CHECKMATE ⟨Taekook - Vkook⟩

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—¡Ah! —Yeseo grita con toda su garganta, la desgarra, pero no lo era lo único en su cuerpo que estaba siendo desgarrado, esa rata en su estómago, raspando la piel y llegando muy al fondo.

Una tortura sencilla, la víctima torturada tiene su estómago expuesto, encierran sobre este a una rata en un envase pequeño, casi del tamaño de un vaso y prenden fuego al tope de ese envase, provocando que la rata ante el calor empiece a huir de donde puede, la único opción era romper la piel de la víctima torturada.

—¡Detengan esto! —sus pies sujetado a fuertemente y sus rodillas le prohíben moverse, así como sus brazos y hombros.

Wooshik puede ver que la rata muerde, rompe, incluso come mientras trata de huir. Mira el rostro de Yeseo, la que hizo tanto daño está ahí, gritando y llorando.

Sunmi también está observando.

Es sorpresa para los dos vampiros recibir otra presencia en ese lugar, es Taehyung, quien ahora está manchado de sangre ajena, su cabello está sobre su frente y ojos, pero esos ojos rojos vivos no se pierden entre las sombras.

—Taehyung... —Wooshik murmura.

Alrededor de Taehyung hay una especie de humo negro, lo rodea y le hace ver misterioso y temible, ese humo no era más que su alma cubriéndolo, la explosión de sentimientos negativos en Taehyung le hacían avivar todos sus sentidos de vampiro o demonio. No necesitaba hablar, Wooshik y Sunmi retroceden teniendo miedo de Taehyung, nunca se habían encontrado con un vampiro en ese estado a sabiendas que sí es posible pero muy complicado, debía ser mucho.

Taehyung toma la antorcha, lo que tenía el fuego más potente y proporcionaba más calor, lo acercó a ese envase y directamente con la antorcha provocaba aún más llamas.

—¡No! ¡Kim Taehyung! Te lo suplico, detén esto.

No se detenía, tenía la antorcha muy bien puesta allí.

—Ha muerto, ¿verdad? No lo hice yo, ¡no lo maté!

La rata rasga más fuerte, Yeseo seguía viva a pesar de que ese animal estaba llegando muy hondo, en cualquier momento llegaría al órgano vital.

Wooshik y Sunmi se miran entre sí, entienden a ese Taehyung, no era casi Taehyung, no lo conocían.

—Matame, hazlo, maldito, ¡¿Por qué me torturas?!

—¿No te lo dije? Ibas a rogar tu muerte, pero la muerte no quiere ni acercarse aquí por mí. Estoy tan enfadado que podría tomar esa rata y hacértela tragar mientras destroza tu garganta.

Yeseo no puede creerlo, siente tan dolor que su cuerpo se adormila.

—No lo mataste, pero provocaste su muerte —Taehyung sujeta la antorcha bien.

Con la otra mano toma la mandíbula de Yeseo.

—Y a quien sea que haya tocado a Jungkook para provocarle dolor le haré arrepentirse, le haré rogarle y pedirle perdón —Taehyung jala la mandíbula haciendo abrir la boca en grande.

Sin un poco de misericordia porque eso ni siquiera existía dentro de Taehyung es que acerca la antorcha a la boca de Yeseo y así, en llamas, le mete la antorcha en la boca. La quemazón hace a Yeseo retorcerse como puede, sus ojos bien abiertos, sintiendo el fuego quemarle todo el interior de la boca, esa piel sensible.

Tal y como lo dijo Taehyung, Yeseo ante el dolor insoportable está mirando hacia arriba, pidiendo perdón a su hijo mayor por haberle traicionado, por no dejarle tener su merecida corona, por intentar matarle más de una vez y finalmente lograr que muriera.

Sus lágrimas ya no eran por el dolor, eran por lamento, se lamentaba todo lo que estaba ocurriendo, por su hijo muerto, por sus hijas que no sabe de ellas, por su esposo, al que mató con sus propias manos.