cara. "para Jason fueron los labios de Marie, Avery soñaba con el cabello de Megan y Sasha con la sonrisa y Emmanuel con los ojos, como yo."
"Tu..."
"Soñaba con tus ojos." Terminó de decir el.
Sentí como me ponía roja y mire al suelo. Escuche la carcajada de Cole y sentí como mis mejillas me ardían mas.
"Creo que me voy a bañar..." Dije aún mirando al suelo.
"Muy bien."
Me dio un bulto y caminé afuera. Era solo dos baños, uno en el cuarto de sus padres y el quedaba en el pasillo; cual de las puertas era, para mi era un misterio.
"Cole?" Llamé desde el medio del pasillo.
"Ah?" Dijo solo mostrando su rostro desde la puerta. "Esa." Señalo la puerta a la derecha antes de que yo pudiera preguntar.
Asentí y abrí la puerta. La cerré y le puse el seguro. Mire a mi alrededor y me comenzé a desvestir. El baño tenía una bañera- obviamente- con ducha, el inodoro a la izquierda y un lavamanos a la derecha. Puse la ropa en la pequeña mesita al lado del lavamanos y caminé hacia la bañera y comenzé a ducharme.
Como ha cambiado mi vida en menos de una semana! Ahora se que los hombres lobo existen, mas que eso, se que tienen almas gemelas y yo tengo una. Un hombre espectacular, al cual estoy empezando a amar, pero que a veces en un idiota.
El planeo esto! Si no, como es que tenía la ropa en su auto?
Suspiré y cerré el agua. Tomé una de las toallas de una de las tablillas de la mesa y me sequé. Busque en el bulto y conseguí mi ropa interior...Espera! El busco mi ropa interior?!
Sentí mis mejillas arder y me vestí mas rápido. El había escogido una simple camisa sin mangas blanca y una sudadera negra. Puse mi cabello en un moño y salí. Camine por el pasillo y llegué al cuarto. Cole estaba tirado en la cama mientras gotas de agua caían por su pelo y su pecho.
Solo vestía una sudadera y su abdomen y brazos estaban al descubierto. Me encontré mirandolo como una boba mientras el solo miraba el techo.
"Te piensas quedar ahí?" Dijo el y yo brinqué.
Mire al suelo, al techo y hasta a las paredes. A todos lados menos a el. Puse el bulto en el suelo y caminé hacia la cama lentamente. Me recosté en el lado que quedaba para la puerta lentamente y sentí como el se movía.
Sentía el calor irradiando de su cuerpo y traté de controlar mi mente. Pensaba en cuando me besaba. Me dejaba sentir toda la pasión que el sentia. Podía imaginarme como se sentiría si-
"Belle" Dijo interrumpiendo mis pensamientos inapropiados. "Te puedo abrazar?"
Si! Abrázame, bésame! Hazme tuya! una parte que no sabia que tenia gritaba. En cambio solo dije: "Si quieres."
Sus brazos se envolvieron a mi alrededor y sentí sus músculos contra mi espalda. Su respiración tan cercana hizo que se me erizara la piel y mi corazón se acelerara. Dios, santo padre, controla estas hormonas de adolescente!
Tomé un largo respiro y cerré los ojos. Poco a poco los brazos de Cole se movieron hasta que quedamos frente a frente. Juro que hace esto a propósito!
Mire sus ojos claros y luego sus labios. Solo eso fue lo que le tomo para que se acercara y los presionara contra los mios.
Cerré los ojos y envolví mis manos alrededor de su cuello. El abrió su boca y yo tomé la oportunidad para dejar mi lengua correr por ella. Todo mi cuerpo se calentó al instante y el se movió quedando sobre mí. Envolví mis piernas alrededor de su cintura mientras su lengua jugaba con la mía. Rompió el beso, pero antes de que pudiera preguntar por que el comenzó a besar mi cuello.
No pude evitar el gemido que se escapó de mis labios mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo. Una daba vueltas por mi espalda mientras la otra corría por mi abdomen y luego mis piernas.
Volvió a besar mis labios y ahí fue que me dí cuenta. En ese segundo que paso de mi cuello a mi boca abrió los ojos. Lo empuje y quede de pie al otro lado de la cama tratando de respirar. El quedo en el suelo pero no se movió. Respiraba hasta mas fuerte que yo y tenía ahora los ojos cerrados.
Se habían tornado negros y eso me asustó. El poco a poco se levantó del suelo y me miró con ojos amarillos.
"Perdón." Dijo y dio un paso hacia mi.
"Tus...ojos" Logré decir.
"Se tornan negros cuando estoy enojado o..." Se paso la mano por la nuca y miro al suelo. "Cuando las cosas se ponen muy intensas."
Mire al suelo avergonzada y luego subí la vista. Cole me dio una media sonrisa y se arrodilló en la cama. Yo dí un paso suave e hice lo mismo.
Su mano acarició mi mejilla y luego me dio un beso suave.
"No te voy a forzar a nada..." Susurró contra mis labios.
"Lo sé, perdón por mi reacción de antes."
"No es nada, de hecho, si no lo hubieses hecho las cosas no iban a ser tan bonitas..." Soltó una carcajada y yo le sonreí.
"Deberíamos dormir." Le dije y el asintió.
"Ven."
Se recostó y yo frente a el. Envolvió sus manos a mi alrededor y me pego contra el.
Solo diré que esa fue la primera noche en la que dormí como bebé.

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Alges: La Alfa
WerewolfYo: Isobelle Vlad. Soy una chica de diecisiete años con problemas para controlar mi ira y una obsesión con los vampiros y hombres lobo. El: Cole McWilliams. el es un hombre lobo temperamental de diecinueve años que se cree que le pertenezco. Asi qu...