Capítulo 19

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"¡Dame el maldito teléfono Cole!" Grité desde mi cuarto.

"¡Te lo devuelvo cuando te tranquilices!" Contestó desde adentro de mi baño.

"¡Si no me lo das, te juro que destruyo la puerta!" Dije golpeándola.

"¡Ella esta en la escuela y no te va a poder contestar, además de que me va a matar cuando se entere que yo te lo dije primero que ella!"

"¡No me importa!" Dije. "¡Si no me lo das tú, busco el de Rick y de una vez se lo digo!"

"¿No le harías eso a Marie...verdad?" Dijo abriendo la puerta.

 Tomé la oportunidad y le di una patada a la puerta para que quedara completamente abierta. Él se escabulló como pudo y logró salir antes de que le pudiera quitar el teléfono. Brincó al otro lado de la cama mientras yo pensaba en una forma de cruzar y poder quitárselo.

 "Isobelle, espera a que termine la escuela, después hablas con ella. Si la llamas ahora la vas-"

"Cole, cállate. Marie es mi mejor amiga, la voy a insultar y es porque bien merecido se lo tiene!" Dije.

"¿Porqué no llamas a tus padres primero? Por favor, y luego te dejo llamarla." Dijo.

"¡No!" Contesté.

"Entonces no me dejas remedio." Dijo.

"Que vas a-"Y ahí salió mi teléfono por una ventana que no sabía que existía. "¡No!"

Casi me lanzó por la ventana a ver si lo podía agarrar antes de que se estrellara con el piso. Pero no lo hice, y mi amado bebé quedó destruido en mil pedazos.

"¡Te voy a matar!" Rugí volteándome hacia Cole- pero el ya no estaba. "¡Argh!"

Ay Dios mio dame paciencia porque es que lo voy a matar. ¡Lo voy a matar!

~*~*~*~*~

Después de planear un cruel asesinato, tomé un baño. Me calmé un poco y me di cuenta de que Cole tenía razón. Será mejor que espere a que Marie termine la escuela para llamarla, así voy a tener tiempo de pensar en lo que le voy a decir.

Luego de media hora de estar mirando el punto en mi frente, decidí llamar a mis padres. Tomé el teléfono de la casa- ya que Cole destruyó el mio- y marqué. No había dado el primer timbre cuando ya la voz fuerte de mi padre contestó.

"¿Papá?" Dije.

"¿Isobelle?" Contestó y yo sonreí.

"Si-"

"¡¿Niña del demonio como se te ocurre asustarnos así?!" Y pasó de su voz normalmente tenebrosa a la de un lobo enojado. "¡Casi nos da un infarto! ¿Cómo se te ocurre exponerte así? ¡¿Tienes ganas de morirte o qué?! ¿Tienes alguna idea de cómo nos preocupaste? ¿De como se puso tu madre?"

Alges: La AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora