Alges: La Alfa

Capítulo 30

Cuando llegué a la casa estaba todo menos calmada. El caminar no me sirvió de nada. Abrí la puerta e iba directo a la oficina cuando un grito me hizo girarme y correr a la sala.

- ¿Cómo entraste aquí?- dije, tratando de mantener un tono neutral.

-Belle...- dijo Matthew, tratando de escaparse.

Trevor solo presionó el arma un poco más a su cabeza. Isobella quería salir y yo la quería fuera, pero aguanté. Antes de que se pudiera decir una palabra, Cole apareció detrás de mí.

- ¿Qué haces aquí?- rugió, dando un paso al frente, pero puse una mano en su pecho para detenerlo.

-Ah, que linda la familia- dijo Trevor sonriendo.

Sentí mis ojos cambiar cuando Matt dejó escapar un quejido.

-Déjalo ir- dije.

-Aún no- contestó calmado-, necesito hablar contigo y el niño es la única cosa que asegura que no me atacarás.

-Matt o no, con el humor que traigo, si te quiero atacar lo hago- dije y sentí los ojos de Cole en mi por unos segundos.

-Muy bien, primero que nada, me enteré que ya descubriste tus raíces- dijo.

-Sí, una de tus amigas ayudó bastante- dije con amargura.

-Una de mis...- bajó la vista con el ceño fruncido por unos segundos antes de volverme a mirar-. Como sea, necesito hablar contigo.

- ¿Y por qué va a hablar contigo?- dijo Zeva, entrando por el pasillo de la cocina.

-Uriel Montenegro-contestó.

-Con gusto- dije son pensarlo dos veces.

-No, Belle- dijo Cole y yo le rugí.

-Cállate- espeté con la voz más fuerte con la que jamás le había hablado.

Su cara de sorpresa valía millones, pero por primera vez no me importó. Estaba enojada, muy enojada.

- ¿Problemas de recién alges?- dijo Trevor, y lo volví a mirar.

-Eso no es tu problema- dije-. Ahora dime que pasa con Montenegro.

-En privado- dijo mirando a Cole.

-Ni loco- respondió el.

-Suelta a Matt- dije, ignorando a Cole-. Ahora.

Subió la mano y lo dejó ir. En ese mismo instante ambos, Cole y Zeva, cambiaron de forma.