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El Marqués Oslo junto a su caballero, Victor Feral entraron al salón que la Baronesa preparó con anticipación para ellos, ambos hombres se acomodaron por petición de la pelirroja

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El Marqués Oslo junto a su caballero, Victor Feral entraron al salón que la Baronesa preparó con anticipación para ellos, ambos hombres se acomodaron por petición de la pelirroja

— Muchas gracias por aceptar la asociación — Marqués Oslo agradeció.

Después de eso la pelirroja los saludo formalmente y luego comenzó una conversación sobre el negocio en el que quería invertir el Marqués. Ambos hablaron durante un rato y para Marjory no pasó desapercibido la manera en que el noble, que era muy atractivo miraba a su caballero.

Victor incluso le daba miradas a ella y luego a él, ambos eran iguales. Entonces lo supo, ellos no eran Gay, eran bisexuales y ambos se atraían de la misma forma que probablemente ahora le podría atraer una mujer.

Tristán se mantuvo en silenció, escondido entre las paredes del salón escuchando la conversación junto a su asistente Darlian, quien estaba sorprendido por la manera tan sencilla de abordar a los hombres.

Ella realmente sabía lo que hacía.

— Entonces, puedo estar seguro de que el negocio será excelente — James Oslo sonrió con amabilidad.

— Por supuesto — Marjory contestó — por favor, acepte estos obsequios — ella hizo una señal, Marcus entonces se acercó con unas cajas adornadas elegantemente y las colocó sobre la mesa cercana al dúo de hombres.

James y Victor miraron los paquetes, eran cuatro cajas, tres de ellas eran del mismo tamaño, dos azules y una rosa y por última estaba la cuarta, era pequeña y su empaque era color rojo.

Victor se movió hacía ellas cuando James lo ordenó, tomó las cajas y abrió una de las azules, sus ojos se abrieron ante lo que miraba, era ropa interior masculina muy sensual.

Había de varios colores y estilos, desde encaje hasta uno donde cubría el frente pero tenía solamente un hilo fino para el trasero, otros donde eran totalmente abiertos que por la forma las tiras abrazarian el borde de las nalgas.

Ambos hombres enrojecieron.

Abrió la otra caja y era algo diferente, entonces se dio cuenta, que la Baronesa sabía su secreto y la sangre comenzó a hervir creyendo que ella se estaba burlando de él. La caja rosa tenía lencería muy sensual que incluso por un momento logró visualizarlo puesto en el hermoso cuerpo de su voluptuosa esposa, se removió incómodo.

— Si esto es su forma de hacer negocios — se levantó con furia.

Marjory se puso de pie — Por favor, no lo tomes como ofensa, es un regalo que estoy tratando de darle — Marjory lo detuvo.

Él estaba congelado.

— Lo investigue un poco para saber que podría darle y ante eso, lo único qué puedo terminar de ofrecer es este libro — ella señaló la última caja, la que había quedado en el olvido.

Victor la abrió y la extendió a su señor.

James lo abrió y sus ojos fueron abiertos como platos.

— Sé que tiene problemas y muchos hablan mal de usted por la falta de un heredero, es joven y vigoroso, también me di cuenta que las mujeres no le son indiferentes — Marjory controlo la situación con rapidez.

James se dejó caer en el sofá, aturdido y avergonzado de haber sido expuesto ante alguien más.

— Sus deseos y amor no son mal vistos para mí, lo único qué usted no considero es que puede llegar a un acuerdo con su esposa y tener una relación de tres — miró brevemente a Sir Feral. Ambos hombres la miraron anonadados — En este libro explica la forma en la que su relación de tres puede funcionar, sobre todo hay posturas que podrían usar y pronto tendrá herederos — explicó.

El Marqués abrió el libro y sus mejillas se calentaron cuando algunas recomendaciones y dibujos con posturas sexuales aparecieron mientras daba una ojeada.

Con eso estaba segura de poder ayudarlo.

— ¿Qué obtiene usted a cambio? — James preguntó, su mirada era intensa, parecía quemar a su paso.

Marjory se mantuvo calmada — Su amistad, es todo lo que quiero, nuestra sociedad de negocios ya es un buen comienzo, pero quiero tratar con las personas, no solo con empresarios.

Sus palabras admiraron al joven Marqués que terminó cediendo — La lealtad para mí es muy importante, espero que sepa que una vez la doy no la retiro a menos que me traicionen — expresó con seriedad.

Marjory asintió y luego rebusco a su lado unos sobres — estos son para su esposa, primero dele el morado, luego el rosa y por última el rojo — sonrió — todos con una diferencia de tres días — explicó.

James la miró confundido — ¿puedo saber cuál es su contenido? — preguntó tomando las cartas.

— he dejado una copia para usted, esta en alguna de las dos cajas azules, deberá comprender que no se cual es su rol en el sexo — suprimió sus instintos fujoshi — por eso solo las deje en una de ellas al azar.

Ambos hombres enrojecieron.

— ¿Puedo saber cuál es el Seme y cuál es el Uke? — preguntó curiosa.

Ellos la miraron con extrañeza.

Incluso Tristán y Darlian quienes escuchaban la conversación se sintieron confundidos y un poco perturbados por la forma en la que la conversación había ido.

— ¿Qué significa eso? — Victor no pudo evitar contener la pregunta.

— Seme es el hombre dominante, el que da, o sea el hombre que penetra — Marjory se rió de las caras avergonzadas de ambos hombres — y Uke es quien recibe, el más sumiso — finalizo.

Ambos se miraron, Victor alzó la mano avergonzado — A-Ambos — murmuró.

— Ah, son versátiles — Marjory asintió — les gusta dar y recibir, interesante y apropiado, eso es mucho mejor, ambos podrían usar la posturas a partir de la página 10 en adelante — se rió — es el sueño de toda mujer tener dos hombres guapos para montarlos — agregó.

Ignorando el silencio aturdidor de sus palabras mientras parloteaba como si explorar la sexualidad en ese tiempo era algo común, cuando en realidad todos eran recatados y el sexo más salvaje era el misionero cuando la mujer aportaba un poco de movimiento

Ambos hombres miraron con otros ojos a la Baronesa — ¿Usted desea tener intimidad con dos hombres? — Victor preguntó con una mirada intensa.

Marjory asintió — Sí, y toda mujer que diga lo contrario es porque ni siquiera ha explorado su cuerpo, hay muchas cosas que uno puede disfrutar, de todos modos su esposa y yo seremos grande amigas y espero que así los tres puedan tener estabilidad — Marjory soltó con cariño.

James le sonrió con cariño, era la primera vez que alguien se preocupaba por él y no lo juzgaba por amar a un hombre, más bien, le dio un libro de como mejorar su placer y por si fuera poco hasta involucrar a su mujer.

Aquello realmente parecía interesante.

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